「ᴀᴍᴏʀ ᴀ ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴠɪsᴛᴀ」|•| 「ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ」

3-Ayúdame

–No te vallas...

–¿Qué? –sorprendido–

–No te vallas –dice sin mirarme– quédate conmigo

Me acerco a ella, tomo asiento a su lado y esta recarga su cabeza sobre mi hombro

–Gracias –susurra–

–Descansa Christina –cierro poco a poco mis ojos–

Al día siguiente

Abro lentamente mis ojos ya que el sol se posó en mi cara. Intento despertar a Christina pero cuando miro a mi lado ella no está. De inmediato me paro y comienzo a buscarla por toda la casa, pero se había ido

Subo a mi habitación y me alisto. Salgo de la casa lo más rápido posible y me dirijo a la Uni, con la esperanza de verla allí

Al llegar busco por los pasillos pero no la encontré. Cuando suena la campana me dirijo al salón un poco desanimado por no haber encontrado a Christina

En cuanto entré, mi corazón comenzó a latir muy fuerte, mi respiración se agitó demasiado y en mi rostro se formó una sonrisa. Ahí estaba ella, sentada al final hablando con Tzuyu. Christina gira su mirada un momento hacia mi, pero... ignora por completo mi presencia

¿Qué? Hace unas horas hasta me pidió que no me apartara de su lado y ahora me trata como si no hubiera pasado nada

Me dirijo un poco molesto hacia su lugar para conversar con ella pero los chicos me llaman

–¡Hey! ¡Hyunjin!

–¿Qué ocurre, Minho? –suspiro y me dirijo hacia donde ellos–

–¿Y ahora qué te pasó? ¿Por qué tan amargado? –ríe–

–No molestes, Felix –tomo asiento–

–De seguro está así porque ayer Christina lo puso en su lugar –dice Minho mientras ríe–

–¿Eso es cierto? –Felix ríe y golpea mi hombro–

Yo solo desvío mi mirada haciendo caso omiso a sus idioteces

–Te lo dije –se sienta–

–¿Pero estás así porque una mujer te ganó o porque fue Christina la que te ganó? –pregunta Felix mientras me mira con una sonrisa de burla–

–No hables estupideces, nunca estaría así por una mujer –miro hacia otra parte–

–Nunca digas nunca, hermano –Minho sonríe y mira al pizarrón donde ya está el profesor–

La clase da inicio. No puedo evitar en ocasiones mirar a Christina, algunas veces ella se daba cuenta, paro parece no importarle

Después de una hora la clase termina. Christina se despide de Tzuyu y sale del salón, intento alcanzarla pero los chicos me detienen

–¡Hyunjin! –me llama Felix–

–¡Joder! –lo miro– ¿Qué quieres?

–Oye relájate –dice Minho mientras toca mi hombro– ¿A qué hora vamos a tu casa?

–¿Para qué? –pregunto confundido–

–¿Como que para qué? para ensayar tonto –el chico de las pecas me da un leve golpe en la cabeza–

–¡Oh!, es cierto, lo había olvidado, ¿les parece bien a las cinco? –impaciente–

–¿Te encuentras bien? –Minho me mira con intriga–