Nunca me cansaré de verte

¿Qué hiciste ayer?

Podía sentir como unas punzadas comenzaban a aparecer en mis hombros y en mi cadera, dormir en un sillón no es la mejor opción, sumado a esto los síntomas de la resaca estaban por acabar conmigo.

Escuché un tintineo constante cerca de mi. Tomé el cojín del sillón y lo lancé.

-Qué agresividad -Abrí los ojos y tenía un vaso con algo efervescente dentro.

-…no hagas ruido… -Me giré para acurrucarme de nuevo en el sillón.

-No Alex, levanté, te sentirás peor si sigues ahí -Gruñí, me levanté y me tomé el vaso que me dio.

-¿Qué hora es? -Pasé mi mano por mi cara para hacerme reaccionar un poco más.

-Casi medio día.

-¿¡Qué!? -Mis ojos estaban abiertos como platos.

-Si, así que ve a ducharte en lo que terminó el desayuno -Se fue a la cocina.

Me levanté y tomé mis zapatos y subí a la habitación para ducharme. Me alegra haberlo hecho, me sentía mejor, tenía más activos mis 5 sentidos.

Hoy no teníamos planeado salir y no tenía ganas de arreglarme, así que solo seque mi cabello y me puse la playera más holgada de Cris. Bajé y me senté para desayunar.

-¿Porque te pusiste mi playera?

-La pregunta aquí es, ¿Y porque no?

[…]

Después de haber desayunado, nos pusimos a lavar los trastos sucios.

-¿Que tal les fue con su despedida de soltero? -Dejé un plato en su lugar.

Pov Cris

Después de que Alex se fuera, subí a ducharme. Al salir me puse un pantalón negro y la camisa que me había regalado.

Aún recuerdo a la Alexy del instituto con el cabello negro, que le daba vergüenza recibir regalos de parte de su novio. Reí al recordar aquella época.

[…]

Ya estaba en camino para recoger a David, los demás llegarían por su parte, sería en la casa de soltero de Marco, literalmente sería una despedida.

[…]

Estábamos en la puerta esperando a que nos abriera. Recibí un mensaje de Alex con su ubicación en tiempo real.

- ¿Qué tal? -Dijo abriendo la puerta y haciéndose a un lado para dejarnos pasar -Ya solo falta Tom -Jhon estaba en su celular.

Nos saludamos como lo haríamos normalmente.

Unos segundos después de que Marco había cerrado la puerta llegó Tom, y si, con botellas en ambas manos.

-¿No ya teníamos suficiente alcohol? -Pregunté sarcástico.

-Nunca es suficiente alcohol -Lo dijo serio, pero no pudo contener la risa.

Comenzamos a acomodar las botellas en la orilla de una mesa.

-¿Y… qué hay de nuevo en sus vidas? -Todos miramos a David -¿Qué? La mayoría de las veces que estamos "juntos" las chicas son las que hablan, así que no me culpen por no tener un buen tema de conversación -Dejé escapar un suspiro.

-Alex se peleó con su mamá -Dejé algunos vasos desechables cerca de la mesa.

-¿Porque? -Preguntó Marco.