Capítulo 1

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¡Hola! He vuelto.

¿Que hay para decir? Bueno, como dije en el capítulo final de Ojos grises, esta historia es un Blinny, ya saben (BlaisexGinny... :v)

Contará con 5 capítulos actualizados los domingos. 

Hay dos mini historias anteriores y sí, es necesario leerlas antes de empezar ésta. 

Supongo que como aviso, esta no sera tan pasteluda, de hecho creo que se esta inclinando para un lado complicado, pero esperemos a ver por donde nos lleva la marea. Así que si el tema se vuelve incomodo para alguien, siempre es preferible retirarse... estoy dando advertencias como si fuera todo muy oscuro xD, tal vez lo sea, o tal vez sólo soy muy vainilla, no lo sé.  Queda a discreción de cada uno. 

Sin más preámbulos aquí el primer capítulo. 

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"El pasado nunca está donde crees que lo dejaste"

Katherine Anne Porter

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12 diciembre 2000

—Zabini. — el mago de piel oscura ignoró la voz femenina que le hablaba.

—Largo Weasley. — su voz estaba ronca, llevaba horas bebiendo, aunque no podía estar del todo seguro de cuantas.

Tampoco es que importe.

—Nott te ha estado buscando, está preocupado. —Ginny Weasley se sentó a su lado sin tocar la mesa con sus manos. Era una taberna de mala muerte que olía asqueroso, a la que había recurrido cuando la realidad era demasiado para su mente y sólo quería olvidar.

—Iré en un rato. —no la miró mientras terminaba otra botella de cerveza, vió el recipiente en su mano un momento, considerando que tal vez debería empezar a pedir algo más fuerte. —Vete.

—Iras ya. — su tono fue autoritario, Ginevra nunca había sido una mujer que se dejara intimidar, lo sabía muy bien.

—No. —Decidió mirarla, estaba ligeramente pálida y bajo sus ojos había unas pequeñas bolsas oscuras. —Ve a descansar Weasley.

—Sólo si vas de vuelta a tu nido. —su palabras parecían querer hacerlo sonreír, pero ambos estaban más allá de eso.

—Realmente eres molesta. —Suspiró levantándose —Vamos. —cuando se tambaleó ella pasó su brazo en su espalda intentando estabilizarlo. El calor de ella atravesó la tela de su ropa.

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"Deja... de mirarme."

"¿Cómo se supone que haga esto entonces?"

"No me importa. Sólo hazlo rápido."

"Sí, sí... ingrata."

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—Suéltame. —su voz sonó más brusca de lo que esperaba y como obvia respuesta ella se alejó con sorpresa.

—Está bien, no hay necesidad de gritar así. —parecía recelosa. —Intenta pararte derecho entonces.

—Sí, claro. —No lo iba a lograr pero lo intentó. Luego de pagar salieron de allí, el frio de la noche de invierno hizo que su cabeza doliera.

—Debes dejar de beber de ese modo Zabini. —parecía preocupada. Le habría gustado que esa preocupación fuera real.

—No es tu problema. —Sintió que su bilis subía; está bien, tal vez fuera una buena idea.

Orgullo de Serpiente 3: Un pasado que uneWhere stories live. Discover now