Capítulo 3

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Aquí está el tercer capítulo. 
:D Espero lo disfruten. 

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7 junio 2001

Era la primera vez desde que inicio el "tratamiento" si podía llamársele así, que podía salir solo, sin nadie actuando como un niñero que evitara su metedura de pata. O en palabras de Pansy, 'Un adulto que limpie tu cagada'. Sí, su amiga no era muy suave últimamente, aunque siendo honesto nunca lo había sido.

Respiro hondo cuando tuvo la sensación de libertad.

Sin embargo, después de caminar unos minutos se dio cuenta que no tenía mucho que hacer, no tenía ningún pasatiempo que lo motivara, o incluso alguien con quien hablar.

En momentos así, y de forma muy estúpida, extrañaba las tardes que pasaba con Ginny, pero entonces recordaba la verdad e intentaba enterrar eso, no planeaba mendigar migajas de nadie, ni dañar una relación que incluso para él, era bella. El par casi parecía una maldita novela romántica, con ella enamorada de él por años hasta que fue correspondida.

Él era algo así como un estúpido resbalón, uno del que avergonzarse y que para colmo, era una vergüenza que hería.

Se mantuvo de pie allí en el parque y sonrió un poco amargo, como parecía hacerlo muy seguido últimamente. Realmente quería una cerveza.

Pero no podía.

¿Qué se suponía que hiciera si quería olvidar? ¿Sentarse a mirar el atardecer?

Aspiró entre dientes al sentir su cuerpo tenso, necesitaba encontrar algo con que des estresarse. Miró a su alrededor y vio niños jugando.

Sacudió la cabeza.

Por Merlín nunca le habían gustado los niños. Aunque el hijo de Theo era muy lindo, lo había cuidado algunas veces.

Estaba a punto de suspirar algo agraviado cuando un olor llegó a su nariz.

Alcohol.

Del que se bebía al menos.

Se sacudió con sorpresa cuando su boca realmente empezó a salivar.

Mierda. Puso la mano sobre su nariz y boca unos segundos intentando recuperar la compostura y hasta donde sus pulmones le permitieron, entonces respiró por la boca.

Eso había sido peligroso.

Aún lo era.

Su boca estaba seca. Arrugó la frente y caminó alejándose del lugar, sin embargo, como no percibía el olor no estaba seguro de si se alejaba o acercaba de él.

Lo mejor era regresar a su casa.

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Para el momento en que cerró la puerta tras él, se sentía mareado, sólo lo había olido por un momento, pero era increíble el efecto que tenía.

— ¿Blaise? —Pansy se acercó con gesto preocupado. — ¿Qué pasa?

—Nada. —era obvio por su voz ronca, que no era cierto, peor aún, sus manos estaban temblando.

—Blaise.

—Me recostare un momento. —caminó a su habitación y se encerró.

Decidió que aún no podía salir solo.

Orgullo de Serpiente 3: Un pasado que uneWhere stories live. Discover now