⊰ el ángel que bailaba con el diablo. ⊱ emiliaco. ✧

Epílogo

Capítulo dedicado a sweetyemiliaco te amo, gracias por insistirme tanto para que terminara esto jajsjsj😔🖤
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El Ángel seguía bailando en el mismo lugar de siempre, pero un día, vio a un diablo en el mismo punto donde se postraba el pajarito, y raramente, no tuvo miedo.
-¿q-qué haces aquí? ¿vas a hacerme daño?- dijo el ángel tartamudeando, pero igual, sin sentir miedo.
-qué te importa, largo de aquí, angelito, éste no es tu lugar, ve bajo los mantos de tu señor, no te quiero aquí.-dijo el Diablo con el dolor de su alma al hablarle al amor de su vida así, pero debía protegerlo.
-¡Diablo engreído! ni siquiera te estoy haciendo nada, y para que lo sepas, no tengo que pedirte permiso, vengo a bailar y a observar a los mortales, no para que me trates así-dijo Joaquín con un puchero.
-Ah mira que bien, igual me sigue sin importar, si me permites...-dijo el rizado muy nervioso por su cercanía, quería estrujarlo en sus brazos y besarlo hasta quedarse sin aire.
-no, por favor quédate, no se por que siento tanta paz a tu lado, si nunca en mi vida te he visto y eres un demonio, y por lo que siento, de gran poder.-el Ángel no podría creer que dijo eso y algo dentro del diablo volvió a cobrar vida.
-¿y que se supone que haga, niño bonito?-el más chino se regaño internamente por eso.
-baila conmigo, es lo único que te pido- el diablito no sabía que hacer, no debia...
-lo siento, preciosura, tengo cosas que hacer, no cómo otros que deberían de estar cuidando el paraíso, pero bueno, disfruta, adiós.-le dolió el alma decirle eso a su bebé pero de nuevo era lo mejor.

Joaquín.

no entiendo que le hice a ese diablo, parece que me detesta, ¡no quiso bailar conmigo! de repente me siento muy triste, me dolió su rechazo, ¿será por que es un demonio? mejor me voy a mi hogar, no dejo de pensar en él y eso no es bueno, debo dormir, si eso.
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Voy entrando a el lugar sagrado cuando llega Gabriel, agarrándome del brazo.
-¿Qué te pasa? sueltame.-digo enojado, a mi nadie me agarra así.
-El señor te espera-oh dios mio, estoy en problemas.
¡la máxima deidad quiere verme!
entramos entre niebla y mucho brillo, me tiemblan las piernas, tengo miedo y por una extraña, muy extraña razón me imaginé al Diablo ese rodeandome con sus brazos. Oh Dios, ¿que me pasa?
vemos al señor todo poderoso, (relativamente hablando, ya que no vemos su cara), bajando de su trono a la silla blanca que está en medio de la gran sala.
-Joaquín, mi querido niño, acercate.- exclamo mi señor. Voy a pasos lentos pero precisos hacía él, hago una pequeña reverencia, seguidamente poniendome de rodillas.
-tengo que hablar algo muy importante contigo, es sobre tu futuro como arcángel.- por una extraña razón, la idea de ser arcángel me causa repulsión.-cómo ya estás enterado, el último paso para convertirte en arcángel es casarte con una bella ángel*, específicamente con Maraistecl.
-¿Qué? no, yo no quiero casarme- solté enojado y muy alterado, aunque luego me arrepentí.
-pequeño, yo hago todo por tu bien, pero es necesario, para que cuides este paraiso con tu vida, y me sirvas como hasta ahora.- dijo mientras acariciaba mi mejilla.
-¿puedo siquiera pensarlo?.
-Sí, por supuesto, asegúrate de venir pasado mañana a la puesta de sol, ese día se llevará a cabo la ceremonia- quise gritarle todas las groserías que aprendí mientras miraba a los humanos pero estoy seguro que podría leer mis pensamientos, me retiro y voy hacia mi habitación pensando en por qué el diablo y sus preciosos ojos café no salían de mi mente.
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Emilio
ya tome la decisión, voy a desligarme de mi cargo como tercer príncipe, talvez nunca más vuelva a ver a mi precioso y preciado Joaquín, ya que al dejar mi puesto me convierto en un sucio y asqueroso mortal, gracias a mi padre no voy a a perder (citó a Joaquín) mi precioso físico, así que en parte estoy feliz, pero extraño tanto a mi ángel, extraño sus pequeños besos en mi barbilla y que ocultara su cabeza en mi cuello y se durmiera en mi pecho mientras daba pequeños círculos con sus deditos pequeñitos...
Un golpe me saca de mis pensamientos, era Alex.
-Hola, Emilio, ¿ya te olvidaste del angelito ese? por que perfectamente podríamos divertirnos, ya sabes, cómo en los viejos tiempos- dijo el demonio, mientras su mano acariciaba mi entrepierna.
-Alejate-dije apartando su mano de un manotazo-¿no sientes mi rechazo? ni siquiera haces que se me pare, ya déjame en paz.
-Ash, eres insufrible, pero no fuera ese ángel estúpido por que ni siquiera te ha dicho bien las cosas cuando ya se la tienes adentro, pudrete-
Le tomó el cuello mientras lo tiro al suelo, empiezó al golpearlo fuertemente en el rosto y en el abdomen, siento que algo cruje sobre mis nudillos pero no paró de golpearlo hasta que siento que me separan de él.
-Escuchame muy bien, hijo de puta, en tu mierdosa vida te vuelves a referir así de Joaco y ahora si no va a ver diablo que me detenga- dije mientras lo miraba furiosamente, lo vi asentir mientras corría a esconderse en un rincón de este lugar, sentí que unos brazos me soltaban.
-¿Qué demonios te sucede, greñas? ¿sí sabes que Alex es la aventura de Luzbel, no? por las puertas del infierno, ¡Tu padre va a matarte!-dijo Roy.
-No me interesa, nadie insulta a Joaquín y sale ileso de eso, e igual me iré de este asqueroso lugar, ¿donde está Talia? quiero despedirme de ella.
-Justamente te estaba buscando para eso, Erick, tu hermano, la desposó y ahora ella vive en tu gran casa.-dijo Roy rascándose el brazo.
-¿En que momento pasó eso?-dije con un gesto de clara confusión.
-En el momento que empezaste a perseguir a un angelito, mejor ve, si quieres ver a Talia, por cierto, ¿a dónde vas?
-No te importa, adiós, supongo-dije, mientras le daba un ligero apretón de manos.
Admito que tengo miedo, pero, ya no me gusta mi vida aquí, no me siento "malo" como me sentía antes, Joaquín sacó mi lado bondadoso, ay, mi Joaquín, al menos quisiera poder despedirme...