Sumergido en el blues,
buceo deseando encontrar inspiración,
y mi respiración se entrecorta al pensar en vos,
tal vez una idea mediocre, pero no podría ser mejor.
El saxo suena suave,
y desnudo mi alma.
Un pensamiento salvaje,
y espero, que luego de esto, no me apuntes con tus garras.
Hace tanto contraste,
el lento sonido, comparado a tu ruidoso recuerdo,
esa alegría que un dia me mostraste,
algo que hoy atesoro.
Y esto es lo que temía,
pues no se como continuar,
acaso ¿Qué? ¿Debería volver esto una confesión?
Y tal vez perder una amiga?
Por favor, dame un poco de amnistía,
porque se que tal vez es un error.
Creé cuando digo,
que lidiar conmigo mismo,
se vuelve una agonía,
más aún en estos días, donde no queda quien me acompañe.
Volvamos en el tiempo,
a cuando te conocí.
¿Tuviste el pelo castaño?
Ah, no recuerdo ni siquiera el año.
Pensándolo solo por un momento,
solo recuerdo tu pelo teñido.
Tal vez incluso descolorido,
un verde horroroso.
Ay, pero te quedaba tan hermoso,
lo adoré más que cualquier otro,
cargaba personalidad,
y se complementaba con tu actitud ruidosa.
No recuerdo mucho más,
ah, te hablabas con un amigo,
y en un momento de inmadurez, me sentí celoso,
pero desterré de ese sentimiento, cada trozo.
Estaba fuera de lugar,
Y era insano.
Ademas, no cargaba con el animo,
ni me animaba a nada mas.
Chiste tras chiste,
logré salir de esas aguas fangosas.
Te pude llamar amiga,
y compartimos mas que un par de risas.
Y ahora, mientras escribo y te pienso,
volví a volcar mi nave,
pues mis recuerdos,
la soledad y el ritmo lento,
tal vez me enloquecen.
