Nuevamente escribo al ritmo del jazz,
pero finalmente es para vos,
y en esta fecha, donde la tos mata más que la flecha,
podría describirte como un As bajo mi manga,
inspiración.
En esta baraja de cuarentena,
llevas un matiz satisfactorio.
Como un té de manzanilla,
esa propiedad calmante.
Trato de pensar en vos,
y me doy cuenta que no te conozco.
Siempre fui orgulloso de mi juicio,
pero de tus pensamientos no puedo hacer siquiera un esbozo.
Te observo detrás de una niebla,
una incógnita que incluso aterra.
Una delgada membrana nos aleja,
y la odio, pues hoy quisiera con tanta distancia,
quisiera que estemos más cerca.
Siempre guardé mis quejas,
pero hoy me atormenta más que nunca,
¿quién sos?¿qué pensas?¿qué te espera?
¿habrá lugar para mi en tu mente?
Ese edén en tu conciencia,
que constante lo siento verme con desdén.
Y ¿qué me espera ahora?
Ahora que bajé el escudo frente a vos.
Ni siquiera sé cómo.
Tanto tiempo donde no me inmuté,
donde como hermana te vi y asi te traté.
¿Ahora dónde me escondo? pues me avergüenza quererte.
Y me vuelve tan frágil,
ese fragor de mi cabeza,
gritando con tanta vehemencia,
preguntando por qué no soy yo.
Pues no me veo insuficiente,
pero hoy te percibo perfecta,
y ante eso mis ánimos decaen,
porque aunque no quiera,
en tus ojos noto una pizca de indiferencia.
Pero dios mío, te veo tan tierna!!!
y constantemente sopeso en quedarme distante,
o cargar violentamente a tu llama,
a pesar de que el fracaso me quite las esperanzas.
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nota: alguien sabe por que en algunas partes la separación entre versos la hace casi el doble de grande de lo normal? porque no me gusta como queda, pero no se como arreglarlo.
