¿Puedo ser tu príncipe?

Capítulo 9 Juli

4:15pm

-Tranquila Juli. Solamente vas a quedar con un amigo.-mi abuela ya no sabía que decirme para tranquilizarme.

-Ya lo sé. Pero lo he conocido hoy. Estoy muy nerviosa. ¿Y si de verdad es una, y aparece con un elegante traje y corbata?

Mi abuela se tapó la boca con la mano y se echó a reir.

-¡No te rías! Tenía que haberle dicho que mañana tenía examen o inventarme lo que sea.

-Cariño. Que venga en traje y corbata es algo que estoy cien por cien segura de que no va a ocurrir. Como mucho vendrá camisa y vaqueros.

-¡Ay, dios mío! Ya verás como yo quedo muy fea delante de él. Es un chico guapísimo. Y yo soy simplemente una más del montón.

-Juliana, si ese chico de verdad te ha pedido salir, va a darle exactamente igual que vayas en leggins o en vaqueros. Tú ya de por sí eres guapísima. Por eso no te preocupes.

-Eso es algo que todas las abuelas dicen. Pero tal vez tengas razón. A lo mejor soy una modelo internacional y no me he dado ni cuenta.- sonrío y abrazo a mi abuela.

4:35

Ya solo faltan veinticinco minutos para que venga. Llevo arreglándome más de una hora y media. Quiero estar lo mejor posible. Al final me he puesto unos vaqueros azul claro y una camiseta bajo una chaqueta vaquera azul. Pelo ondulado con mechas lisas al final. Labios rojos oscuros. Cejas perfiladas. Pestañas largas. Mofletes algo rojizos, no demasiado. Quiero que vea que soy una chica natural, pero que me cuido a la hora de salir a la calle.

Todo va a salir perfecto. No tengo razón para ponerme nerviosa. Quien debería de estar nervioso es él.

4:50

Ya no queda nada. Tiene que estas a punto de salir de su casa. Que impaciente estoy. Juli, no es una cita, no debes estás nerviosa. Llevaba dándole vueltas a ese pensamiento desde que volví de clase. Solo faltan diez minutos para que vengan. Compruebo que lo tengo todo encima. Llaves, dinero, móvil, bolso. Todo en orden.

¡El perfume!

Subo corriendo a mi habitación cuando suena el timbre.

No puede ser. Aun faltan siete minutos para que llegue.

Corriendo cojo el botecito de colonia y me echo un poco en la mano. Me la esparzo por el cuello y por las puntas del pelo.

Bajo corriendo las escaleras y me planto frente a la puerta.

Abro ya. No abro. Los nervios se apoderan de mí. Una última al espejo que tengo a mi izquierda. Perfecta. Abro la puerta.

-¡Hola, Dani!

-Hola, Juli.

Mis sospechas eran ciertas. Está guapísimo. De nuevo esos ojos azules. Esa camisa azul no tiene comparación con mi chaqueta. Lo sabía. Sabía que me tenía que haber vestido con ropa más elegante. Así que esto es una cita. Ya me lo imaginaba.

-¡Vaya! Estás guapísimo. Me encanta tu camisa.- Nos damos dos besos- vas muy elegante.

-Gracias. Tú también estás guapísima.

Escucho a mi abuela bajar las escaleras a toda prisa. Verás la que se avecina. No quiero someterme a ningún tipo de tercer grado. Lo que me esperaba era peor.

-Hola. ¿Tú debes de ser Daniel no?

-Sí, lo soy. Encantado de conocerla.

-Igualmente. Por cierto, prefiero que me tutees.- Mi abuela me mira con cara de "a ver como sales de esta.-Dani, vas muy guapo. Al final mi nieta tenía razón y vendrías con ropa de cita.

Lanzo una mirada vergonzosa a Dani. Otra mirada asesina a mi abuela. Sabía que me la acabaría liando.

-Abuela, ¿nos puedes llevar ya al cine? Por favor. Es para que no lleguemos tarde.

-Sí, claro. Dadme un segundo que coja las llaves del coche. De todas formas el cine está a quince minutos de aquí.

De nuevo solos.

-Qué maja tu abuela. Me ha caído muy bien.

-Es muy buena. Aunque ya has comprobado que es muy bocazas. Y perdona por lo que ha dicho. Es que...

-No pasa nada. No tienes que darme ninguna explicación que te resulte embarazosa. Todas las abuelas son así.

-Mejor. Gracias. Ya viene mi abuela, ¿nos vamos?

-Sí, claro.

Los nervios me devoraban por dentro. Nunca me hubiera imaginado que tendría a mis ojos azules junto a mí. No hace ni tres horas que me senté a su lado en el autobús, y ahora me ha invitado al cine. Me intimidaba mucho este silencio. Tenía que sacar un tema de conversación rápidamente. Piensa Juli, piensa. Dani se me adelantó.

-Juli. Te voy a contar un secreto. A lo mejor es un poco violento lo que tengo que decirte. Pero ya he aprendido tras experiencias pasadas. Todas las personas que han entrado en mi vida del modo que tú lo has hecho se han convertido en personas muy importante para mí. Y yo soy un chico que siempre se ilusiona muy rápido y luego, por esa misma razón, se lleva unos palos muy gordos. Por eso tras esta confesión voy a pedirte una cosa: no dejes que me enamore de ti.