Inevitable Antídoto l Chankai

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Jongin

La alarma suena.

El coro de "Supermassive Black Hole" de Muse comienza a incrementar su sonido mientras suena.

Elevo mi mano con pesadez y logro apagarlo con los ojos entrecerrados. Pero al momento de bajar mi mano, provoco que mi celular caiga al suelo.

-Ok, toda la vida me suceden estas cosas -digo con sarcasmo y suelto una leve risa. Me siento en el borde de la cama para poder levantar mi celular.

Hoy era mi primer día de trabajo.

Es una emoción única saber que poco a poco estoy siendo independiente. Mis padres casi me echan de la casa apenas cumplí los 18 años, hace pocos meses, con el pretexto común de que ya puedo mantenerme solo. Por un momento agradecí que lo hicieran porque ya no soportaba compartir un ambiente con mi padre. Es muy agresivo, machista y creo que lo más destacable es que es homofóbico, al igual que mi madre y yo. Mi boca se vuelve amarga cada vez que digo "homosexual". Odio a los homosexuales, pero mi padre y mi madre me superan. Siempre en las marchas de la comunidad LGTBI, que pasan cerca de nuestra casa, mis padres salen con baldes de agua furiosos y se los echan a quienes encuentran cerca; lo curioso es que siempre aciertan, yo aún no sé muy bien diferenciar quién es homosexual o no. Es que ¡rayos!, todos vestimos igual, ¿cómo diferenciarlos? Pero mi padre siempre sabe quiénes son. Según dice: "El cómo camina, cómo se comporta, es como se distinguen".

Gay, lesbianas.

Son palabras coloquiales que odio escuchar y pronunciar. Yo los llamo "maricas" u homosexuales en general. ¿Por qué respetar el género para llamarlos de formas diferentes si en general son homosexuales? Son una mierda de personas, todo pasa por culpa de ellos.

Entro a la ducha para darme un baño, al terminar me lavo los dientes y luego me cambio. Me pongo una simple camisa con pantalones negros, ambos son mis favoritos. Creo que los elegí especialmente para mi primer día. Es que, ¡al fin! Pasé bastante tiempo tratando de encontrar un trabajo de medio tiempo, pero ninguno me aceptaba porque no tenía experiencia. Hasta que llegó esa cafetería, fue como una luz en plena tormenta. Mis padres prometieron pagar mis estudios hasta que termine la universidad, no pago renta porque, debido a mis quejas y reclamos, les pedí que si podría quedarme en nuestra propia casa hasta que termine mis estudios. Ellos no refutaron y tuvieron que aceptar al ver que tenía buenas calificaciones también. Ahora ellos están viviendo en América debido a que abrieron una nueva sede de la empresa de modelaje que fundó mi abuelo. Por eso ya no los veo mucho, en realidad creo que los veo dos veces al año: una en mi cumpleaños y otra cuando tenemos una reunión familiar muy importante, la cual sucede en compromisos muy extremos.

Tomo mi mochila y bajo hacia la cocina para prepararme pan con mermelada y jugo de naranja. Es lo más práctico para mí, ya que no tengo mucho dinero en este momento. Solo puedo pensar en el sueldo que recibiré a fin de mes, eso me salvará.

Como rápidamente mientras reviso si tengo algún mensaje importante, pero solo encuentro el de Jin.

-¡Dios! Ese chico, ¿no se cansa de seguirme enviando un mensaje todos los días, aunque no le conteste?-suspiro, doy un sorbo a mi jugo y lo dejo en visto. Antes de apagar mi celular, le envío un "Buenos días, amor" a mi enamorada.

Guardo el celular en mi mochila y la cuelgo en mi espalda para salir.

Me dirijo hacia el metro, que se encuentra a pocas cuadras de mi casa, y espero.

Para ir al trabajo, tengo que tomar dos líneas, las mismas que me llevan a la universidad, ya que la cafetería donde voy a trabajar está a media cuadra de allí.