Jongin
Ya llevábamos varios días trabajando en la cafetería y, como siempre, las mañanas eran un torbellino de actividad. Mi trabajo en la cafetería era extenuante, pero había encontrado una especie de rutina en el caos. Sin embargo, había algo que constantemente perturbaba esa rutina: Chanyeol. Su presencia en la cafetería era una constante fuente de irritación. Cada vez que entraba por la puerta, mi tranquilidad se desmoronaba. Su actitud despreocupada y su manera de coquetear con los clientes me sacaban de quicio. La realidad era que, a pesar de que lo conocía solo superficialmente, me resultaba imposible evitar una aversión profunda hacia él, principalmente porque él era gay y yo luchaba con mis propios prejuicios.
Chanyeol parecía disfrutar de cada momento en el que podía provocarme. Cada vez que entraba en la cafetería, me enfrentaba a una avalancha de sonrisas y comentarios innecesarios que me ponían a la defensiva. Aunque en el fondo sabía que no había hecho nada realmente malo, su sola presencia me recordaba las inseguridades que trataba de esconder.
Un pequeño alivio llegaba cuando no tenía que atender a Chanyeol, lo cual solía ocurrir cuando le tocaba a otro compañero o cuando él no venía. Durante esos momentos, me concentraba en la limpieza, que, aunque monótona, me proporcionaba un momento de paz. Era en esos breves instantes de soledad cuando me permitía dejar de lado el estrés y la presión que me envolvían.
El trabajo en la cafetería y mis estudios en la Universidad de Seúl me dejaban poco tiempo para mí mismo. Estudiar contabilidad era desafiante y agotador, y combinarlo con el trabajo de medio tiempo me dejaba apenas espacio para respirar. A menudo, me encontraba atrapado en una rutina que no me permitía disfrutar de mis nuevos amigos o de actividades fuera del trabajo y los estudios. La presión era constante, y la falta de tiempo para relacionarme con los demás solo exacerbaba mi frustración.
Además, mi relación con Sunny estaba comenzando a desmoronarse. La presión de trabajar largas horas, junto con mis estudios, estaba afectando nuestra relación. Solíamos tener menos tiempo para nosotros, y el estrés se reflejaba en nuestros encuentros. Sunny parecía frustrada, y yo no sabía cómo manejar la situación. Pero entre todo creo que nuestra relación va bien.
Ahora, era una de esas noches en las que el tiempo parece estirarse hasta el infinito. La cena en casa de mis padres había sido un proceso tedioso y lleno de tensiones. Mi madre estaba emocionada de recibir a Jin, el único sobrino que solía visitarnos con frecuencia, a pesar de que mi padre nunca ocultaba su desaprobación hacia él. La atmósfera en la casa era una mezcla incómoda de formalidades y comentarios disimulados, y Sunny, que había sido un alivio para mí en medio de esta tormenta familiar, parecía también estar atrapada en el torbellino de la noche.
Mis padres habían hecho un esfuerzo por mantener una conversación cordial con Jin, aunque el malestar era evidente. A pesar de su abierta hostilidad hacia él, mi madre no podía evitar mostrar un cariño genuino hacia Jin, ya que él era el único que se tomaba la molestia de visitarnos. Mi padre, en cambio, se mantenía distante y frío, lo cual no era sorpresa para nadie.
Sunny, mi novia, se encontraba a mi lado durante la cena. Aunque solía ser una fuente de consuelo para mí, esa noche su actitud parecía ser más una fuente de estrés que de alivio. A pesar de sus esfuerzos por encajar, noté una distancia en su comportamiento, como si estuviera ocupada en otro lugar.
Durante la cena, recibí una llamada de mi jefe. Me disculpé y me retiré del comedor para contestar. Era Baekhyun informándome que mañana podría ir tarde por un tema familiar.. Al regresar, Sunny ya había recibido una llamada y se había levantado para contestarla en el pasillo. Me sentí incómodo, pero traté de ignorar la situación. Después de todo, creía que nuestra relación estaba bien. No sabía lo que estaba pasando en la conversación de Sunny, y no quería preocuparme más de la cuenta.
La cena continuó con las conversaciones familiares habituales. Mis padres eran educados, aunque la hostilidad de mi padre hacia Jin era palpable. Mi madre, a pesar de todo, parecía genuinamente contenta de que Jin estuviera allí.
Sunny entró en la sala con un aire cansado. Chanyeol, que había estado presente durante toda la cena, mostró una sonrisa burlona. No entendía por qué estaba sonriendo de esa manera, pero su actitud me molestaba. Me levanté y le pregunté directamente.
—¿Qué te hace tanta gracia, Chanyeol? —le pregunté, tratando de mantener la calma.
Chanyeol solo sacudió la cabeza, su sonrisa permanecía en su rostro.
—Nada, Jongin. Solo me sorprende cómo son las cosas a veces —respondió con un tono que no me gustó en absoluto.
La noche terminó con la oferta de mis padres a Jin de seguir visitándonos. Aunque mi padre no estaba contento, mi madre estaba genuinamente contenta de tener a Jin cerca.
Al día siguiente, me encontré nuevamente con Chanyeol en la cafetería. La mañana había sido particularmente dura, y la tensión entre nosotros era palpable. Chanyeol entró con su habitual actitud coqueta, provocando mi molestia. Intentó iniciar una conversación casual, pero lo que realmente me molestaba era su persistente presencia y su actitud despreocupada.
Fue entonces cuando Chanyeol mencionó a Sunny de manera casual, insinuando que ella no valía la pena y que estaba engañándome. En ese momento, mi frustración explotó. La presión acumulada y la tensión me llevaron a lanzar el café que estaba preparando contra el mostrador. El líquido caliente se derramó por todas partes, provocando la sorpresa y el enojo de Baekhyun, quien estaba detrás del mostrador conmigo.
Mi reacción fue desproporcionada, pero no podía controlar la oleada de emociones que me invadía. La tristeza, la frustración y la rabia se mezclaron en una tormenta emocional que no supe manejar. Mientras las gotas de café caían al suelo, me derrumbé, sintiendo que todo lo que estaba construyendo en mi vida se desmoronaba.
Chanyeol
La cena en casa de Jongin era un evento que había estado anticipando, no solo por la oportunidad de ver a Jongin, sino también porque sabía que la situación podría ser interesante. Cuando Sunny se levantó para tomar una llamada en el pasillo, vi mi oportunidad. Me levanté discretamente y me dirigí al baño. Lo que escuché allí confirmó mis sospechas.
La conversación de Sunny no era solo una confirmación de lo que ya sospechaba, sino una revelación directa. Ella estaba hablando con otro chico, y sus palabras eran una traición directa a Jongin. La escuché decir claramente que estaba con Jongin solo por el dinero, que no le importaba en absoluto. Cada palabra era como un golpe directo, no solo para Jongin, sino para mi percepción de la situación.
Una vez que Sunny colgó la llamada, me quedé allí por un momento, procesando la información. No podía evitar sonreír al darme cuenta de que Jongin estaba a punto de enfrentar una realidad dura. No era mi intención lastimarlo, pero la verdad necesitaba salir a la luz.
Regresé a la sala justo a tiempo para escuchar las últimas palabras de la conversación. Mis ojos se encontraron con los de Jongin, y no pude evitar mostrar una sonrisa sutil. La reacción de Jongin fue rápida. Se levantó de la mesa, visiblemente molesto, y se retiró a su habitación. Aunque la situación era incómoda, me sentía satisfecho de haber revelado la verdad.
Al día siguiente, decidí ir a la cafetería donde trabajaba Jongin. Aunque mi presencia allí siempre parecía provocar una reacción, no pude resistirme a la oportunidad de hablar con él sobre lo que había escuchado. Entré en la cafetería con mi actitud coqueta habitual, disfrutando de la incomodidad que causaba en Jongin.
Cuando me acerqué al mostrador, vi a Jongin detrás de él, visiblemente cansado. Intenté iniciar una conversación casual, pero la situación rápidamente se volvió tensa. Le mencioné que Sunny no valía la pena y que él debería estar con alguien que realmente lo valorara.
La reacción de Jongin fue inmediata y violenta. Lanzó el café que estaba preparando contra el mostrador, y el líquido caliente se derramó por todas partes. La sorpresa en el rostro de Baekhyun y la frustración en el de Jongin eran evidentes. Me quedé allí, observando, con una mezcla de sorpresa y satisfacción.
—¿Por qué estás haciendo esto? —Jongin sollozaba, su voz cargada de desesperación—. ¿Por qué no puedes simplemente dejarme en paz?
No pude evitar sentir una mezcla de tristeza y satisfacción. Aunque no era mi intención causar tanto dolor, sabía que Jongin necesitaba enfrentar la verdad. Me quedé en silencio mientras él se retiraba, dándome cuenta de que la situación había alcanzado un punto crítico.
ESTÁS LEYENDO
Inevitable Antídoto l Chankai
FanficA los 18 años, Kim Jongin encuentra trabajo en una cafetería cerca de su casa, emocionado y decidido a no renunciar jamás. Su vida parece perfecta: tiene una novia, una casa estable, un trabajo satisfactorio y éxito académico, respaldado por el apoy...