La luz entraba por la ventana y los pájaros que cantaban desde fuera hacían que Uraraka... Despertara un poco... Extraña... Había dormido un poco mareada y esa sensación seguía en ella todavía, se inclinó y lo primero que distinguió fue que su habitación había cambiado levemente, si era cierto que no podía saber con certeza todo lo que había cambiado por la poca cantidad de luz que se podía dar a conocer en la sala, sabía que su mapa de las constelaciones no estaba donde solía estar...
Tampoco estaba segura de si estaba en la yuuei con sus compañeros y amigos de clase, lo siguiente que decidió fue explorar la sala en la que se encontraba, quería examinarla con detalle para averiguar en qué clase de lugar se encontraba y si ella, que en este caso era la huésped no tenía problema alguno con salir de allí.
Por fin se puso de pie y pudo comprobar... Que veía las cosas desde una perspectiva un poco más alta... Exactamente desde unos 16 centímetros más de lo normal y se podía notar la diferencia de altura sin poner esfuerzo alguno, eso la inquietó todavía más... ¿Qué habían hecho con ella? ¿Un experimento...? ¿Le había crecido una cabeza o algo por el estilo...?
Aquella situación era exagerada... ¿Qué demonios había pasado?
Siguió Mirado con detenimiento el lugar donde se encontraba, atrapada de alguna manera. ¿Debería salir de allí? Ella había entrenado artes marciales y sabía como defenderse... Con su 'yo' habitual... Necesitaba con urgencia encontrar un espejo...Se llevó las manos a la cara...Seguía siendo redonda ¿no? Abrió los ojos cuando se dio cuenta de que la respuesta a esta pregunta era negativa... Tenía el rostro afilado y suave, no estaban sus mofletes que siempre daba ganas de aplastarlos.
También al notar que no veía muy bien se dio cuenta de que tenía el pelo... ¿Pinchoso? "Como un cuerpo espín" pensó ella... Eso estaba mal... Muy pero que muy mal.
¿Dónde puñetas había un maldito espejo? ¿Tan difícil era encontrar uno? Se tocó la cara con desesperación... ¿Dónde estaban todos?
Al cabo de unos minutos la misión fue concluida a base de mirar en todos los rincones de las seis paredes de cemento. No era demasiado grande ni demasiado pequeño, al menos no para la altura que tenía ahora ella. Dejó escapar un grito agudo mientras se miraba con incredulidad al espejo pestañeado cada dos por tres mientras enrojecía hasta el punto de ser un tomate andante...
¿De verdad había pasado eso? ¿Eso era real? No, no, no, no, no,... Tenía que ser un sueño... ¿Verdad? Era verdad que ella había deseado ser Bakugo durante un día... ¡En el momento justo en el que pasó la última estrella fugaz! ¡Ahora lo veía todo claro!
Cuando acabara el día todo habría terminado... Y sería otra vez la Ochako Uraraka de siempre... Aunque ahora que lo pensaba... ¿Eso quería decir que Bakugo estaba en su cuerpo? ¿Y se tendría que cambiar de ropa? Oh... ¡No! Eso sí que no... Era excesivo... Ya se habían visto en bañador pero... ¡Eso era diferente! Con el rubor muy fijo en sus mejillas y cerrando sus ojos color rubí, en este caso, la rubia de nombre suponía que Bakugo, porque llamarse así misma Uraraka sería raro.
Empezó a sonar una alarma y eso sobresaltó a la joven de cabellos rubios y mirada de huracán, instintivamente buscó la ropa que debía llevar a clase en un rápido vistazo a la habitación, por lo menos ya sabía que no había sido secuestrada por algún loco ni habían experimentado con su ADN ni nada parecido.
Localizó su ropa y se cambió en un minuto, suerte que Bakugo tenía los pantalones grandes... Bueno suerte sólo porque se los puso con facilidad, incomodaban a Ochako. Donde había encontrado su uniforme también halló un cinturón que se adhería muy bien a su fornido cuerpo.
Alguien tocó a la puerta de su habitación de manera un poco insistente, ella sólo pudo acercarse y abrir la puerta, se encontró con de improviso con los ojos del chico tiburón que siempre miraba con alegría a los demás.
No pudo negarse a saludarlo, eran amigos, era habitual... Para todos menos para Katsuki...
-Buenos días Kirishima-kun - Sonrió ella, su. Amigo sólo lo miró con horror pensando que era el día del juicio final por lo que se cogió con las manos la cara y se puso a señalarla haciendo aspavientos y señales que nadie podría entender.
-Hermano ¿te has dado un golpe en la cabeza? ¿Dónde está Bakugo? ¡Confiesa traidor! ¡A ti ha traído el diablo! ¡Ahhhh! ¡Vamos a morir! - Se puso a correr en círculos levantando y agitando los brazos.
Ella estaba a punto de decir que sí.
Qué se había dado un fuerte golpe en la cabeza y que todo era un raro sueño del que despertaría de aquí a unos minutos. ¿No?Ella imitó al rubio para tratar de calmar la situación... Tenía que hablarlo con el Bakugo que estaba en su cuerpo desesperadamente.
O... Podría disfrutar lo un poco más...-¡No seas idiota! ¡¿Cómo iba ha darme un maldito golpe en mi puta cabeza!? ¿¡Ehh!? ¿¡Pelo de mierda!? - Se quedó satisfecha con su interpretación de Katsuki, suerte que la voz de Bakugo era la que ella tenía en ese momento, si no Eijiro le habría descubierto de un momento a otro.
Así comenzó el día de la rubia... Si es que se podía llamar así... Tenía ganas de probar la fuerza de las explosiones de él... También quería saber como estaba él... Era mera curiosidad...
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Siendo Bakugo por un día [kacchako][Completa]
Fanfiction-Me gustaría ser Bakugo durante un día- Dijo Uraraka. -¿Bakugo? ¿En serio? - Jiro preguntó sorprendida y extrañada y Uraraka sonrió y se sonrojó. Así comenzó todo. Pd: La introducción es una parte de la novela ligera traducida por mi y es CANON UWU...