─capítulo dos

225 29 1
                                    

────┄┄╌•••╌┄┄────

────┄┄╌•••╌┄┄────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

────┄┄╌•••╌┄┄────

Conforme las semanas pasaban y mi curiosidad aumentaba, fui adquiriendo más y más información sobre los Cullen. Descubrí que sus padres Carlise y Esme los acogieron en su hogar cuando tenían alrededor de 10 años, junto a otros dos pequeños: Emmett y Rosalie.

Al parecer, algunos de los miembros de la singular familia estaban juntos entre si, es decir, Rosalie es pareja de Emmett, Alice de Jasper, y Edward es el único de los hermanos con una pareja que no pertenece a la familia, Bella Swan.

Por si fuera poco, para avivar la pequeña obsesión que crecía en lo más profundo de mi interior, en más de una ocasión encontré a Edward con sus ojos clavados en mí como si tratara de indagar en mi mente en búsqueda de información, y cuando por fin su mirada se centraba en algo que no fuera yo, él fruncía su ceño con molestia.

¿Cuál es su problema?

Bien es cierto que últimamente paso la mayoría del tiempo analizándolos como si fueran ratones de laboratorio, pero ese no es motivo de peso para mirarme con tanta insistencia y con sus ojos cargados de desaprobación.

(...)

Camino por los amplios pasillos del instituto sosteniendo los pesados libros en mis brazos hasta llegar a mi taquilla. A duras penas consigo abrir la puerta del taquillero, e inmediatamente mi vista se centra en una pequeña nota que cae paulatinamente al suelo.

Guardo mis libros antes de sostener la nota entre mis dedos.

"Alejate de nosotros. Olvidanos" - Una mueca confusa se instala en mi rostro al leer esas simples y claras palabras.

Mi cerebro trabaja a toda velocidad tratando de reconocer la recatada caligrafía, y no tardo demasiado en distinguir aquella letra que ya había tenido la oportunidad de apreciar en varias clases de historia.

Es la letra de Edward.

Decenas de preguntas nublan mi mente en cuestión de segundos. ¿Qué me aleje de ellos? ¡Si ni siquiera me he acercando! Desde que los conozco jamás he estado con ellos a menos de un metro de distancia. Y además, ¿tan obvio es mi interés por ellos que ya lo han notado? Quizás puedo haber llegado a incomodarles en algún momento, pero esa nunca ha sido mi intención, de echo, es el mismo Edward Cullen el que me incomoda a mí con sus miradas asesinas.

Desecho todo pensamiento de mi cabeza en un intento de aclarar mis ideas, y tras unos instantes, tomo la decisión que a mi parecer, resulta la más sensata: Hablar directamente con Edward.

Emprendo su búsqueda recorriendo cada uno de los pasillos de la planta inferior, y al no dar con él, me dirijo a la segunda planta del instituto.

Giro la esquina y al fin lo encuentro, con su habitual ceño fruncido y su mirada clavada en la castaña de pelo corto que se encuentra a su lado, manteniendo lo que parece ser una pequeña discusión.

Reconozco sin mucha dificultad a dicha castaña. Es Alice, y a su izquierda se encuentra Jasper.

Trato de que no noten mi presencia pegando mi cuerpo con disimulo a la pared más cercana, y agudizo mi oído para escuchar su conversación.

─ Lo he visto, es cuestión de tiempo. - Pronuncia Alice

─ Pero aún estamos a tiempo de evitarlo. El futuro es relativo, puede cambiar. - Creo escuchar a Edward, ya que habla en un tono casi inaudible.

─ Ya sospecha de nosotros, tu mismo lo has dicho. - Escucho por primera vez a Jasper.

─ Es inevitable Edward, además, ella pronto conocerá a Jac- Sus palabras quedan suspendidas en el aire, y derrepente los tres pares de ojos se clavan sobre mí.

Me paralizo completamente al sentir sus miradas. Los nervios se apoderan de mi cuerpo y maldigo interiormente por el efecto tan bochornoso que causan en mí.

─ ¿Podemos hablar? - Digo mirando a Edward, tratando de que mi voz sonara lo más firme posible.

Edward hace el amago de responder, pero Alice es más rápida y habla primero.

─ ¡Claro que puede! - afirma la castaña - Nosotros dos ya nos íbamos, luego nos vemos. - Se despide apresuradamente, y sale del lugar arrastrando a Jasper junto a ella.

─ ¿Qué ocurre? - Pregunta Edward una vez nos encontramos solos.

─ Esto es lo que ocurre. - Digo a la vez que le muestro la nota. Su mirada se dirige al pequeño trozo de papel que se encuentra entre mis dedos y su expresión se mantiene totalmente inexpresiva. No muestra sorpresa, ni mucho menos confusión, más bien es como si él ya estuviera preparado para las palabras que salen de mis labios. - No hay que ser muy lista para reconocer tu letra.

─ Si de verdad fueras inteligente me harías caso y te alejarías de nosotros.

─ En ese caso supongamos que soy todo lo contrario a inteligente, por que te aseguro que no pienso descansar hasta descubrir lo que sea que tu y toda tu familia os empeñais en esconder. - Me sorprendo ante seguridad con la salen mis palabras, a pesar de el nudo que se hace presente en mi bajo vientre.

─ Puedo deducir que ya das por hecho que escondemos algo. - Afirma enarcando una ceja.

─ Sí, digamos que esta nota tan solo a confirmado mis sospechas. - Digo levantando una de las comisuras de mis labios, pero inmediatamente borro mi media sonrisa al ver como sus ojos se oscurecen, volviéndose completamente negros

─ Escuchame bien, esto no es un juego de detectives Addison, no se trata de un pasatiempo con el que puedas entretenerte cuando estes aburrida. - Se acerca lentamente hacia mí hasta que apenas nos separan unos centímetros. Su tono amenazador y su expresión cargada de ira me hacen templar, pero aún así, no me muevo ni un centímetro de mi posición y le mantengo la mirada. - Alejate de nosotros.

✎﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏

Wow, intenso.

Sé que el capítulo anterior no llegó a los votos que pedí, pero me apetecía actualizar jsjs.


𝐄𝐍 𝐋𝐋𝐀𝐌𝐀𝐒 ─ Jacob Black [Crepúsculo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora