Llamas del Amor[Tanjiro Kamado x tu]

~Prologo~

¤Atención ¤

°Antes que nada quería decirles que me basaré en el manga de Kimetsu no yaiba para algunas cosas, no van a ser todas, sin mas empecemos.

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Narra Umi

Agitada, cansada, adolorida. Eran unas de las cosas que en ese momento mi cuerpo sentía, me encontraba en mi entrenamiento matutino, en el cual consiste, en dar unas 10 vueltas al rededor del bosque, 200 centallidas, 200 lagartijas y permanecer el mayor tiempo posible al rededor de un circulo de fuego, estaba recién empezando mi entrenamiento por lo cual aun no empezaba a entrenar con la espada.

Xxx:¡¡¡Vamos, levántate, sigue entrenando, no pares, entrena hasta que tu cuerpo no pueda más, deja que las llamas de tu corazón ardan!!.-Dijo el rubio de mechas a rojas que me alentaba a seguir entrenando, con su clásica sonrisa deslumbrando cada centímetro de su cuerpo, mientras el mío tiritaba a causa del sobre esfuerzo que estaba haciendo, llevaba unos días y ya quería que parara, aunque no podía darme el lujo de parar, porque fue una promesa, una promesa que jamas voy a romper.

*Flash-back*

En mi familia siempre fuimos agricultores, desde mis bisabuelos hasta yo, vivíamos en una casa pequeña sustentando nos a base de lo que cultivamos y lo que vendíamos en el pueblo. Yo me encargaba de vender además de cultivar, al igual que mis padres y hermano. Pero un día en especifico sucedió lo inevitable.

Haru: Nee-san quiero ir contigo.- Mi pequeño hermano de 7 años siempre pedía lo mismo, cada vez que me iba a vender los cultivos el me pedía lo mismo.

Umi: Lo siento pequeño, pero ya sabes que no puedes venir, debes de cuidar de mamá y papá por mi ¿Si?.- El solo me infló las mejillas en símbolo de puchero, ante su derrota, le dedique una sonrisa sin mostrar mis dientes.

Mamá: Hija ¿Ya te vas?.- Mi madre, una mujer hermosa de unos largos cabellos media noche con sus puntas de un color rosado, mi hermano heredo esas mechas rosadas en su pelo, mientras que yo herede el cabello azul de mi papá, con los ojos celestes de mi madre, al igual que mi hermano.

Umi:Si mamá, ya debo se irme, se me hará más tarde, nos vemos, Haru prometo traerte un juguete cuando vuelva.- mi hermano se alegro cuando dije eso y corrió a los brazos de mi madre.

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Yo ya había vendido todos los alimentos, también había recibido buena paga y me dirigía a casa, a un paso apresurado ya que se hacia de noche, además se decía que a estas horas acechaban los monstruos.

Cuando por fin puede llegar a mi casa, me di cuenta que la puerta estaba rota, entre y lo primero que vi fue un monstruo comiéndose a mi padre, estaba tan asustada y me sentía tan triste que no puede evitar dejar salir un sollozo.

Xxx: Oh? Pero que tenemos aquí, otra linda presa, me pregunto si sabrás tan bien como tus padres.- En cuanto dijo eso yo no puede evitar asustarme y retroceder hasta chocar con la pared donde rebosaba una vieja espada que alguna vez le perteneció a mi abuelo, la agarre para tener algo con que defenderme.

Xxx: Oh, veo que tienes agallas.- Tome la espada con mis dos manos para acercarme lo suficiente a el y poder hacerle unos cuantos cortes, pero solo puede darle un corte pequeño en la cara, el me rasguño la cara, me moví unos cuantos centímetros atrás sintiendo como la sangre escurría de está "Definitivamente quedara una cicatriz de esto", dirigí mi mirada a mis padres por impulso y pude ver que mi pequeño hermano habría un poco los ojos, sorprendida intente buscar una forma para poder acabar al monstruo y salvar a Haru.

Umi: He-ey tu, feo, si tanto quieres comerme d-deberás pasar sobre mi cadáver .- Intente que mi voz no suene tan temblorosa pero aun así no me salió bien del todo, corrí a las afuera de mi casa intentando que este me siguiera para así tener más espacio donde poder "pelear", el por suerte me siguió, cuando sentí que estaba a una buena distancia, pare y corrí directo hacia el para poder cortarlo aunque sea por la mitad, le atine a cortarle uno de sus brazos, cuando un hombre rubio con haori blanco y diseños de fuego al final de este, me toco el hombro diciendo que el se encargaba, me alivie un poco que alguien pudiera venir a ayudarme, aproveche esa instancia para poder ir a ver a mi hermano, que deje abandonado en mi casa.

Umi: Hermano!, Hermano!, Haru!, resiste por favor, aguanta aunque sea un poco, la ayudaba ya viene.- corte la ropa que llevaba para poder hacer presión en la herida, parecía profunda sabia que no iba a sobrevivir de esto pero me hacia mucha ilusión que si, seguí haciendo presión para que de alguna forma parase el sangrado, pero parecía imposible.

Haru: N-nee-san, l-lo hice.- hablo con dificultad, ya que había perdido mucha sangre.

Umi: Sh, sh, no hables por favor, estarás bien, te lo prometo, solo no me dejes tu también.-hable

Haru: H-hermana, lo hice, p-pude cuidar de nuestros padres.-dijo

Umi: S-si Haru, lo hiciste muy bien, estoy orgullosa de ti.- mis lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, no quería que el igual me dejara, no quería estar sola, odiaba con toda mi alma estar sola.

Haru: He-ermana puedo pedirte un favor?.- me hablo con dificultad

Umi: Si, si Haru lo que sea, puedes pedirme lo que sea.- intente que mis lágrimas se detuvieran pero fue en vano, estas siguieron saliendo sin control sobre mis mejillas, y pensar que hace unas horas mi hermano estaba tan feliz de recibir un juguete nuevo.

Haru: P-por favor, p-promete que cuidarás de ti...y de todo aquel que lo necesite..-De sus pequeños ojos sobresalían unas lagrimas, no quería que el muriera, no él.

Umi: Si Haru, puedes contar en que voy a cumplir nuestra promesa.- Mis lagrimas para este punto me nublaban la vista, sentí un nudo en mi garganta.

Haru: Lo juras?.-me mostró su dedo meñique, sonreía a pesar de estar apunto de morir.

Umi:....Lo juro.- dije mientras entrelazaba mi dedo meñique con el de el mientras su ultimo aliento de vida se alejaba de su cuerpo.- Haru?!, Haru!! Por favor no!!, no me dejes, Haru!!.- lloraba desconsoladamente, mientras dejaba salir un grito desgarrador, no podía creer que mi familia había muerto, sentí un peso en mi hombro, me gire para mirar de quien se trataba y era aquel hombre de rubio de puntas rojas que me miraba con lastima, sin pensarlo mucho me abrace a su cuerpo esperando un poco de consuelo mientras seguía llorando.

Xxx: Juro que te entrenare, podrás vengar a tu familia para poder proteger a toda la gente que quieras.- desde aquel entonces ese desconocido se había vuelto un gran maestro y para mi, un gran hermano al que podía confiar todo.

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