Historias de horror sobre el espacio [PAUSADA]

Lo Que Regreso con el Apolo 11

En unos minutos aterrizaremos en la superficie de nuestro satélite natural para una misión de reconocimiento.

Está misión es simple, recolectar muestras de roca lunar, verificar que la bandera que colocó Neil Armstrong siga ahí y tomar algunas fotos del lado oscuro.

El grupo está conformado por Johnson, el científico
Samuel, el fotógrafo
Y yo, que estoy encargado de dirigir la expedición.

El resto de la misión marchó con total naturalidad. Jhonson recogió algunas muestras de roca lunar, Samuel tomó algunas fotografías con su cámara.

Yo y Samuel caminamos hacia el lado oscuro para fotografiarlo, y vimos como una abertura de roca lunar. Fue algo raro ya que en las fotografías que se tomaron antes no mostraron nada. Así que decidimos ir a explorar su interior.

Le dimos el control de radio del modulo a Jhonson para mantenernos comunicados.

Entonces me introduje yo solo en la cueva. Esta solo podía dejar pasar a una persona, por lo que dejé a Samuel en el exterior. La cueva se hacía más estrecha, por lo que tuve que ir agachado.

Cuando por fin logré atravesarlo, vi algo enterrado en la arena lunar. Parecía algo que reflejaba la luz de mi linterna, cuando por fin logré sacarlo, sentí un miedo intenso que me estremeció.

El objeto resultó ser un casco de astronauta, pero no uno de épocas actuales, sino un modelo antiguo. Decidí contactar por la radio a mis compañeros pero solo lo que escuche fue estática.

El miedo cada vez se apoderaba de mi y entonces cuando vi por completo el uniforme vi que este conservaba un cuerpo en descomposición, casi esqueletico.

En el, vi un nombre, un nombre que causó en mi un miedo intenso.

Bordado en hilo rojo, claramente se distinguía un nombre: Neil Armstrong.

Lo aterrador no fue encontrar el cadáver del primer hombre que piso la una, sino que saber que aquello que regresó a la tierra en el Apolo 11 no era humano.