CAPÍTULO 2

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Llegué a casa, me descargué en mi cama mirando el techo y reflexionando sobre lo patética que había sido la yo interior el día de hoy.
Iba a ayudar a una tía que me cae mal, estando con alguien que me cae mal y por un lado no contándole a mi papá sobre el tema. Al único que quería.
Podría excusarme diciendo que soy muy buena persona, que soy inocente porque no sé si mi tía planea algo más allá de esto o no... Lo que me grita mi razón es que lo hace, y tendría que preguntárselo para estar más segura.
Me senté frente a la computadora escribiendo un poco para despejar mi mente y pensar con claridad sobre lo que me dijo Ágatha.
Mi celular vibró avisando un mensaje.
Dame una buena razón para no contestarme durante toda la tarde...— 8:35 p.m.
Calma... Estuve en el orfanato, conocí un chico nuevo.— 8:35 p.m.
¿Guapo? ¿Mío o tuyo?— 8:36 p.m.
Aún no lo sé jaja. Pero le ayudaré con los muchachos del orfanato, no les agradó mucho que digamos— 8:36 p.m.
¡HAILEY! TU NUNCA DICES "NO LO SÉ" NUNCAAAA— 8:36 p.m.
Lo sé, lo sé... Es diferente, pero supondría que tuyo jajaja— 8:36 p.m.
Eso ni de chiste, por primera vez en la historia me dices que no sabes y dices que es diferente... Una oportunidad que no desperdiciaré.
Nombre y características ya por favor— 8:37
Quise decirle pero no, algo no me cuadraba aún y conociendo a Gab, me encarretaría con el inmediatamente. Primero quiero conocerlo, y averiguar para que mi tía quiere que esté chico permanezca feliz.
Encontré el perfil de mi tía en el Woo, una red social que todos tenemos e imposible ella no.
Con éxito lo encontré y quedé con la sorpresa de que entre su carrete habían fotos del orfanato, fotos muy bien tomadas y ella sujetando unas llaves junto al edificio principal... ¿Por qué mi tía tiene en su carrete estas fotos?
Ahora sí... empieza un poco a crecer mi sospecha de que mi tía no viene con manos vacías a pedirme ese favor.
Enfoqué una esquina de la computadora donde había una carpeta dentro del perfil de mi tía, lo abrí y encontré otras fotos de ella junto con un señor con cara de pocos amigos y junto a él Kyle. Todo me huele mal, y no es la apestosa presencia de mi hermano entrando a mi cuarto.
Ah, esperen... sí lo es.
— ¿Qué quieres moco?— pregunte cerrando la ventana del Woo.
— Saber que te dijo Ágatha alias "Postiza" pero más conocida como "Falsa" — dijo provocándome una carcajada.
Mi hermano es la persona más fastidiosa del planeta tierra, pero es el es el único que me conoce en realidad, con el no uso filtros y soy capaz de decir todo lo que pienso y con la confianza de que el será protector de mis secretos.
— Técnicamente quiere que le haga un lujo la estadía de un nuevo chico que hará un tipo de trabajo social en el orfanato, trabajará junto a papá— le comenté.
— Conociendo a Ágatha, algo trama... Y cuando algo trama, no acostumbra a que sean cosas buenas... ¿Qué le dijiste?— pregunto sentándose en mi cama con interés.
El es alto, todo lo contrario a mi, es mayor que yo por 2 años y trabaja con los sistemas del banco del pueblo. Sus ganancias van enfocadas a pagar una casa para pedirle matrimonio a mi cuñada, una señorita muy amable y dulce llamada Serena.
— Obvio no le dije que no, pero en todo esto averiguaré que es lo que planea y me voy a  asegurar que no vaya a afectar a papá— dije mientras apuntaba lo que había encontrado en algunas hojas.
Me encantaba apuntar de tal forma que se envolviera todo en una historia, esa era la razón de que mis narraciones fuesen únicas.
Todas las historias venían siendo mis apuntes para asuntos serios e interesantes como descubrir los planes de mi tía, la búsqueda del amor de mi hermano y la que más me agrada, la lucha de mi padre por su familia.
— Está bien, ya sabes que si necesitas ayuda no es sino que hables. — dice mi hermano levantándose de la cama y antes de que saliera le entregué un papelito con el usuario del Woo de mi tía.
— Mira que puedes encontrar, yo vi algo muy superficial, pero sé que tu tienes acceso a más información— le dije y me senté de nuevo en mi computadora.
— Lo haré, descansa— se retira de mi cuarto y en no mucho tiempo mis ojos dan su último esfuerzo por no cerrar y quedo profundamente dormida.

Narra Kyle
Nunca me había sentido tan bien acogido, pero no estaba seguro de seguir apoyando los planes de mi padre, siempre terminaba mal.
Quería estudiar, y sé que el usó eso como una estrategia para apoyar en el orfanato central.
Hailey me había parecido muy interesante, como si detrás de esos oscuros ojos marrones escondiese un secreto abrumador, pero lo pintaba de bonitos colores con su amabilidad y su tono tan tierno de voz.
Eso... su voz, eso era lo que me atraía de ella, o tal vez en lo que no dejo de pensar es en esa sonrisa tan cálida y divertida...
Mientras un sin fin de pensamientos se cruzaban en mi mente de esa chica que me había llamado tanto la atención, llegué al comedor donde, como siempre, estaría solo "disfrutando" de la cena.
Ahora, quería saber que planeaba mi padre y asegurarme de que no me viese metido nuevamente en sus oscuros negocios.
Quería poder caerle bien a los chicos del lugar, pero había algo que les disgustaba de mí... Por suerte, Hailey me ayudará con eso, pero creo que si lo que pienso es verdad, esas miradas llenas de odio no van a cambiar hasta que yo haya desaparecido de sus vidas.
Entré a mi cuarto y en mi móvil intenté localizar el Woo de Hailey ¿Cuántas Haileys habrán en este pueblo?
Mis ojos enfocaron ese cabello tan único de ella y ese gorrito rojo que le resaltaba.
Parece que siempre lo lleva, stalkear no es lo mío... pero si me quede un rato observando ese curioso perfil.
No tiene fotos de ella, solo esa del perfil en donde no se ve su rostro, está lleno de pensamientos de grandes escritores y de otros anónimos, otras fotos de libros, hojas, lápices y algunos dibujos... Esta chica es muy interesante.
Quedarme atrapado en un romance no es una opción, ella no tiene porque aguantar a alguien como yo. Nunca.

Día siguiente...

Atrapados en un plan un poco malévolo de parte de sus familias, dos inocentes peones del ajedrez del líder iban corriendo el riesgo de caer en manos del jaque que les haría perder la vida.
Hailey sospechaba, Kyle sospechaba. Pero ya eran parte del juego, y no sería fácil salir ilesos de allí.
Llegó la mañana del martes y se tendrían que encontrar en la preparatoria. Mientras que Hailey luchaba por no dejar alguna entrada de sentimiento hacia Kyle, Kyle simplemente se aseguraba de que el sentimiento que dejó entrar, no lo controlara, después de todo... Sabia lo difícil que podría llegar a ser cumplir con sus mismas expectativas.
El hermano de Hailey la dejó en la preparatoria cerca al café, era temprano por lo que le gustaba ir allí y escribir un poco...
Saluda a la dueña del café con una sonrisa, la misma que toma forma de desagrado al ver una peli negra que le ponía el humor un poco negativo.
Narra Hailey

Tengo que empezar a acostumbrarme a la presencia de Stacy, sea como sea, no puedo dañar mis mañanas de esa forma.
— Hola Hailey ¡Temprano! Como siempre...— me saluda con un tono arrogante y provocador... sí, me provoca cerrarle la linda boca rosa de un solo puño, pero eso no es de damas... como ella, por mí no hay problema.
— ¿Me vigilas?— pregunte ignorandola con la mirada y asegurandome que se molestara.
— Difícil no saber que vienes a estas horas a perder el tiempo en tu vieja máquina de escribir...— dice un poco molesta bebiendo del té que tenía en su mano.
— Que linda... yo por lo menos produzco, mientras tu engordas— sabía que le molestaría, por lo engreída que es.
— Es té orgánico— dice remarcando cada una de sus palabras en un chillido mimado de voz.
— Lees la tabla nutricional, tiene más azúcar que hierva—le sonreí— De nada...— y seguí escribiendo.
Antes de poder volver a mi trabajo vi a Kyle saliendo del café ¿Hace cuánto estaba aquí? ¿Por qué parecía molesto?
Salí del café corriendo y le alcancé.
— ¡Kyle! ¿Te encuentras bien?— pregunté haciendo que me mirase un poco frío, admito que me dió miedo.
— ¿Ahora eres amable? — pregunta en tono sarcástico — Lo siento, fue mi error... pensé que eras diferente— dice esto y se marcha, yo me quedo helada en el semáforo que separaba la preparatoria del café.
¿Ahora qué hice? ¿Y quién se cree para hablarme así y decirme que pensó que soy diferente? Apenas si me conoce desde ayer... Está loco.

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