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Pasaron los días, y con ello, Anaju empezó su rutina de acudir a la sala de conciertos del cordobés para comenzar el desarrollo del cartel de promoción.

Era un desastre total. Cada día buscaban una idea distinta y no terminaban de encontrar la esencia que Hugo quería que el cartel transmitiera. Cada vez que diseñaba una nueva idea conforme a lo que habían hablado el día anterior, el chico la descolocaba totalmente argumentando que tenía una idea mejor. Y así en un bucle constante que le estaba empezando a desesperar.

-Vamos a ver, con algo te tendrás que quedar_razonó poniendo a prueba su paciencia una vez más.

-Ay, Anajuh. Es que no me termina de convencer nada_gimoteó acercándose a ella para darle un beso en la boca.

Pequeño detalle: habían empezado a salir. Habían acordado que no fuera, en un principio,  algo serio, sin compromisos de por medio y, sobre todo, que no afectara nada al trabajo conjunto que estaban haciendo.

-Lo de los lobos saliendo de detrás tuya era una idea chulísima y me la rechazaste Hugo, todo esto me está empezando a frustrar.

El chico suspiró rascándose la parte trasera del cuello. Él también estaba desesperado, se veía en su rostro, cada día más cansado. Era normal que a la primera no saliera, pero si no tenían una base sobre la que empezar a construir el cartel no iban a llegar a nada y la indecisión del rubio no ayudaba nada a completar la ecuación.

-Lo sé, lo sé, es que...

Un golpe de la puerta cerrándose lo interrumpió. Ambos se giraron para ver a Eva cargada de utensilios de diseño de todo tipo. Anaju sonrió agradecida ayudándola al momento. Dejaron los materiales sobre la mesa junto a la gran pancarta, en blanco.

- Os preguntaría que qué tal vais pero creo que no es necesario_murmuró observando el lienzo impecable.

-Necesito despejarme un poco. Ahora vuelvo_fue la respuesta de Hugo que desapareció rápidamente.

Anaju suspiró. Lo entendía perfectamente, por muy alegre y positivo que fuera Hugo, tampoco era de piedra y las cosas le afectaban. Miró de reojo a Eva, que se encontraba en las mismas que ella.

-Bueno, y tú qué. Llevo días sin verte_dijo llamando la atención de la de ojos azules.

-Bien tía. Algo ocupada, quedando con Sam un poco. Ya sabes...

Anaju despertó de su cansancio ante la mención de la rubia. Llevaba dos semanas sin saber nada de la chica, concretamente desde aquel día en la discoteca,y mentiría si dijera que no había extrañado su presencia. Ahora que parecía que iban a llevarse bien le daba coraje que desapareciese como por arte de magia. Iba a preguntarle por ella pero Eva le contestó.

-Tiene que entregar un proyecto y está liadísima. Ni siquiera tiene tiempo para mí_bromeó soltando una risilla.

-Ya decía yo que no aparecía por aquí.

- La echas de menos eh. Y eso que al principio no te caía bien_Eva sonrió pícara dándole un codazo juguetón.

- No lo voy a negar_replicó encogiéndose de hombros. Tampoco había razón alguna para hacerlo.

- La hará ilusión saberlo. Habla más de ti de lo que crees.

Miró a Eva sin poder ocultar su sorpresa. ¿Era tema de conversación de Samantha? Sin duda eso no se lo esperaba, pero le agradó escucharlo. Al fin y al cabo, se podían convertir en buenas amigas.

- Me atrevería a decir que le has gustado Anaju_soltó Eva sin tapujos. Los latidos del corazón de Anaju se dispararon_ Y estás con su hermano pequeño. No es por ser mala pero me parece una situación graciosa.

- B-bueno..._dijo torpemente sin saber muy bien qué responder. No sabía cómo tomarse todo aquello_Seguramente son imaginaciones tuyas Evita.

¿Pero eran realmente imaginaciones suyas? Si Eva, que la conocía bien, decía eso... por algo debía ser.

...

Bruno escupió el cafe al escuchar la primicia. Miró estupefacto a Mai, la cual sonrió ampliamente sin parecer sorprendida.

- No era difícil de deducir en realidad_dijo la del flequillo_ En la fiesta estaba celosa de Hugo. Se veía de lejos.

¿Qué? No le cabía en la cabeza. Samantha no tenía ningún interés posible, si hasta hace unos días no se soportaban. Era una locura, y sin embargo, una parte de ella quería creer que así era.

- Pero si reaccionó genial luego cuando hablé con ella_replicó recordando la conversación en el banco_Es disparatado pensarlo Mai.

- ¿Y qué esperabas que te dijera? Oye, me pones un huevo. Manda a mi hermano a tomar por culo y nos enrollamos_rebatió su amiga imitando el tono profundo y contundente de Sam.

- A ver, no dudo que Samantha se haya fijado en Anaju_intervino Bruno que había logrado salir de su estado de shock_Pero de ahí a que le guste, hay un trecho muy grande Mai.

Anaju asintió concorde con su amigo.

- ¿Qué pasa? ¿Tan malo es que le gustes a Samantha?_Mai alternó la vista entre ambos esperando una respuesta.

Se quedó muda. ¿Era malo? ¿O más bien se quería empeñar en que lo era?

- Sería raro_Anaju se removió en el sofá sintiéndose incómoda_ Teniendo en cuenta que seguramente la vea muy a menudo y yo me esté liando cada dos por tres con su hermano.

- Bueno, pero eso no es algo de lo que tú tengas culpa. Cuando Rafa..._se detuvo de repente sabiendo que podía estar metiéndose en terreno pantanoso_cuando le gustaste, le dejaste claro que no querías nada. Y mira, sois coleguísimas ahora.

Anaju asintió pensativa. Aún se acordaba de aquella noche, casi dos años atrás, cuando el chico de pelo rizado se le declaró con una canción tonta y un paquete de palomitas gigante. Fue bastante cuadro la verdad, aunque tuvo su punto romántico. Rafa era un chico de diez, siempre alegre y positivo, y seguramente la hubiera hecho muy feliz. Pero ella no podía elegir de quien se enamoraba, y a él no lo veía más que como un hermano.

-Tienes toda la razón. Además, ¿la habéis visto? Con lo guapa que es no creo que tenga problema en buscarse pareja_razonó con resolución.

Bruno soltó una carcajada que hizo mirarlo a ambas.

-Me acuerdo de cuando la intentamos juntar con un amigo que teníamos en común Hugo y yo. Fue un desastre_dijo entre risas_ Es que Flavio... menos sangre en el cuerpo no podía tener y ella con lo directa que va por la vida pues, fue como un choque de agua y aceite.

-Espera... ¿estás hablando de Flavio el de las gafas? ¿Flavio el de la voz que da orgasmos?_casi gritó Anaju sorprendida_No me lo puedo creer Bru. ¡Si son el Ying y el Yang!

Empezó a reírse contagiando a los otros dos. No conocía mucho al chico pero si lo suficiente para saber que con lo tímido que era no sería capaz siquiera de articular una sola palabra delante de la imponente Samantha. Se imaginaba la situación y le parecía ridícula.

- Es una pena Anaju, creo que vosotras dos harías súper buena pareja. Así como mucho girl power_Mai la miró con una sonrisa emocionada_ Hugo me cae bien, pero lo veo muy niño para ti.

Nunca lo había pensado realmente. Hugo era tres años más pequeño que ella pero parecía que se llevaban bastante más. Mientras que ella era la persona más madura del mundo, él vivía cada cosa como un niño pequeño y, a veces, eso chocaba entre ambos. En eso podía estar de acuerdo con su mejor amiga pero en lo de Samantha tenía que discrepar, se aguantaban e incluso podían llegar a ser amigas pero todo lo que fuera a más acabaría en desastre. No se imaginaba conviviendo con ella de manera estrecha.

- Sam y yo no duraríamos ni una semana.

Y por una vez, para su pesar, sintió que decía la completa verdad tal y como la pensaba.

Porque agua y aceite estaban destinados a chocar siempre.

Destiny Where stories live. Discover now