Tras encontrarse agitado por lo ya ocurrido aún, él estaba acostado de espaldas, Diana se trepó encima de él, besaba su espalda, besaba su cuello, estrujaba su cara contra él, como una gatita con su dueño, aquel era un lindo momento entre ambos. Ambos solo se reían pícaramente, jugaban entre las sábanas, se tocaban, se buscaban. Ella pensaba :'' para ser de un jovencito en sus veinte está demasiado bien, quizás lo haga uno de mis juguetes por un tiempo. El pesaba :'' no me sorprende de una mujer de esi edad, quizá nos divirtamos varias veces más.
Después de juegos, preámbulos y más, él ya estaba listo para el segundo round, por lo que empezó a acariciarla suavemente, la besó, la subió encima de él, sujetaba sus nalgas con fuerza mientras ambos se besaban, de un momento a otro, comenzó a juguetear con aquellos pezones nuevamente sin parar, ahora los saboreaba cual caramelo, se apegaba a ellos para subsistir cual bebé pegado de su madre. Ella lo gozaba pues le gustaba el juego de lengua, pezones y piercings, jadeaba de placer, inclinaba su cabeza para atrás mientras él continuaba. Cuando todo esto tomaba su lugar, ella sentía que había algo entre sus piernas que se ponía duro, era su amiguito buscando su anhelada caverna. El le dice algo a los oídos, esto provoca que ella tome distancia, abra las piernas, se masturbe ante él mirándolo de la manera más lujuriosa en que se puede mirar, ella disfrutaba aquel espectáculo, entraba, movía, sacaba sus dedos todos húmedos de placer mientras gemía como la puta que era, él le indicó que se subiera a él de espaldas, al parecer su plan era penetrarla mientras ella cabalgaba de espalda, luego, cuando ella iba a introducir su miembro en su sexo, el la detuvo diciendo :'' oh no, aquí quien guía soy yo'' luego de esto procedió a lentamente introducirse por el recto de ella mientras gritaba de placer, ella en un acto de desesperación, lo introdujo completamente dentro de ella, cabalgaba lentamente de espaldas, él sentía lo caliente, lo apretado, lo suave, lo húmedo que se de aquel esfinter. El aprovechaba la posición para abrirse en la cama y nalgearla, le gritaba cosas sucias mientras ella miraba por encima de sus hombros mordiéndose los labios diciendo :'' sí mi amo, soy tu putita'' ' 'soy tu perrita' '¡¡has lo que quieras conmigo!!! Cada vez cabalgaba más rápido, más salvaje, ella apretaba inconscientemente, eso hacía que el enloqueciera arrojando varios gemidos, esto a su vez la excitaba más, ella decidió aumentar el placer al estimularse el clit durante su cabalgadura sobre él, sus gemidos se escuchaban por toda la habitación, se escuchan sus nalgas colisionando con la pelvis de él, sus pechos bamboleaban al compás del sexo, un líquido se escurría desde su cueva divina, las miradas intensas por encima de los hombros ahora son acompañadas de gemidos agudos mientras se muerde los labios diciendo :'' '' ahí viene ''!!! ¡¡Es tuya mi amo!! ¡¡Tómala!! ¡¡Tómala!!! ¡¡Toda para ti!! Ya sea por sincronía, magia o lo que sea, esto lo animó, sentía el cosquilleo indicando que ya se acercaba su clímax, el decía entre dientes :'' ahí viene perrita, ganatela, toma tu premio perrita insolente'', ella réplicaba :'' ¡¡damela mi amo!! ¡¡Damela!!! Ambos gritando como locos al llegar aquel momento, ella casi se cae encima de él, solo veía aquel néctar recorrer su vagina, sentía como todo se recto estaba lleno de aquel líquido caliente, pegajoso, delicioso, ambos sólo jadeaban al momento, tomaban el aliento se sujetaban fuertemente para no dejarse ir... ¿Que era todo eso? ¿Cómo fue posible qué..??
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El castigo Anhelado
Short StoryUna visita esperada por Diana durante un mucho tiempo, un jovencito perverso más soledad para ambos, estos son los elementos para el castigo tan anhelado, las apariencias pueden engañar así que no te confíes de ella, placer inesperado es lo que grit...