— ¿Ya estás, pelos de mierda?
— ¡Bajoo!
Kirishima está francamente decepcionado.
Es Jueves, han pasado exactamente cuatro días desde aquel extraño día en que sus "yo's" de otro tiempo (¿o realidad? Él había oído que Aizawa había mencionado algo de realidad.) vinieron. Cuatro días en que él había imaginado pasarla veinticuatro horas pegado a su versión futurista para hablar por horas de lo que sería su vida en diez años.
¿Por qué de dejó crecer el cabello? ¿Con quién se casó? ¿Ya tiene su propia agencia? Ah, y que también le de algún plano de las refacciones de su traje, ¡se veían increíbles! Kirishima tenía pensado muchas cosas que podía preguntar, después de todo, ese otro Kirishima del futuro ya había vivido más que él... ¡tal vez le podría advertir de cosas vergonzosas que no quisiera volver a vivir o algo por el estilo! Así como una clásica película de ficción, aunque en esas películas el tiempo se destruía con el mínimo cambio al pasado por un efecto... ¿libélula? ¿mariposa? Sí, que era mariposa.
Bueno, pero habían muchos factores. Bakugou le dijo que ellos más que venir del futuro venían de otra realidad, y que por eso su llegada no había afectado en nada (según él si fuera así ya habrían explotado) y por eso Kirishima había confiado en poder hablar de más con su otro yo. Sin embargo esto no fue así, porque los adultos parecían desaparecer cuando él estaba libre.
¿En sus cuartos? Vacío.
¿En el edificio? No están tampoco.
¿Entrenamiento? Ya se fueron a descansar.
¿Que sí están en la UA? No, salieron a comer porque seguían odiando tener que cocinar. (¡No se vale!)
En todo ese tiempo, en esas 80 horas (en realidad eran más, pero a Kirishima le daba mucha flojera multiplicar veinticuatro por cuatro así que lo hizo por veinte) se podían hacer grandes cosas... ¡pero ninguna si es que no aparecían ellos! Los había visto de reojo cuando él estaba en clases o cuando Aizawa hablaba con ellos, y aún así no había podido tener una conversación clara. Vamos, ¡que tenía una curiosidad que necesitaba ser saciada! ¿Y quién no la tendría?
Claro, a excepción de Bakugou.
Él había pasado los cuatro días ignorando la presencia de ambos, como si nunca hubiera pasado. Hasta veía a sus compañeros de clase más emocionados por verlos que él. Bakugou nunca fue fan de las cosas nuevas y extravagantes, además, parecía que se había caído mal a sí mismo. Qué novedad. Pensó entre risas y mientras bajaba las escaleras. Bakugou estaba ahí, lo miraba con el ceño fruncido.
— ¿De qué te ríes? —Pregunta el rubio con ligera duda en su voz. Kirishima solo niega con la cabeza mientras le resta importancia.
—No es nada. —Dice. —Solo recordé algo gracioso que me dijo Kaminari antier. —Cuando está al lado de Bakugou el rubio no se queda quieto y ambos empiezan a caminar en dirección a los salones de entrenamientos. Un Jueves, como todas las semanas, era tarde de ejercicios con su mejor amigo.
— ¿Algún chiste idiota que tu cabeza recién procesa? —Bakugou mira a Kirishima con una sonrisa de medio lado.
El pelirrojo hace muecas aniñadas en forma de berrinche. —Sí, lo que digas. —Musita empujándolo ligeramente, de manera amistosa. Bakugou lo mira y hace lo mismo, con la misma fuerza. Ambos están en camino a los campos de entrenamientos con una sonrisa pequeña.
El camino no es largo, y la concentración de ambos se va con el sonido que sale del mismo edificio. Se supone que las paredes del mismo están protegidas para que no salgan demasiados ruidos fuertes, por eso ambos se sorprenden cuando las explosiones y destrozos que hacen temblar el piso salen de ahí.
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Atrapado |KIRIBAKU
FanfictionBakugou y Kirishima son transportados al pasado por el quirk de un villano, llegando a la época en donde aun estudiaban en la UA y ni siquiera eran pareja. Ellos sabían que aquello pasaría en cualquier momento, pues de hecho, vivieron en su pasado l...