Capítulo 4

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Desperté por el odioso sonido que provenía de mi móvil.

Harper me estaba hablando por WhatsApp.

Harper
7:30  Hola        
7:40  ¿Charlotte?
7:53  Heeeeey
8:00 Hey Charlotte, ¿estás ahí?

Yo
8:01 Hey Har, ¿qué pasa?

Harper
8:01 Hoy no iré al instituto, me encuentro mal :(

Yo
8:02 Ves como deberías haberte tomado la pastilla.
8:02 Mejorate! Luego me pasaré a visitarte...

Harper
8:03 De acuerdo, gracias. Ah por cierto si te
acabas de levantar, te recuerdo que los
martes entramos media hora antes y te quedan veinte minutos....

Yo
8:05 ¡Ahh! Es verdad, me voy a vestir, adiós :/
Por cierto otro día avisame antes que no vendrás, ahora me tendré que ir caminando :c

Harper
8:06 Te he enviado muchos mensajes, no es mi culpa que te cueste tanto despertarte.
¡Ves a vestirte que llegarás tarde!

Yo
8:06 Voooooy :p

Abrí mi armario y elegí la ropa que me iba a poner. Me vestí rápido y aplique un poco de rubor y corrector en mi cara ya que no quiero estar como un zombie. Agarré mi bolso y bajé  las escaleras corriendo. Mamá estaba en la cocina preparando el desayuno.

- Mamá, ¡¿por qué no me has despertado?!-dije alterada.

- ¿Pero no entrabas a la misma hora de siempre?-dijo sorprendida.

- No, los martes entro media hora antes ¿recuerdas?

- Lo siento cariño, no me acordé ya que normalmente sueles ponerte la alarma- hizo una mueca mientras colocaba unas cuantas tostadas en la mesa.

- Lo sé, lo sé pero esta vez se me ha olvidado.

- Y... ¿Harper no te vendrá a buscar?- preguntó.

- No, esta enferma así que tendré que irme caminando-hice una mueca- envuélveme las tostadas en papel de aluminio que me las comeré por el camino.

- Pero si aún te quedan veinte minutos...

- Ya, pero yo tardo un poco mas de un cuarto de hora en llegar y para colmo me toca con el profesor Tyler...

- Pues entonces vete ya-dijo agarrando su cartera- como hoy estaré prácticamente todo el día fuera de casa te doy dinero y te compras algo por ahí.

- Esta bien-le di un beso- ¡hasta luego!- salí por la puerta.

Mientras caminaba por las calles de Londres, con el iPhone en mis manos mientras escuchaba música fije la vista al cielo, sonreí al ver que estaba despejado.
Observaba a los niños y niñas agarrando la mano de sus padres y eso me recordó a los viejos tiempos cuando yo era pequeña y mis padres estaban juntos.

Mi papá Frederick Hudson falleció hace seis años a causa de un accidente automovilístico, recuerdo perfectamente aquel día, mamá acababa de recogerme de clases de natación y nos dirigíamos a casa de la abuela ya que era su cumpleaños. Papá llegaría más tarde ya que su trabajo estaba bastante lejos de donde quedaba la casa de la abuela. Mientras mamá y la abuela preparaban la mesa yo estaba jugando con mis muñecas, de un momento a otro a mamá recibió una llamada. Pude ver como su rostro se tornaba de un color pálido casi llegando a tocar el blanco, sabia que algo iba mal ya que a mamá le comenzaron caer lágrimas por las mejillas, la abuela dejo caer un plato mientras le gritaba a mamá que qué le pasaba. Recuerdo que ese día fue el más triste de mi vida, aún puedo recordar lo que me dijo papá aquel día, antes de la competición de natación. Como yo estaba muy nerviosa mamá decidió llamar a papá para que me de ánimos y el me dijo "cariño ganes o pierdas para mí siempre serás una campeona". Suspiré y centre mis pensamientos en otra cosa. Miré mi reloj y tenía cinco minutos para llegar, corrí todo lo que pude. Y estando a una cuadra del instituto sonó el timbre, sabía que era inútil intentar correr de nuevo así que decidí ir caminando.

[...]

Cuando llegué, todos estaban ya en la clase, sabía que el profesor no me iba a dejar entrar, pero no perdía nada por intentarlo así que toqué la puerta. Vi como el Tyler dejó de hablar para abrirme la puerta.

- ¿Que le ha pasado señorita?-dijo malhumorado.

- Pues... que mi despertador no ha sonado.

- ¿Alguna excusa mejor?- levantó una ceja.

- No- bajé la cabeza.

- Ya sabes lo que toca ¿no?- me señaló el pasillo.

- Si -murmuré.

Estúpido. Lo odio.

Me senté en el pasillo, agarré mi móvil y me coloqué los cascos, comenzó a sonar Ed Sheeran. Cerré los ojos y al abrirlos me encontré a Robert observándome con un poco de gracia. Enseguida mis colores salieron a la luz.

- Hey Charlotte, ¿que pasa?- me miraba con sus penetrantes ojos azules- perdón por no haberte dicho algo es que parecías estar bastante concentrada en la canción- se encogió de hombros.

Por un momento pensé que mi voz no saldría.

- El profesor no me ha dejado entrar por llegar unos minutos tarde- bufé.

- ¿Enserio?- dijo sorprendido.

- Si.

- Osea que a mí tampoco me dejará -me miró mientras yo le negaba-entonces ¿la carrera que he hecho desde mi casa hasta aquí ha sido en vano?-dijo indignado con un poco de gracia.

- Me temo que sí- sonreí.

Me fijé en que sus mejillas tenían un suave color rosa y que por su frente rodaban unas gotas de sudor, así que eso demostraba que había venido corriendo desde su casa. Sonreí ante el pensamiento de verle corriendo desesperado por las calles de Londres.

- ¿Puedo sentarme?-preguntó algo tímido.

- Por supuesto- sonreí.

Pasaron unos minutos y como ninguno de los dos decía nada me puse a escuchar música.

- ¿Qué escuchas?- mordió su labio.

Sinceramente estoy empezando a amar ese gesto.

- Ed Sheeran - conteste después de unos segundos ya que me había quedado completamente hipnotizada por aquel gesto.

- Oh, eso está bien, ¿p-puedo escuchar?

- Claro, ten - le di un auricular.

- Gracias - sonrió.

Robert y yo estábamos recostados en la pared que daba a nuestra aula, le mire de reojo, parece estar bastante relajado comparado con ayer que se le veía un poco tenso. Supongo que como era su primer día estaba un poco nervioso y tal. Mi vista bajó a sus labios, estaba tarareando la canción, me encanta la forma en la que lo hace, es muy adorable.

¡Olvídalo Charlotte, nunca se fijaría en ti!

Me pilló mirándole de reojo, enseguida desvíe la vista hacia cualquier lugar del pasillo, no lo miré pero estoy segura de que había sonreído.

El sonido del timbre me sacó de aquel momento tan incómodo, mientras los alumnos salían de las clases, Robert me ayudó a ponerme en pie.

- Buena música, espero repetirlo- me guiñó el ojo- no vemos.

- Adiós- sonreí como una tonta.

Me dirigí hacia la clase de literatura.

One part of me ➳ l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora