La felicidad al alcance de un Tanzen

Bicho del demonio

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El olor de las feromonas de Zenitsu estaba lleno de pánico, podía olerlo desde el otro lado de la finca en la que se hospedaban por el momento.

Tanjirō que estaba en la cocina ayudando con el almuerzo dejó lo que estaba haciendo cuando el olor de conocidas lágrimas saladas golpeó su sentido del olfato para correr hasta donde el rubio estaba, algo o alguien provocó el llanto de su pareja y eso su lobo interno no lo permitiría.

Con firmeza y sus feromonas desplegadas en actitud defensiva deslizó la puerta corrediza encontrando a Inosuke espadas en mano y a Zenitsu tirado en el piso cubriéndose la cara con ambas manos mientras gritaba y lloraba.

—¡Inosuke! ¿Qué le hiciste ahora?

—¡Haaa!  ¡Yo acabo de llegar, no le hice nada a Monitsu!

Por el olor de su amigo sabia que decía la verdad pero debido a que hace tan solo a menos de una semana había marcado al rubio su lobo interno sentía la necesidad en cuidar en sobremanera a su pareja hasta que el lazo fuera estable, lo cual pasaría hasta dentro de una semana más.

—Entonces ¿Qué le pasó?

—Tan… Tanjirō—la débil voz del sucesor del aliento del trueno se escuchó temerosa — Un monstruo horrible… una cucaracha en la habitación.

El pelirrojo suspiró con alivio en lo que el chico con cabeza de jabalí bufaba molesto. Ok, no era algo grave solo tenía que encontrar al bicho, se escuchaba fácil pero sabía que no lo sería cuando miró a la cucaracha caminar por el suave cabello rubio del chico.

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Hola, soy yo de nuevo, no hice el día tres porque no se me ocurrió nada que no fuera dramático y corto, recuerden que este es un lugar seguro de angst.

¿Acaso no odian cuando una cucaracha cae en su cabeza o cara y caminan por ahí? ¿Acaso hicimos algo malo para que nos ocurriera?

Es mi primera vez escribiendo algo omegaverse por lo que parece solo una referencia.

Me voy.
Besos con conejos.
Mal
❤️