Natación

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Natación

Jen acompaño a Hannah a una cafetería, la noche pasada, alguien la había hecho llorar. Tuvo 27 llamadas perdidas en total mientras estaba dormida.

Aunque hubiera sido bastante bueno para Hannah que respondiera, Jen había agradecido no hacerlo, hubiese sido incomodo ese lapso de tiempo que se ocupaba para decir algo consolador, Jen no era nada buena en eso.

—Está en secundaria ¡en secundaria!, me cambio por una de secundaria, carajo.

Jen mordió la pajilla de su batido tratando de mostrar interés en la plática. Habían hablado de esto una y otra vez, solo que siempre era de distinto chico. ¿Qué esperaba Hannah al salir con alguien seis años mayor?

—Necesito vengarme.

—No — intervino Jen —, déjalo así, sabemos cómo termina esto.

—Es un pedófilo.

—Sí, pero ese no es nuestro problema.

— ¡Estoy tan enojada! —vociferó Hannah, extendiendo sus brazos en lo largo de la mesa, junto a su cara —. ¿Cómo es posible? Siempre fallo.

— ¿En conseguir pareja?

— ¿No te pone mal a ti?

—No. No comprendo por qué crees necesitar una.

—Jenni, ¿no te emociona la idea de abrazarte con alguien, salidas casuales, tener con quien acariciarte, besarte, desbordar de amor?

—No. Además, no creo que sea así totalmente.

—No sé qué tipo de amor has visto tú, pero el que yo veo, el que yo deseo, es todo lo que un ser humano anhela. Y lo voy a buscar, tengo que tenerlo, mientras sea joven.

— ¿No has escuchado eso de no tener que forzar nada? No tienes prisa por ser novia del primero que se te cruce.

—Deseo enamorarme, es enserio. ¿Tú no deseas estar con la persona que te gusta? ¿Qué no quisieras que solo te mirara a ti?

Jen se perdió en sus pensamientos, Maya apareció en ellos.

—Ya sé que dirás que no te gusta nadie, pero sé que me engañas. Jen, no tienes que decírmelo, pero yo lo sé, ¡estas enamorada de alguien!

—No estoy enamorada de nadie.

—No tienes que decir quién es. No se lo diré a Dylan —Hannah ensancho una sonrisa de lado a lado —, pero sea quien sea ese chico, le gustaras de vuelta, lo juro.

— ¿Tu argumento para eso es...?

—Así que si hay alguien.

—Hannah...

—No tienes que decir si es verdad ¡tranquila! Solo quiero saber, ¿Qué te detiene?

— ¿De qué?

— ¡Jen! Vamos, estoy tratando de ser lo menos directa posible y al mismo tiempo decirte que ¡¿Por qué no estas tratando de estar con esa persona!?

A Jen no le gustaba que usara ese tipo de voz, como si fuera una niña pequeña y chiflada.

—En primera, ¿a qué se debe este cuestionamiento? Y en segunda, ¿Por qué crees que me gusta alguien?

—Okay, no quería decirte eso porque te ibas a cabrear, pero ya que insistes —puso sus manos en su mentón —, encontré tu comentario en una página de música de arctic monkeys donde decías tu experiencia propia con un amor no correspondido. Hablaremos de eso ahora pero, tengo a alguien en la mira.

El Verano En El Que Te Conocí [VOL.1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora