Frances's P.O.V
Caminaba aun con las vestimentas de la ceremonia por todo el largo y majestuoso pasillo del olimpo, tal parece, de esta como un tallo desprendía hojas y estas eran habitaciones, habitaciones de los dioses olímpicos.
Siendo guiada por la diosa del amor hasta mis futuros aposentos.
La de belleza excepcional mientras caminaba deslumbrante con su vestido de telas rosas parece pensar profundamente, quizás estaba preguntándose como fue que una adolescente puede tener el trono de la sabiduría.
Afrodita paro frente a una puerta dorada, como las demás, pero suponía y esa era la respectiva.
La morada de mi difunta madre no se veía humilde,sin embargo, yo sabia que era así. Las paredes eran de mármol, el techo era adornado por el retrato de ella, la cama era de oro y el colchón y sabanas eran de seda dorada, y tan suave que casi podía saborear lo inalcanzable, había una biblioteca enorme del lado izquierdo al entrar, del lado derecho el armario por donde Afrodita tomo un traje blanco y liviano antes de apoyarse en la pared y juguetear con la tecla colgante del techo que cubría la cama.
Solté un suspiro mientras dejaba de lado mi asombro ante todo lo que me rodeaba ahora.
Pensé ¿Esto realmente está pasando? Me di un pellizco en el ante brazo para asegurarme.
— ¡Au!— exclamé, lo hice tan fuerte que llegue a dejarme rojo el antebrazo.
Escuché una risa divertida detrás mio.
— Aun te falta aceptar que ahora eres una de los Dioses olímpicos — dijo tomando asiento a lado mio y curando mi antebrazo— y que un pellizco no es suficiente prueba para saber que no estas soñando— dijo una vez que mi brazo había sanado.
— Gracias— dije tranquila mientras sonreía.
— No tienes que agradecer— levanto su mirada a la entrada del aposento—Tú, tienes algo que ningún otro Dios tiene, el cariño excepcional de Zeus bajo tus pies, es un gran privilegio.— Dijo mirándome a los ojos— Pero también algo de lo que debes de protegerte, otros dioses claman por ese puesto tan alto que no dudarían en buscar la manera de quitarte tu inmortalidad.— Sus ojos reflejaban miedo y también compasión.
Ella cambio su expresión de un momento a otro, ahora parecía haber recordado algo importante — ¡Ahg, demonios! ¿Como pude olvidar lo?
— ¿Olvidar que?— pregunté.
— Tus ojos.
— ¿Que pasa con mis ojos?
— No son realmente así.
— ¿Así como?— pregunté asustada.
— ta mátia pou eínai, epistrépste — Dijo unas palabras en griego pasando su mano por sobre mis ojos. Confundida de por aquel suceso mis ojos se cerraron inmediatamente por una sensación de picazón.— Ahora mírate en el espejo.
Intente llegar al espejo de oro que poco recordaba donde estaba, mis ojos aun no se abrían, pero de poco a poco lo hicieron y cuando mi vista se a claro por completo vi lo que eran ahora. Estaba en shock o algo así viendo el reflejo de mis ojos. — ¿Que me hiciste? —pregunté asustada.
Ví el reflejo de afrodita acercarse y tomar mi rostro con sus manos, una de ellas tomaba mi mentón y la otra la acomodo al tamaño de mi mejilla posicionándose en esta — Frances querida, eres una de mis mas grandes creaciones, superando incluso a Andrómeda y a Helena de Troya, tu madre me pidió que no te otorgara de una belleza exagerada, ya que en sus planes tu tenias que mantenerte oculta y en un perfil bajo allá en la tierra, pero no pude resistirlo, si ibas a ser la sucesora al trono de la sabiduría y artes lo representarías incluso con el poder de la seducción—Explico— tú madre anhelaba tener una hija de dotes magníficos y mucho mas altísimos que los que ella tenia, era ridículo lo que pedía tu madre sin la belleza de una Diosa olímpica.— Tomó uno de mis cabellos azabaches— te dote de una belleza que el hombre mortal no podría resistir a negarse a arrodillarse, te dote de los polos opuestos en las ventanas de tus ojos, un ojo de color azul turquesa que representa los mares y la luna, por otra parte el otro ojo de un color miel casi dorado que representa el fuego y el sol.— Rio divertida— Tu madre me reprocho por la belleza de la que te doté, y casi desato toda su ira cuando vio tus ojos, me obligó a que cambie el color de tus ojos.— Aun tenia el casco de mi madre en mi cabeza por lo que la diosa de mi lado la transformo a la corona de antes— No es que no me agrade el casco de guerra pero siento que te queda mejor la corona, y también—chasqueo sus dedos haciendo que mi armadura desapareciera y solo me encontrara en el vestido de detalles dorados nuevamente.— el vestido.— Sonrió— descansa linda, mañana empezaras a aprender el trabajo de tu madre— se expreso antes de desaparecer por la puerta.
Aun no podía creer que mis ojos estuvieron escondidos tras una capa de mentira todo este tiempo, habían tantas cosas que aun me sorprendían.
Me despoje de las telas que me cubrían a ponerme el vestido blanco que afrodita me facilito, también quite de mi cabeza la gran corona que me molestaba desde hace ya un tiempo. Al quitármela sentí un gran alivio, no podía sentirme mas humana que en ese momento.
— Sin embargo, todo esto, el poder, la categoría de diosa, las riquezas, manjares y vida como una deidad no me hacia sentir llena, no me sentía como quería, alegre. Y sabia perfectamente que era ese profundo dolor que mi cuerpo sentía. Peter.
— Aun me sentía como lo peor del mundo por ser quien la quito la vida a esa persona que tanto amé, aun podía sentir la presión de mis manos ejerciendo fuerza en la daga contra su pecho, su ligero peso en mis piernas sosteniéndolo, su respiración lenta y la sangre tibia que poco a poco se enfriaba si como su cuerpo lo hacia mientras lagrimas brotaban de mis ojos.
— Hasta darme cuenta, el recuerdo era tan real que mis recuerdo de las lagrimas se transformó en algo real, y ahora no paraba de llorar. Ahora la cama de seda que me llevaba a lo inalcanzable era fría y húmeda debido a mis lagrimas, aun estando acurrucada entre aquellas sabanas tibias yo sentía un manto de áspero de frialdad sobre mi. Suponía y ese sentimiento de culpa tardaría en sanar.
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Hola amigos/as, ¿que tal van en su cuarentena? Yo en lo personal ando un poquito triste debido a que mañana es mi cumpleaños y pues la cuarentena en mi país es hasta el 4 de mayo así que pues valió madres mi cumpleaños unu y saben algo mas?, que me fui a festejar poquito en la casa de mis abues ya que el toque de queda es hasta las 2:30 así que volvimos apurados y para colmo me olvide mi celular allá y solo podemos ir en carro los martes y miércoles así que tendré que hacer videollamada con mis amigos por la compu la cual por cierto para video llamadas es una mierda, y planeaba hacerlo por mi celu en whatsapp pero ya que.
Espero y me perdonen por no tener un banner en este capitulo, no me dio el tiempo, quizás mañana tenga tiempo, los/as amo.
—🌹🌺Frances🌺🌹
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Pesada es la cabeza que lleva la corona
FanfictionSegunda temporada de -Un cuento no tan de hadas-