Mi nombre es Thomas Castro, tengo 21 años, mi color de pelo es negro como la noche, mi color de ojos son negros como mi pelo, mi cuerpo no está tan formado soy chico de cuerpo así que normalmente suelen molestarme por mi cuerpo, no sólo con agresiones físicas si no también agresiones verbales, eso duele mucho, duelen más los insultos que los golpes, porque los golpes se van pero los insultos quedan, quedan dentro tuyo como si te hubieras clavado una espina muy chica en la planta del píe y que no te la puedas sacar y que el tiempo que camines con ella te va a estar molestando hasta que no te la saques, así es como se sienten los insultos y las agresiones físicas, pero por suerte tengo a mis dos mejores amigas que están para lo que las necesito, las dos son mis pilares para seguir ya que mis papás se divorciaron y cuando cumplí los 18 años, además me fui a vivir solo con ellas y nos distanciamos mucho, aunque fue la mejor decisión que pude tomar.
Jazmín es rubia con ojos marrones, una sonrisa que enamora a cualquiera, tiene 21 años como yo y cómo Lucia pero de Lucia hablo más tarde. Jazmín es una chica muy sencilla, muy dulce, cariñosa y muy sentimental, le afecta la gran cantidad de palabras malas que le puedas decir, por suerte poco a poco está siendo más fuerte.
Lucia tiene el pelo negro como yo con unos ojos verdes y una sonrisa que te agarra un infarto con solo verla, ella no es como Jazmín, ella en cambio es más fría, no le importa decirte las cosas en la cara, no le importa si te lastima o no, ella tiene un lema que es "Prefiero lastimarte con la verdad que hacerte falsas esperanzas con la mentira" y realmente tiene mucha razón en eso, cuando esta borracha le sale parte sentimental pero como salimos los tres juntos también estamos iguales así que terminamos llorando los tres abrazados pero eso es otra historia.
Ahora les voy a contar como son mis próximos días de acá en adelante.
-Thomas ¿Viste mi remera negra?- me dice Lucia.
-No lo sé Lucia dejas toda la ropa tirada por todos, capas que si probas con guardar la ropa cuando está en tu cama ahí la encuentres.- cuando termine de hablar recibí un almohadazo de parte de mi dulce amiga.
-Esta lavándose toda tu ropa que dejaste tirada en el piso.- dice Jazmín mientras iba levantando todo tipo de cosas que se encuentre en el piso.
-Te dije que no pongas a lavar la ropa sin que yo te diga.-
-Pues entonces no dejes nada en el piso porque saben los dos que ropa en el piso ropa que se lava, no me hagan repetir las cosas.-
-Yo no dije nada.- me defendí.
-El otro día te quejaste de que puse a lavar tus pantalones y estuviste sin hablarme por una semana.- contraataco mi dulce amiga.
-Pero estaba limpio.-
-¡Entonces guarden sus cosas!- nos miramos con Lucia y ambos les tiramos los almohadones y empezamos a pelear entre nosotros haciéndonos cosquillas.
-Ya, ya, me tengo que ir a trabajar.- dijo Lucia.
-¿Vas a ver a tu amorcito?- le dijo Jazmín.
-Yo no tengo ningún amorcito ni mucho menos quiero tenerlo, que él tenga falsas expectativas hacia mí es otra cosa.-
-Pero no digas que no te atrae.- levante las cejas y parpadee varias veces hasta que recibí otro almohadazo.-Voy a tener que esconder los almohadones de esta casa, sobre todo por vos.- la señale a Lucia.
-Yo soy toda una nena buena, no hice nada.-
-Ya, anda a trabajar dale.- y así hizo, agarro su bolso nos dio un beso a Jaz y a mí y se fue.
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Un chico diferente.
Teen FictionSoy un chico igual a todos pero tengo gustos un poco diferentes y no todos comprenden lo mismo que yo, pero por suerte tengo a mis dos grandes amigas que me apoyan y ayudan en todo lo que me prepongo.