Un chico diferente.

Capítulo 2

   Con todo mi dolor del mundo me levante a las 5:00 para darme un baño rápido, prepare mi café con leche, agarre unas galletitas y me fui a trabajar, tenía una hora y media de viaje así que hice lo más rápido que pude, me subí al colectivo y como era costumbre no me senté, iba tomando mi café con mis galletitas hasta que una chica me toco el hombro.

-¿Thomas?-

-Sí ¿Vos sos?-

-Soy Adriana, era compañera tuya en la secundaria, era amiga de los chicos que te molestaban.-

-Ah mira, la verdad que no me acuerdo ni me interesa recordar, ahora si no te molesta me tengo que bajar acá.- me faltaban diez cuadras pero no quería estar cerca de ella, así que camine tranquilo porque me faltaban más de media hora para llegar.

-Hola profe ¿Cómo estás?- él es Miguel, mi compañero de trabajo, él es morocho de piel y de pelo, su color de ojos son marrones claros, me gana en la estatura y de cuerpo ya que es más grande por dos años, con él nos decimos los futuros nombres de nuestra carrera, él está estudiando ingeniería mecánica.

-Bien ¿Y vos ingeniero?-

-Todo en orden.-

-Me alegro.-

-¿Cómo te fue en el oral?-

-Me saque un diez.-

-¡Felicitaciones amigo!-

-Gracias.-

-De nada.- cuando estaba por decir algo más alguien me vuelve a tocar el hombro y cuando me doy cuenta era Adriana.

-¿Qué querés?-

-Pedirte unas disculpas, no sé porque te enojaste y no quiero que te sientas mal por mí.-

-Oh muchas gracias, pero ahora tus disculpas no significa nada, el daño no está hecho en el colectivo si no toda mi maldita secundaria por la culpa de tus amigos así que si sos tan amable de irte de mi vista y la próxima vez ahorrarte de que me saludes mucho mejor.- ella me miro y sus ojos estaban llorosos y se fue, ni que hubiera sido tan malo con ella, además yo lloraba todos los días después de clases por su culpa y la de sus amigos.

-¿Por qué fuiste tan malo con ella?-

-Ella junto con sus amigos me hacían bullying cuando estaba en la secundaria.-

-Eso quedo en el pasado profe, no es justo ni sano que vivas de él.-

-Tenés razón pero tampoco es justo que ella siga insistiendo estar conmigo ahora cuando ya superé esa etapa, no es justo que sea amable con ella cuando ella no lo fue nunca conmigo.-

-Pero tampoco es justo que pagues con la misma moneda.-

-Si vos lo decís, ahora vamos a trabajar.- y nos pusimos a sacar las cosas fuera del local, hasta que empezaron a llegar los clientes.

-Profe, te esperan a fuera.- me dice Miguel así que salí con mi libreta.

-Hola chicos ¿Cómo están?- salude a los dos chicos que se sentaron recién.

-Todo en orden ¿Y vos?- me pregunto uno de los chicos.

-Todo bien ¿Saben que van a pedir?-

-Sí, dos café con leche y dos tostados con jamón y tomate.-

-Genial, ya se los traigo.-

-Una pregunta antes.- me dijo el otro chico.

-Si decime.-