Un chico diferente.

Capítulo 11

    Hoy es un nuevo día, hoy es nuevo momento para ir en busca de tus sueños, eso me decía todos los días cuando me levantaba para ir a la secundaria, después los días se hicieron monótonos, los sueños se convirtieron en metas y dejas de creer en los sueños a medida que vas creciendo y que mal que hacemos, ya que cuando crecemos se nos puede hacer un poco más fácil poder cumplirlos, es cuando conseguís un trabajo y obtienes la plata que tanto te hacía falta de chico, pero ¿Qué ironía no? Cuando sos capaz de cumplir todo lo que te quieras es cuando dejas de ser feliz, dejas de soñar, y es cuando ya no le encuentras sentido a tus sueños más que tener un techo donde vivir y un plato de comida para alimentar a tu familia, pero ¿Qué podemos hacer al respecto? Nada, sólo tratar de buscar tu motivación a ser feliz con lo poco o lo mucho que puedas llegar a tener, hoy en día mi motivación es Ivo y nuestro futuro hijo, quiero que él o ella, nazca en su hogar lleno de amor y comodidades, que no le falte nada, quiero que sea feliz, que pueda cumplir todo lo que se proponga y que no abandone sus sueños cómo lo hizo su papá.

   Después de tanto pensar, de tanto reflexionar me di cuenta que se me estaba haciendo tarde para ir a buscar a Ivo así que me cambie rápido y lo pasé a buscar y cuando se subió a la moto me abrazó de atrás y ahí me di cuenta lo mucho que lo había extrañado, cuando llegamos al local me saqué el casco y lo bese, lo bese con tantas ganas, con tanto amor que no le quedó ninguna duda lo mucho que lo amo, una vez que terminamos de besarnos pongo mi frente contra la de él.

-Te amo tanto amor mío y no te das una idea lo feo que es despertarse y no tenerte conmigo.-

-Lo mismo digo mi amor, es horrible despertarme y no tenerte a mi lado, te extrañe tanto.-

-Y yo a vos mi amor, pero hay que aguantar, ah mi amor, no te olvides de hablar con tu hermano a ver si te va a poder cubrir mañana para que puedas acompañar a Marcela al médico.-

-Si mi amor, tenés razón, después hablo con él, también voy a hablar con mi prima.-

-¿Para qué?-

-Para ver si podes ir a su casamiento amor.-

-Bebe, tu familia me va a odiar, tu tío ya lo hace.-

-Pero amor, no quiero ir sin vos.-

-Bueno amor, habla con tu prima y cualquier cosa me avisas ¿Si? Me voy a trabajar que llego tarde, que tengas un hermoso día y no te olvides eso, te amo.- le di otro beso rápido y me fui a la heladería.

   Una vez ahí me di cuenta que no estaba Miguel así que abrí el local como si nada y empecé a hacer mi trabajo, en todo el día no apareció y por suerte no hubo mucha gente, la que hubo fueron todas al paso y supieron entenderme y respetaron mis tiempos, cuando estaba por cerrar apareció el señor Gomes.

-Hola Thomas ¿Cómo estás?-

-Hola señor, muy bien ¿Y usted?-

-Muy bien Thomas, gracias por preguntar ¿Sabes algo de Miguel?-

-No señor, él y yo ya no somos amigos, cada vez que puede me discrimina así que decidí que no me va a importar más de su existencia por eso hoy hice mi trabajo con normalidad, no voy a negar que me hizo falta porque es más complicado solo, pero a él en particular no lo extrañe.-

-¿Te sentís incomodo estando con él?-

-Mientras se mantiene callado no es el problema, el problema es cuando abre la boca, pero ya me acostumbre, además falta poco para que se vaya.-

-Igual creo que ya tomó su decisión de no trabajar más, porque a mí no me llamo ni avisó nada, así que creó yo que no va a venir más.-

-No lo sé señor, pero sólo espero que se comunique con usted así Marcela puede venir a trabajar.-