Por las noches salía a caminar mientras todos dormían. Recorría toda la ciudad, cada espacio, cada parque. Me sentaba en los bancos de hierro oxidado y madera vieja que permanecían iguales desde aquella vez. Aquella vez...
Disfrutaba del momento, de su tranquilidad, de la sensación de paz que causaba. Me encantaba, que la noche fuera mi momento para poder respirar el aire que a mi parecer, estaba más limpio debido a la carencia de autos y los putrefactos y horrorosos humos que expedian. Siempre estiraba los brazos y postraba una pierna encima de la otra, cabeceaba mientras que las criaturas nocturnas paseaban a mi alrededor, divirtiéndose en la penumbra y las sombras de los árboles; tan distraidas que nisiquiera notaban mi presencia en el lugar.
Vagaba sin cesar, caminaba sin cansarme, sonreía mientras nadie veía. Eso me facinaba. Podía hacer de las mías sin que nadie supiera, aunque tal vez nunca hice nada malo.
Me paseaba en los alrededores de aquel recinto, de la que alguna vez fue nuestra guarida; siendo yo el guardián. Recuerdo claramente las primeras que volví al refugio luego de la guerra, como solíamos llamarlo, muy creativo ¿no?, No eramos expertos en nombres creativos, nunca lo fuimos; y nunca fue nuestra prioridad... no en esos tiempos.
Teníamos un toque especial, para identificar quienes eran del grupo y quienes los intrusos, la verdad nos sirvió bastante. Ese simple toque tenía un significado muy sentimental para mi.
Mi primera vez en ese lugar, con Otnemyr siendo libre no fueron las mejores, solo con recordar el sonido de la puerta, ese especial repique, me hacia estallar en lágrimas; traté, intenté incansables veces, nunca reuní el valor para hacerlo. De igual manera, si tocaba, sabía que nadie adentro de la casa escucharía mi llamado.
No me atrevía a entrar, eran muchos recuerdos, demasiados para mi. Muchas cosas por procesar, no estaba seguro si lo soportaría, era muy débil... ¡ja! me sorprende escuchar eso de mi, siempre creí ser el más fuerte del grupo; tal vez los acontecimientos pasados me suavizaron, o puede que nunca haya sido tan fuerte y solo quise deomstrar lo contrario. Aún así, seguía teniendo mi lado fuerte, muy internamente se escondía esa fuerza que me caracterizaba; la busqué, indagué por lo más profundo de mi ser hasta que pude encontrarla.
Entré sin tocar, no me fué tan mal. Lloré menos de lo esperado. Ahora siempre entraba, pero ya no tocaba la puerta.
Me la pasaba día y noche, incansables horas en ese lugar, amaba estar ahí; era mi sitio preferido. Me recordaba a mis tiempos de gloria, siempre creí que había nacido para pelear, recuerdo: desde que tengo memoria mi temperameto ha sido muy fuerte, desahogaba todo eso en peleas... me causaban muchos problemas, aunque no podía decir lo mismo de mis amigos.
Cuando llegaron ellos me redireccionaron, ahora peleaba, pero por una buena causa. Eso me hacía felíz, haber encontrado mi camino me hacía felíz, haber logrado el objetivo me hacía felíz, y estar en el refugio me hacía felíz. Había prometido que nunca desaparecería de aquella casa, esa que me daba tranquilidad; emanaba paz de todas sus rugosas y viejas paredes, y a pesar de estar en guerra, siempre me sentía tan calmado cuando estaba ahí. Después de todo cumplí mi promesa, y jamás dejé de ir.
Tardé un poco más de tiempo en llegar a ese día, fue intencional, tenía miedo de llegar. Sabía lo que iba a pasae ese día, lo había escuchado hace unos días cuando vagaba por los pasillos de la casa; me emocionaba al mismo tiempo, quería saber que iban a decir, aunque mi paso era inseguro, cuando las manecillas del reloj dieran las ocho con veinticinco... supe que tenía que llegar si o si al lugar.
Ya era costumbre, una costumbre que difícilmente se iría. Tomaba las cosas sin pedir permiso, y me derrumbaba en las camas para dormir por segunda vez. Nadie se molestaba, nadie me decía contrario de lo que quería o debía hacer, y mis deseos de mirar a través de las vidriosas ventanas se hacían más fuertes.
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Otnemyr - La Sociedad Secreta de Sagord
FantasyOtnemyr, es el centro de los multiversos y el encargado de velar por la paz de cada uno de ellos, todo ha sido perfecto por años, cada universo vive su propia historia en una paz protegida por Otnemyr, hasta que un experimento cae en manos equivocad...