Sus ojos color café me hechizarón.
Martina.
—rodrigo por el amor de dios te pido que dejes eso, me vas a dejar sola con el enfermo de nuestro viejo?— hable intentando abrir la puerta de su pieza
—rodrigo te pido que no me dejes sola en esta mierda quédate conmigo vamos a salir de esta— rodaron lágrimas por mis mejillas
—cuando vamos a salir de esta martina ¡cuando!— me respondió
—rodrigo abríme y vamos a hablar— apoye mi cabeza en la puerta
—no martina déjame solo porfavor—
—no rodrigo no te voy a dejar solo, no te cortes más porfavor te lo pido, te juro que vamos a salir de esta—
—venis diciéndome lo mismo desde hace tres años, y cada vez te lastima más, nos lastima más, yo te tendría que sacar de esta mierda yo soy el mayor— me abre la puerta
—ro eso no importa nos tenemos el uno al otro—
No dijo nada solo se quedó en silencio por un momento
—martina perdón no te voy a dejar sola, como mamá lo hizo— escuché su voz entrecortada
—prometeme que no te vas a cortar más— lo abracé
—te lo prometo—
—no rompas tu promesa, tengo que ir al café pero porfavor te pido no hagas ninguna estupidez —
—voy a ir con los chicos no te preocupes—
—te amo hermano—
—yo a vos hermanita—
—no te metas en problemas— le di un beso en la frente haciendo puntitas
(.....)
—hola marta, perdóneme tuve un pequeño inconveniente pero en 5 estoy en el cafe—
—hola tini no hay drama pero apurate porque tenemos muchos clientes—
—justo paro el bondi en 5 estoy— corte
Marta es mi jefa trabajo en un café desde que deje la escuela a los 14, tengo 17 y mi mamá nos dejó cuando tenía 5 años, desde entonces mi papá se volvió alcohólico, desde que mi mamá nos dejó mi hermano se ocupó de mi toda mi vida y yo se la debo, por eso trabajo para que un día de estos salgamos de ese infierno que mi papá llama casa.
—hola buenas tardes te pido un café expreso gracias— para que le pintaba no me decía su nombre
—eu para muchacho— y el regreso estaba tapado cual ladron
—no quedó claro lo que pedí señorita?— respondió apoyándose en el mostrador
—primero no se permite estar todo tapado en el café, y segundo tiene que decirme su nombre para ponérselo al café así se lo lleve la camarera— este mismo se sacó la capucha y el pañuelo que le cubría la boca
—disculpeme señorita pero ¿no sabe quién soy?— bajo sus lentes de sol un poco para verme
—ehh no— respondí algo confundida el sonrió y tarareo una canción que no conocía
—bueno, no importa me llamo tomas y quiero con café expreso voy estar en la mesa que está al frente de la tele muchas gracias— se sonrió y giro caminando hacia la mesa.
Que bonita sonrisa tiene.
—mia llevale este café al chico que está en la mesa 6—
—es lindo?— respondio mi mejor amiga
