... te doy mi corazón.
Fandom: El emperador goblin, de Katherine Addison. Un libro maravilloso para quienes gustan de la fantasía, las intrigas y las tramas políticas.
Personajes: Maia Drazhar │ Edrehasivar Zhas: emperador ducentésimo noveno de las Tierras Élficas.
Beshelar, Deret: primer nohecharis de Edrehasivar VII
Tags: Homoerótica; Primer beso; Confesión; Intento de asesinato (mencionado)
Dos días. Acostado bocarriba en el lecho, rodeado por las cortinas, Edrehasivar VII permanecía con los ojos abiertos, fijos en los felinos que adornaban el palio.
Habían sido días complicados, asfixiantes, develando conspiraciones, descubriendo asesinos y cómplices, juzgando... y en medio de todo eso, cada vez que el emperador cerraba los ojos, solo veía una imagen: en su regazo, protegiéndolo, encerrándolo contra el trono, el teniente Beshelar se desangraba.
Tomó aire despacio, llenándose los pulmones, intentando respirar con calma. Se obligó a no voltear la cabeza en dirección a la ventana. Por grandes que fueran sus deseos de comprobar que el teniente seguía allí – sano y salvo – sabía que el mismo Beshelar no aprobaría su debilidad. Y es que no podía permitir que esta debilidad en específico fuera percibida por nadie.
Volvió a tomar aire y bajó los párpados. Se estremeció. Volvió a verlo todo, como si el tiempo hubiese sido detenido, lentamente, en cuadros que se movían de forma antinatural. Vio a Dach'osmer Tethimar abalanzarse sobre él, la daga brillando en su mano. Vio al teniente Beshelar dar un paso al frente, ponerse en medio, cubrirle con su cuerpo. Vio la daga atravesando la tela oscura, entrando en el brazo extendido sobre él. Vio la sangre... y los ojos oscuros de Beshelar alzarse hacia él, como asegurándose de que estaba vivo, de que lo había salvado.
Un jadeo se le escapó y abrió los ojos. Trabajosamente, controló el impulso de incorporarse y saltar fuera del lecho.
Un leve sonido llamó su atención. Un carraspeo. Tomó aire y esperó.
—Serenidad...
Maia cerró los ojos.
—¿Ocurre algo, teniente Beshelar? — inquirió, demasiado cansado para imprimir algún tono de autoridad a su voz.
—Serenidad, ¿no podéis dormir? — inquirió Beshelar.
Maia pestañeó, perplejo por el hecho de que Beshelar hubiese iniciado la conversación. Si hubiese sido Cala o Kiru, Maia no se hubiese sorprendido; pero Beshelar... Beshelar nunca...
—No tenemos sueño — respondió —. Creemos... creo que estoy todavía alterado por... todo lo que ha ocurrido.
Se regañó interiormente por quejarse. Sin embargo, quejarse con Beshelar... parecía natural.
—No debéis preocuparos, Serenidad: Cala y yo... nosotros estamos aquí.
—Lo sé — respondió apresuradamente —. Sé que estáis dispuestos a... sé que no corro peligro con vosotros aquí.
Era la forma más fácil de salir de la situación. Deseó que Beshelar volviera a ser el mismo de siempre. Deseó que volviera a ser silencioso y severo, distante... y así él olvidaría que podía haberse desangrado en su regazo, podía haber muerto allí, sin que él tuviera tiempo de decirle...
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Amor en los tiempos de cuarentena
FanficColección de one-shots de diferentes fandom en los que decidí trabajar durante los escasos días que estuve en casa. Hasta el momento, todos son homoeróticos, así que... por favor, están advertid@s. 1- Pies de Loto (HuaLian; Bendición del Oficial d...