¡Ayuda!

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Frío.

Todo lo que puedo sentir es frío.

Está oscuro, no sé dónde estoy, en cuanto abrí mis ojos me invadió un sentimiento de miedo indescriptible, toqué mi vientre, no hace 3 días que la prueba de sangre dio positivo pero mi primer pensamiento fue saber si el bebé estaba bien.

Algo en mí me dice que no debo estar aquí, necesito salir de dónde sea que estoy. Escucho el viento chocar contra ramas de árboles, sin pensarlo dos veces me incorporo y me doy cuenta de mi precaria vestimenta, una simple bata. A ciegas me bajo de la cama, mis pies tocan la madera del piso, al levantarme cruje, trato de ir hacia una pared o algo que me de estabilidad, me ha empezado a doler la cabeza. 

Empiezo a caminar guiándome por la pared, necesito encontrar una puerta o una ventana, alguna salida, después de lo que pienso yo, recorrer toda la habitación, me encuentro con una ventana de madera, trato de abrirla, puedo escuchar el sonido del viento afuera, pero no logro abrirla, continúo caminando al rededor y por fin encuentro la puerta, es una puerta doble pero está asegurada, necesito salir, el corazón me late demasiado rápido, el miedo me invade cada vez más.

Intento forzar la puerta, al hacerlo se desencaja y aparece una abertura de techo a piso, decido mirar por ese espacio y lo que veo me deja confundida, no hay edificios, no hay más casas, solo un pequeño andén que conecta a más puertas, la casa parece estar rodeada por césped y trepado en una viga logro ver un gato negro. No entiendo nada, qué hago aquí. Estoy lejos de mi hogar, eso seguro. Necesito salir.

Comienzo a pedir auxilio, grito tan fuerte como mi voz lo permite pero nadie acude en mi ayuda, empiezo a llorar, no puedo recordar en qué momento llegué aquí, mis fuerzas me abandonan, ya no sé qué hacer, me siento en el piso y abrigo mis piernas con mis brazos, qué estarán pensando mis padres, deben estar preocupados. En un momento empiezo a sentir algo húmedo debajo de mí, un líquido espeso, mientras me incorporo empiezo a escuchar un llanto al otro lado de la habitación, tiene que ser una broma, es un llanto de bebé, estoy segura de que estoy soñando de nuevo, necesito despertar. 

Intento despertarme como puedo, pero ese condenado llanto se intensifica, puedo escucharlo más cerca, abro y cierro mis ojos, pero nada sucede, sigo a oscuras. De un momento a otro escucho pasos fuera de la habitación, son pasos fuertes, escucho voces, son varios hombres. Me invade el miedo, trato de pensar que solo es un sueño pero no puedo tranquilizarme, escucho como quitan el seguro de la puerta, me aparto rápidamente y la puerta se abre, logro ver luz, mis ojos duelen pero no importa, salgo corriendo de la habitación pero uno de los hombres me toma del cabello y me hace entrar de nuevo, "despertó la pequeña putita, no te vas a ir. Nos costó tanto traerte".

Desperté agitada, el corazón me latía demasiado rápido, miré alrededor y los estantes llenos de libros de Erika me trajeron a la realidad y me llenaron de tranquilidad, hacía días le había dicho a mis padres que me iría unos días con Erika, la excusa... Erika estaba triste por el aniversario de muerte de su madre, la verdadera razón... tengo decisiones que tomar y ni puta idea de por dónde empezar. No he ido a la universidad estos últimos días. Sé que esto me afectará mucho, ya estoy terminando este ciclo pero no tengo cabeza para ver pacientes.

Necesitaba hacer algo con esas pesadillas, dejaron de ser ligeramente temerosas y quitarme el sueño a convertirse en malditos sueños vívidos que no podía controlar. Erika me dice que debo forzarme a despertar, todo es mental y debo tomar control, Janneth me dice que debo encontrar el villano del sueño y matarlo, ella es adicta a los video juegos, lo que no entiende es que nunca logro ver el villano, solo un bebé, no puedo matar un bebé, va en contra de mis principios, aún en mis sueños.

Era la primera vez que soñaba con los hombres de negro, y de verdad no tenía buena pinta. Se sentía tan real que cada vez me daba más miedo ir a la cama, pero al tiempo mi cuerpo estaba exigiendo muchas horas de sueño, estaba físicamente cansada y mentalmente destrozada, decisiones, pesadillas y miedos no podían generar nada bueno. Mis amigas me habían acompañado incondicionalmente, siempre que no estaban en clase estaban aquí tratando de animarme, ninguna había tocado el tema del bebé, me estaban dando mi tiempo.

Decidí despejar mi mente un poco, me bañé con agua caliente durante un buen tiempo, al salir me vestí cómodamente, un pantalón holgado, una camiseta negra y las zapatillas de Erika, me preparé un café bien cargado, no soy fan del café pero soy consciente que me ayuda a tranquilizarme, pone mis pensamientos en calma. Salí a un parque cercano y me senté en el césped, eran las dos de la tarde y todo estaba tranquilo, prendí mi celular, hacía días no lo encendía, inmediatamente empezó a sonar anunciando la llegada de muchos mensajes, vi de quién eran, "Mark".

Nunca he sido buena para mentir, no he hablado con Mark por esa razón, sé que en el momento en que me pregunte qué me pasa, me pondré tan nerviosa y empezaré a llorar, sé que este problema no es solo mío, pero no quiero arruinar su futuro, con una persona basta, él tiene mucho que perder, la beca es lo único que le permite estar alejado de su padre, no puedo quitarle esa independencia. La decisión que tome, será pensando en él y pensando en mí. Mientras pensaba qué hacer, el celular empezó a sonar y como me lo esperaba Mark <3 salió en la pantalla, los nervios me embargaron, no podía seguir ignorándolo, no lo merecía.


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⏰ Última actualización: Apr 12, 2020 ⏰

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