Jimin's Man |Yoonmin|

After

"Después"

Miré a Jin desde el fondo del pasillo. Luke y Dan junto a Hoya estaban sacando el cuerpo de Namjoon, una vez que pude tranquilizar a Yoongi abrimos la puerta para que pudiéramos pedirle a ellos que sacaran a Namjoon. La noticia dejó destrozado a Jin.

Lo vi salir corriendo apenas vio como los chicos salían con su cuerpo en brazos de la oficina de Yoongi, me preocupara que guardara rencor por alguno de los dos. No quería tener problemas con él, era buena persona. Yoongi me tranquilizó sin mucho esfuerzo, me dijo que hablaría con él para calmarlo y explicarle las cosas.

Sentí pena por él, se notaba en demasía que quería a Namjoon y pensé, ¿cómo Namjoon había sido capaz de jugar así con él? Pudo tener un final feliz con él, a su lado. Y sería amado, porque Jin parecía amarlo mucho. ¿Por qué obsesionarse con Yoongi?

—Estaba más tranquilo cuando lo fui a ver —casi dos días habían pasado desde la muerte de Namjoon. Mi hombre quiso darle algo de espacio a Jin para llorar la muerte del hombre que amaba, pero luego de ese tiempo de luto, Yoongi tuvo que hablar con él. Por lo que me dijo, Jin le aseguró que nada de eso afectaría su trabajo.

—¿Crees que sea sincero? —me atreví a preguntar sintiendo los besos de Yoongi subir de mi hombro a mi cuello. En el colchón descansaba un plato de frutas, kiwis y uvas en su mayoría. Comía lentamente de ellos y de vez en cuando, alimentaba a mi hombre.

O Yoongi simplemente me robaba el sabor desde mis labios directamente. Lo sentí acariciar mi pecho desnudo con la yema de sus dedos.

—Jin puede ser muy leal, no dudo de su palabra —asentí con un sonido. La verdad, yo tampoco dudaba de su palabra, y le creía cuando Yoongi me contó que Jin había comprendido sus razones. Me dio pena sólo imaginarlo decepcionándose de pensar que a quien amaba, estaba obsesionado con otra persona.

Yoongi siguió repartiendo besos por toda mi espalda como podía, ambos sólo teníamos ropa interior sentados en la cama comiendo las frutas. Yoongi se calmó después de que cuidé de él, mi hombre tomó tantos besos como pudo de mí cuando terminó de darse una ducha. No me quejé.

—¿Me permites? —murmuró sobre mi oreja sintiendo su mano bajar de mi abdomen hasta más allá abajo. Entendí a lo que se refería, y me sonrojé. Sabía que no estaba cerca de conseguir hacer el amor con Yoongi, pero al menos eso era lo más próximo a ello que hacíamos.

Poniendo el plato de lado en el buró a un costado de la cama dejé que Yoongi se deshiciera de nuestras últimas prendas. Me recostó en la cama dejando unos besos suaves en mis labios donde buscó distraerme de como él abría mis piernas para tener un lugar en ellas. Cuando lo hizo, sentí nuestros cuerpos chocar, y algo más.

Suspiré de sentir a Yoongi contra mí, lo miré con una sonrisa ladina. A veces no quería luchar por más, simplemente disfrutaba de lo que mi hombre me daba. Porque claro que me hacía sentir bien.

Yoongi comenzó a moverse, moviendo sus caderas con ritmo mientras nuestras erecciones se frotaban contra el cuerpo del otro. Lo abracé del cuello y me escondí allí. Me daba pena mirarlo a los ojos mientras hacíamos algo tan sucio bajo mi criterio. Más porque era incapaz de ocultar los sonidos vulgares que me provocaba el placer de sentir nuestros cuerpos restregarse con necesidad.

Sentí sus labios posarse sobre mi frente, cuando al separarse de mi, Yoongi tomó nuestros miembros en su mano para comenzar a masturbarnos. Jadeé, no era nuevo para mí. Yoongi ya lo había hecho antes, pero por Dios que siempre parecía ser la primera vez.

—Te amo —me susurró atrapando mis labios en un beso lento sin darme la oportunidad de responder ante su confesión de amor. Gemí sobre su boca cuando una vez más movió sus caderas haciéndonos rozar miembros. Busqué más fricción de igual manera.