Jimin's Man |Yoonmin|

Final

"Sólo por ti"

—No habías mencionado que estabas casado —Yoongi sonrió. La mujer que había entrado a trabajar como su asistente no había sido lo suficientemente discreta en ocultar sus constantes coqueteos hacia él, coqueteos que claramente Yoongi rechazaba sin darle paso a malas interpretaciones. Recogió los papeles esparcidos por su escritorio ignorando la figura de Yeonsung frente suya.

Yoongi elevó su mano que portaba su anillo de compromiso y el de bodas justo en la cara de ella. La mujer se mordió un labio. Había conseguido entrar al corporativo de Yoongi sin mucho esfuerzo gracias a sus logros educativos, y estuvo feliz. Estaría cerca de un hombre guapo y millonario. La tentación era grande.

—Bueno, nunca me había fijado en eso —esta vez, Yoongi tomó su celular y le mostró su pantalla de bloqueo, que era una foto de Jimin. Lo desbloqueó para que viera que el de fondo de pantalla era la foto del día de su boda con Jimin.

Y antes de que siquiera la mujer pudiera seguir hablando, Yoongi se encargó de dar vuelta a todos los cuadros que estaban en su escritorio. Cuadros que tenían fotos de su familia entera, sus hijos junto a su esposo.

—Todos saben que amo a mi esposo, todos saben quien es. Todos saben que nunca en mi vida le sería infiel —Yeonsung tragó grueso pensando en qué tal vez había llegado al límite de Yoongi—Dejaré pasar todo, si prometes jamás volver a intentarlo y te limitas a lo profesional. De otra manera te despediré, ¿estamos claros?

En ese momento la puerta sonó una sola vez antes de ser abierta. Cosa que se le hizo raro a Yeonsung, la primera instrucción que recibió fue que nunca podría pasar a la oficina de Yoongi si éste no le daba permiso de hacerlo.

—Mi amor, ya tengo listos los papeles para la reunión con Hoseok —escuchó a una suave voz entrar a la oficina. Entonces vio a un hombre de cuerpo estilizado, bonitos labios brillando por el gloss que llevaba y con una preciosa cara angelical acercarse a Yoongi. Tenía unos pantalones crema que hacían justicia a sus piernas bien formadas y trasero redondo, su cabello rubio bien peinado hacia atrás.

Supo que ese debía ser el esposo del señor Lee. Se sintió pequeña a su lado, además de la seguridad con la que se acercó a Yoongi. Y como este dejó que se posara cerca suyo, como nunca había visto a alguien hacerlo.

Jimin sin percatarse de la mujer que estaba sentada, él se subió al escritorio de su esposo esperando a que viera los papeles en los que había trabajado. Pero se dio cuenta de ella cuando al notar los cuadros volteados, vio su tacón.

La miró sin hacer ninguna expresión, sólo la analizó. Sabía que Yoongi había contratado a una asistente personal y suponía que debía ser ella.

Yeonsung supo interpretar la mirada recelosa de Jimin, la estaba echando de la oficina. Se paró sin hacer mucho ruido y murmuró una disculpa para retirarse.

—La asustaste —se rió Yoongi sin despegar sus ojos de los papeles, la unión con la empresa de Hoseok era un tema que habían hablado por unos cuantos meses y ya casi todo estaba listo.

Jimin también rió, abrió sus piernas aún sentado en la madera del escritorio y jaló la corbata de Yoongi para acercarlo. Su Yoongi olía tanto a su perfume que prácticamente fue algo automático quererlo cerca. Le encantaba ese perfume.

Yoongi vio los papeles ser arrebatados de sus manos para luego sentir los labios de su esposo sobre los suyos, sonrió juguetón entre el beso. Se apoyó sobre la orilla del escritorio mientras Jimin se inclinaba hacia atrás. Se besaron tanto como sus respiraciones se lo permitieron. El gloss de Jimin se esparció por los labios de Yoongi, pero no le importó.