Baje a los perros y escuché como jorge hablaba solo.
Tal vez otra pesadilla.
Termine con los perros y los subí al auto.
Desperté a Jorge, quien no parecía pasarla bien.
—¡Diego!—me abrazo.
—¿que sucede?—
—tuve un mal sueño...—dijo avergonzado.
—me di cuenta, ¿y que era?—
—bueno....yo....—
—oh, vamos dime...—
—bueno, soñé con Pablo...—
—amor, tranquilo, el ya ni aparecerá, ya casi es un año—
—exacto, ya casi es un año, Diego....yo quiero decirte que te amo, te amo mucho, pero no me gusta vivir con la intriga de si el se va a aparecer o no—
—Jorge, la vida es así, hay que luchar por permanecer juntos, ahora mas que nunca, que ya vamos por el año—
Lo tomé de la mano.
—tienes razón Diego....—dijo el mirando a otro lado.
—Coqui, te amo y enserio—
—yo también yeyo—
Él volteó a verme con una sonrisa y me beso.
Llegamos a la Rules Beach House.
—¿ya tienes hambre?—le pregunte a Chinos, mientras el estaba en nuestra habitación, desempacando.
—si y un chingo—dijo el.
Sonreí y le di un suave golpe en la cabeza.
Lo jale a mi y le acaricié los chinos.
—¿vamos al super?—
—¿que comeremos?—
—pensaba en unas hamburguesas a la parrilla—
—uf, suena delicioso—
—como tu—dije y me dirigí a atacar su oreja.
—vamos Diego, tengo hambre—
—yo te lleno—
—¿estas de caliente o que?—dijo el separándose.
—solo trato de parecer sexy—dije yo riendo.
—tu ya eres sexy, tal y como eres—dijo el y me beso bruscamente.
Me jalo al auto y conducimos al supermercado.
Donde íbamos a comprar los ingredientes de la comida.
Agarre el carrito y Jorge se quiso subir, como un niño pequeño.
—¡vamos por la carne!—dijo el apuntando la dirección.
—¡vámonos!—
Llegamos y nos quedamos formando.
—oye Diego, tráete unas chelas mijo—
—enseguida—
Me apresuré en ir por una caja de chela para llevar.
Vi a una mujer con un niño pequeño, el se la pasaba colgado de ella, haciendo una rabieta, tras de ella, había un carrito con un bebé que parecía recién nacido.
Que bonito, puede ser que esté frente del pasillo de bebes pero, siento algo raro.
Me acerqué a la mujer con el niño.
Lo mire un poco, el me sonrió.
—¿hola?—
Volteé a ver a la chica.
—hola, ¿que tal todo?—mire al bebé recién nacido.
— se llama Ernesto—
—¿que?—
—mi hijo, es Ernesto—
—que tierno—
— ¿ puedo cargarlo?—
Ella asintió.
—me recuerda a esos pequeños—dije yo.
—¿tienes hijos?, te ves muy joven—
—no, no, mis sobrinos—dije avergonzado.
—¿enserio?—
—si, me gustaría tener uno propio—
—¿tienes pareja?—
—si, la tengo—
—deberías decirle—
—nosotros no podemos tener hijos—
—ustedes, ah, entonces deberían intentar algo mas, hay mil opciones para ustedes, ¿sabes?—
—¿opciones?—
—si—
La mujer me explicó las opciones que teníamos, nunca había pensado en eso.
Pensé que solo era adoptar y que eso era un proceso muy largo y caro.
El proceso de inseminacion artificial es un proceso de nueve meses, con un vientre alquilado, es algo caro y bueno, yo creo que vale la pena.
¿Jorge quiere hijos?.
—si se animan, mi hermana es un experta en este proceso, tome—dijo ella y me dio la tarjeta.
—oh, gracias, bueno, me voy—dije yo viendo a Jorge en el carrito, mirándome.
—bueno, llámala o no—
Me aleje de la mujer.
Me dirigí a Jorge y lo empujé en la fila.
—¿quien era la mujer?—
—oh, nadie, solo me quede hablando con ella—
—¿y el bebé?—
—su hijo, es muy tierno—dije yo.
El me miro extrañado.
—ok, ¿mis chelas?—dijo el riendo.
Se las puse en su carro y le pegue un zape no muy fuerte.
—pinche alcoholico—dije riendo.
—uy, hablo el santo, como si tu no tomarás—dijo el riendo.
—no tanto como tu—
—te recuerdo como llegamos aquí—dijo mirándome y apoyándose frente a frente a mi.
—esa fue una excepción—
Me jalo del cuello y me beso.
Luego volvió a su lugar.
—te amo—dije yo acariciando sus chinos.
—ya cállate y conduce—Dijo el señalando el supermercado.
—no coqui, yo te amo más—dije haciéndome la burla.
El me miro y me saco la lengua.
—y nop, yo te amo más—Dijo el.
Compramos las cosas y nos fuimos a casa.
—prenderé la parrilla—
—yo las hamburguesas—
Me dirigí al área de parrilla y empecé a prepararla.
Luego de un rato subió Jorge con la carne.
La puse en la parrilla y esperamos.
Después de comer nos fuimos a recostar un rato.
—oye Diego—
—¿mm?—dije yo con los ojos cerrados.
—¿aun sigues con hambre?—me susurró a mi oido.
—no, la verdad es que llene—
Sentí cómo se subió encima mío.
—¿Jorge?—
Abrí mis ojos, estaba en bóxer.
—yo no hablaba de ese tipo de hambre Diego—dijo el caminando con sus dedos por mi pecho.
—siempre estoy hambriento de ti—dije yo me apresuré a besarlo.
El empezó a desvestirme mientras yo acariciaba sus chinos.
Baje una mano por su espalda, suavemente, deslizando mi mano por la tela del bóxer, apreté fuerte uno de sus redondos glúteos.
Él soltó un gemido en mi oído.
—Diego....te adoro—
Empecé a besar su cuello, succioné un lugar de su cuello, haciéndole gemir mas fuerte aún.
Los gemidos de Jorge, son la cosa mas excitante del mundo.
—Diego.....¡Diego!—Empezó a gemir.
Baje por su pecho.
••••
Jorge termino recostado en mi pecho, estábamos sudados.
—¿no quieres tomar una ducha?—
—no creo aguantar una ronda mas Diego, enserio—dijo el sonriente.
—no Jorge una de verdad, mal pensado—dije y me reí.
—ay.....¡no es mi culpa!, pensé que te referías a eso—
Lo besé y me lo jalé a la ducha.
Nos bañamos y nos cambiamos, decidimos entrar en el jacuzzi.
—oye Diego—
—¿si amor?—
—¿que haremos mañana?—
—no lo se, ¿que quieres hacer?—
—no Diego, soy yo el que tiene que planear esta cosa, ¿tu que quieres?—
—oh, vamos Jorge, estamos los dos juntos y solos, solo disfruta y déjate llevar—
—esta bien—
Miramos por el balcón, habían niños jugando en él área de la pileta.
—que divertido—
—¿los niños?, siempre los hemos visto—
—si, pero que divertido sería jugar con ellos—
—vamos un rato con ellos y asunto arreglado—dijo el.
Que menso, ¿no sabe que son las indirectas?.
—a ratos me pregunto, eres menso o te haces—
—¿de que hablas Diego?—
—Jorge, llevo tiempo intentando decirte, que quiero tener hijos—
—¿hijos?, Diego, sabes que tu y yo...bueno...¿no podemos tener hijos?—dijo el susurrando.
—si, lo se Jorge, no soy menso—
—ay, ya—dijo el.
—Jorge, lo que trato de decirte, es que quiero tener una familia junto a ti y que vivamos felices—
—¿niños?, bueno...Diego, sabes que el proceso de adopción es algo tardado no?, pueden pasar años—
—Jorge, la mujer del supermercado me dijo que hay más opciones—
—¿"opciones"?—
—si, opciones, como la inseminacion artificial—
—no escuche de ella—
Le expliqué resumidamente de que se trataba.
—pero debe ser algo muy caro, ¿o no?—
—pues si, pero va a ser mas rápido que la adopción—
—¿mas rápido?, Diego, nosotros aun no somos algo estable—
—¿a que te refieres?—Dije algo molesto.
—bueno.....ya sabes—dijo el y señalo su dedo anular.
—¿no te gustaría que nuestros hijos estuviesen presentes en la boda?—