Perfección

Descuido

Ya ha pasado un mes, no logre compartir nada con Diego, estamos muy ocupados.
Quedamos que esta noche nos veríamos en casa temprano.
Y así hicimos.
Llegué y arreglé un poco la casa, luego me arregle a mi, hoy había ido a ver a mi mamá, para ver a mi hermano, Omar, tenía su pie fracturado y no pude verlo después de todo.
Y así.
Al salir de la casa me asuste y pensé que me estaban siguiendo, pero luego me di cuenta que eran cosas mías.
Estaba practicando unos lassos, cuando escuche la puerta abrirse.
—¿Diego?—dije yo al no haber escuchado el ruido del garaje, tal vez no metió el auto.
—¡amor!,¡ya llegue!—escuche una voz ronca, que no era nada parecida a la de Diego.
—¿que?—susurré.
Me dirigí al pasillo y mire a un hombre musculoso, y a otro que parecía ser....Pablo.
Maldita sea.
Si esta es una de las "bromas" de Diego, neta esta sacándome de honda.
—¿Jorge?—preguntó Pablo con esa voz tan odiosa que tiene..
Corrí a mi habitación y me encerré sin hacer bulla.
Empecé a marcarle a Diego, para que viniese.
Pero nada así que llame a la oficina.
Me contestó la secretaria.
Me dijo que estaba en una junta.
Le dije que era urgente, pero luego solo colgó.
Mierda Diego....
¿Ahora que?..
—¡¿Jorge?!,¿estas aquí?—dijo Pablo tocando puertas.
Mierda, si cierro la puerta con seguro sabrá que estoy aquí, pero si la abro corro mucho riesgo.
¿Que hacer?..
Decidí llamar a emergencias, para que vinieran a ayudar.
Me dijeron que lo mandarían tan rápido como pudiesen.
Me senté en la cama, tengo miedo.
Mis brazos y piernas temblaban.
Escuche como algunas cosas caían al piso, mientras me buscaban.
¿Que hago?..
Empecé a llamar a Diego otra vez.
—¿amor?,¿que sucede?, acabo de salirme de una junta—dijo el algo molesto.
—Diego debes venir ya—
—ya se que dije que iría temprano, pero debo asistir a esta última reunión—
—-n-no, no entiendes, Pablo, esta afuera, en el depa—
—¿tuviste una pesadilla Coqui?, tranquilo, no es real, bueno te dejo, te go que entrar, beso, te amo—
Me colgó.
—¡Jorge Anzaldo!—gritó Pablo y yo me revolví en mi lugar.
—¿ahora que?—Dije para mis adentros.
Me levanté y empecé a caminar nervioso sobre un lugar.
Buscando un lugar no muy obvio para esconderse.
Debo salir de la casa.
Podría salir por el balcón, saltar, pero no se como llegar hasta allá esta afuera.
—tu revisa arriba fortachón, solo me falta una habitación por revisar.—
Salte a la puerta y abrí el cerrojo, mientras corrí a la cama y me hice el dormido.
Bien, hagámoslo.
Mi plan es hacer creer que estoy dormido, el vaya a llamar al fortachón y los encierro en la terraza, para después salir por la puerta.
Bien, fácil.
Escuche como la puerta se abrió, me puse nervioso.
Intenté relajarme lo más posible.
Escuche sus pasos dentro la habitación.
Mientras empujaba varias prendas mías del piso.
—vaya....esta durmiendo...—
~~~
Después de la llamada con Jorge me metí rápidamente, estábamos cerrando el trato de un proyecto con un nuevo programa.
No podía estar ausente.
Era importante, este era mas un proyecto mío, que me ofrecieron hacer.
Después de la junta me dirigí a casa.
Donde encontré varias patrullas fuera.
¿Que diablos pasa?.
Me baje lo mas rápido del auto y me dirigí corriendo a la entrada.
Donde un policía me detuvo.
—no puede entrar—
—¡yo vivo aquí!—
—¡déjenlo pasar!—
El hombre me dejo pasar y empecé a correr mientras subía.
Llegué donde estaban todos los policías.
—¿que hace usted aquí?, ¿quien lo ha dejado pasar?—
No logre ver nada, ya que me sacaron.
—¿donde esta el?—dije yo en shock.
—¿donde esta quien señor?—escuche una voz femenina y me sobresalte.
—¿quien eres y donde esta jorge?—
—soy Lucian, parte del equipo, me encargo de calmar a la gente—
—¿donde esta jorge?—
—¿quien es Jorge?, ¿como se llama usted señor?—
—¡Jorge!,¡un chaparro de chinos, delgado y atlético!,¡¿donde esta?!—dije yo muy alterado, agitando a la chica bruscamente.
—no soy capaz de darle aquella información si no es parte de su familia—
—¡soy su prometido!—dije yo al borde de la locura.
—¿usted?—
—s-si.....—
—recibimos una llamada a esta dirección de un hombre joven, que reportaba un allanamiento de morada—
—era el....¿donde esta?—
—desafortunadamente llegamos muy tarde—dijo ella decepcionada.
Mi corazón dejo de latir.
Las lágrimas empezaron a caer.
—¿el....e-el.....m-murió?—dije yo sin creérmelo.
Solo vi como mis ojos se cerraban, todo empezó a dar vueltas, me levanté e intenté caminar, pero caí.
Después no recuerdo más.
....