mamihlapinatapai

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Del yagán. Una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambos desean pero que ninguna se anima a iniciar.

-"Mirarte como sólo nosotras sabemos hacerlo, aquellas miradas con las que podemos decirnos todo sin siquiera hablar"

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Y fue esa mirada la causante de todo, la que sin esfuerzo ni palabras lograba darle un significado a eso que ellas sentían en aquellos momentos.

Mirada que cada día se hacía más frecuente ya que, de manera simultánea, iban creciendo esos sentimientos y deseos.

-¿Cuándo serán revelados éstos?

Pues lamento decirles que, por más que lo hayan deseado y sean tan grandes y evidentes, éstos no hablan explícitamente ni pueden salirse por los ojos.

Aunque ¿quiénes somos para negarlo? Si a esas miradas que habían en sus ojos nada más le faltaban los subtítulos amarillos.

Esa mirada, tal y como un niño de meses, como ese perrito al ver a su dueño llegar y como ese hombre mudo que alguna vez conoció, esa mirada sólo deseaba hablar.

Hablar y gritarle a la persona que tiene en frente lo tanto que la ama, contarle las miles de veces que la chica se quedó en las noches viendo las fotos de la contraria, haciéndose creer que, ese calor en el pecho que sentía, era nada más que cariño y tal vez admiración, contarle sobre aquella vez que se sintió celosa por la manera en que la otra trataba a sus amigas y como pensaba que jamás se le daría la oportunidad de estar con ella, además de recordarle sobre ese primer día que empezaron a hablar más, sobre el bien que causó esa conversación para las dos.

Ambas aguantándose, pero sus miradas no podían hacer lo mismo; si de sus labios no iban a salir sus sentimientos, deberán ser manifestados por esos ojos cafés que tanto veían.

Oh vaya, mirada traviesa, ¿qué acaso fuiste tú la primera en darles esperanzas a las chicas? ¿Has sido tú la que les dio el valor para darse ese beso? ¿Fuiste tú la que les sacaba miles de sonrisas? ¿Fue por ti que pudieron dejar abrir sus emociones? Porque si fuiste tú, se te deben millones de agradecimientos.

Ya que no fue hasta dentro de 46 días que aquellas chicas fueron capaces de hablar, cuando lograron al fin decir todo lo que las mariposas, el calor y esa mirada le gritaban.

Se gustan, sí estaban en lo correcto pero... ¿fue por aquellos tweets o por esa mirada que se lo cantaba?

Mirada que no se fue, mirada que se mantuvo ahí hasta lograr su cometido, el cual le tomó más tiempo, es mucho más difícil iniciar una relación que tan sólo confesarse.

Aun así, esa mirada lo intentó con mucho poder, esta vez con ayuda de ciertos comentarios que le sirvieron para que pudiera darse el paso con mayor seguridad y sin miedo al rechazo.

Muchos pensaron si era necesario eso, por como eran, ya estaba de sobra el formalizar eso que tenían.

¿Qué iban a saber esas miradas vacías lo que era necesario o no? Quisieran ellas darse el tiempo para dejarse enamorar por unos ojos y una sonrisa verdadera.

Ojos con una mirada llena de amor, de admiración y respeto, que veían con pasión el hablar de la otra, mirada que detalla con precisión las facciones de ese rostro perfecto a su ver, que memoriza con destreza cada expresión causada por cada cosa que se le diga; sin embargo, llena de miedo e inseguridades, mirada que no sabía cuán real eran las cosas que percibía pero dejándose llevar y entregándose a la posible masacre que sufriría de no ser lo que esperaba.

Era, sin dudarlo, una mirada intensa y capaz de enamorar a cualquiera que sea lo suficientemente valiente para lidiar con todo lo que ésta le haría sentir.

Dos meses llevaron para que esa fuerte mirada tomara el control de ese corazón, haciéndolo capaz de, en breves palabras, pedir eso que tanto necesitaba establecer.

¡Otro acierto para ellas! las chicas ahora son novias, ¿no les parece increíble todo lo que esos hermosos ojos pueden lograr? ¿Ven lo que se necesita para volver algo impecable?

No es necesario el estereotipo físico, ni romanticismo ni ir muy rápido, no hace falta gritarlo y hacer que todos sepan, eso no vuelve tu amor más fuerte y valioso. Sólo es necesario tiempo, dejar que todo vaya con calma, dejarse conocer y permitirte conocer a la otra persona.

¿De qué valen esas publicaciones si en privado ni siquiera se hablan? ¿Cómo pretenden que alguien los ame si no les importa el bienestar y la felicidad de la otra persona? ¿Para qué quieren entonces estar con esa persona si sus miradas no pueden hablar por si sola?

Las palabras no son necesarias cuando una mirada puede decirte que la estás haciendo feliz.

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