Ella y Helena

ELLA

Ahora, os hablaré de ella.

Ella es testaruda y bastante cabezona. Al principio se acercaba discretamente pero conforme ha ido pasando el tiempo cada vez ha sido más descarada. Nada de discreción, si tenía que llegar lo hacía. Nada de pedir permiso. A veces es bastante maleducada, aunque he de confesar que poco a poco he ido enseñándole algunos modales. El avance es lento, pero puedo sentirme satisfecha.

Respecto a la actuación en escena, es bastante impredecible. Cada vez me sorprende más lo astuta y vivaz que es. Aunque no todo el mérito va a ser para ella... yo también me sorprendo cada día más de cómo llego a conocerla. Ya dije que no es nada sigilosa y que anda por ahí con descaro, pero cuando le prestas verdadera atención entiendes que no es tan complicado. Conocerla bien me ha llevado más tiempo del que pensaba, pero ha merecido la pena. –Aquí abriré un inciso: el tiempo hubiera sido menos si alguien me hubiera guiado. Por dónde empezar, qué saber, cómo tratar con ella... aunque también podría haber sido más-. Esto no es como aprender a tocar un instrumento. Esto no es algo bonito o en lo que todos puedan ayudarte, o al menos eso crees cuando es a ti al que le toca lidiar con ella. Esto es más bien una prueba de vida, a veces una herramienta de destrucción masiva, otro hándicap y tan solo cuando la conviertes en compañera de vida, es una salida.

Pero sigamos hablando sobre ella. Ella pese a todo ha estado ahí en los peores momentos. También en los mejores, pero de esos no hablamos porque sabemos que todo el mundo está en ellos. Cuando alcanzas tus logros, cuando consigues tus objetivos o cuando vas a celebrar tu cumpleaños. Por eso me gusta solo mencionar los peores. Así que me ha acompañado durante todo este tiempo y no recuerdo ni tan sólo un día en los que me haya déjalo sola. En ocasiones se aleja para darme un poco de espacio, pero sé que sigue ahí. Y efectivamente, en cuánto parece que le he perdido el rastro vuelve, y ahí se queda.

Cuando ambas nos llevamos la contraria es muy complicado seguir el ritmo y avanzar, pero después de algunas batallitas volvemos al unísono. Vuelvo a repetirlo, no es fácil. Y si tengo que decir que es lo peor que ha traído consigo, no elegiría su modo tan repentino de irrumpir en mi vida, de las cosas que me privó en los momentos que no correspondía o de las veces que supuso un paso atrás en mi vida. No, nada de eso. Sin duda lo peor era lo que acarreaba con "ELLA".