The mournig [Irondad/Spiderson]

Capítulo 1

Broken.

Parte I:
El atropello contra el mural funesto.

[Posiblemente, haya demasiada información sobre el Derecho Civil, aunque también lo fusione con el Derecho Penal]

◗ 　◗ 　◗ 　

Cuando abre sus ojos, en lo primero que piensa es que no volverá a tener algún cóctel improvisado y que no volverá a intentar impresionar a un par de  ejecutivos inútiles; que solo le quitarón el tiempo. Por qué  al final, los resultados fueron lo mismo, o peor. Piensa tras una molesta punzada en su cabeza, signos de una próxima resaca.

Ignoró por completo la molesta alarma, como también sus ganas de ir al baño.  A la lejanía la bulliciosa Manhattan se hacía presente, dejando muy a la larga la contaminación auditiva de la ciudad, ahora su habitación antes en paz era invadida por los imperceptibles sonidos que desprendía su ventana; algunos cadetes haciendo sus ejercicios matutinos, algunos autos llegando a trabajar y un perro callejero invadiendo la propiedad. Una mañana para nada serena.

Su ventana fue amablemente abierta por su IA, dejando que la fría brisa rosara su rostro; aunque no solo la brisa se estampo con su rostro, si no, también todo el atareado itinerario que tiene para hoy, y solo puede resoplar, porque es lo único que esta a su alcance y lo único que puede permitirse.

“Vaya manera de despertar”. Piensa sin mucho ánimo con su brazo cubriendo uno de sus ojos.

Quedarse en cama no es una opción, por mucho que la desee, una compañia yace sobre su espalda y con una pronta boda, no es exactamente  el tiempo en el que pueda darse ese lujo. Los deberes llegan a el, como flechas a una diana, y quiere gemir de enfado. Piensa que una linda casa en el lago es lo más escensial en estos momentos, perder su fortuna e irse y ser un mecánico. Realmente no le importaría perder todo su dinero, con tal de tener una vida tranquila.

Pero sabe que aquellos sueños no serán.

Resopla, tras las idiocias ideas que su mente lanza.

Se levanta en un salto provocando que todo su mundo girará bruscamente; al instante toma su cabeza y cierra sus ojos, desvaneciendo su vista por un momento. Repara en el punzante dolor en su brazo izquierdo y en su efectiva manera de no tomar su medicamento.

  —Jefe, el señor Ross esta en la línea, exige su contestación.

“Lo que le faltaba”

La estridente vos de FRIDAY, hace eco en su interior provocandole ganas de vomitar por el dolor. Se guarda unos minutos para su salud física y mental, oscilando entre tirarse nuevamente a su cama o irse a duchar e ignorar al Secretario. Aún sabiéndose que en ninguna de sus opciones esta el contestarle, no teme.

  —Amenaza con invadir el complejo.

Vaya manera de arruinar una mañana que no estaba siendo especialmente buena.

  —Bien. Aunque quisiera ver que lo intentara—murmuro —Ponlo en la línea.

Se rinde sin mucho ánimo, dirigiéndose a su ducha, intentando no pensar mucho en como terminara esta linda y agradable conversación.

  —Stark—. la ambigua voz se escucha por todo su cuarto, haciendolo dudar por instinto, sobre aquellas intenciones de su inesperada e irritante llamada.

  —Hey, Secretario—. Saludó, fijando su vista en uno de sus trajes, pensando en cual se le vería mejor: el negro grisáceo o el azul cadete.