♡ Psycho || Changlix ♡

2 | El inicio del caos |

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     Mucho antes de que el día de la tragedia sucediera, todo era distinto. Antes de todo este caos, había paz y amistad, bueno, tal vez esto último no por parte de la mayoría, pero por lo menos había paz y eso era lo importante aquí.

     A decir verdad, todos estaban en completa tranquilidad incluso cuando Felix llegó de Australia, pero todo se complicó de más cuando Changbin y Felix formalizaron su relación, haciendo que cada vez más problemas se apoderaran del ambiente amistoso que todos los chicos llevaban.

     Verán, todo empezó cuando las mamás de Felix: Mina y Chaeyoung, decidieron mandar a su hijo Felix a Corea con sus tíos Felipe y Felicia porque ellas no tendrían tiempo para cuidar de él, ya que al ser unas empresarias exitosas, siempre estarían viajando por el mundo pero sin poder ponerle mucha atención a su hijo.

     Él quería mucho a sus tíos, pero nunca creyó que podría irse a vivir con ellos a un país tan extraño como lo es Corea del Sur, él era muy feliz en Australia y muy en el fondo no quería irse, pero había algo en Felix que lo animaba a irse.

      Los días pasaron lentos y aburridos, empacando y guardando sus pertenencias mientras recordaba todo lo que había vivido en Australia, incluso llegó a soltar una que otra lágrima por la nostalgia que le provocaba vaciar su habitación.

      Así pasó el tiempo hasta que el tan esperado día, llegó. La tía Felicia viajaría de Taka Taka landia (como se refería Felix a Corea) hasta Australia para llevarse a su sobrino con ella.
     —¡Felix! ¡Ya baja tus maletas que tu tía Felicia no tarda en llegar! —gritó su mamá Mina desde la sala—.
     El menor inmediatamente obedeció, bajando todo lo que podía y minutos más tarde, la tía Felicia llegó, tocó el timbre y Felix abrió la puerta.

     —¡Felix, cariño! Es un gusto verte ¡Ay, cómo has crecido! ¿Ya estás listo? —dijo la tía emocionada—.
      »—Sí, tía. Bueno, iré a despedirme de mis madres —dijo Felix e inmediatamente fue a hacer lo que había mencionado—.

     El pequeño Lee Felix se despidió de sus madres con bastantes lágrimas, ya que no sabía cuándo volvería a verlas porque su trabajo era muy demandante en cuestión de tiempo y no sabía si podrían visitarlo algún día, incluso no sabía si volvería a vivir con ellas; eso era lo que más lo ponía triste.

      Terminando la larga y triste despedida, su mamá Chaeyoung lo ayudó a subir las maletas al taxi y en cuanto terminaron, la tía Felicia y Felix se dirigieron al aeropuerto.

     —Felix, cariño. No estés triste, verás que Corea es un lugar muy bonito y podrás tener muchos amigos. ¿Tomaste las clases de coreano que te recomendé? —dijo la mujer tratando de animar a su sobrino—.
     »—Claro, tía. Sólo que a veces me cuesta referirme a unas cosas, pero hice el examen de certificación y tengo un nivel B2.
     »—Bueno, supongo que con eso puedes sobrevivir por ahora, irás aprendiendo una vez que estés allá y tu primo Minho te puede ayudar —finalizó la tía—.