—¿Thomas puedes abrir?Al escuchar ese susurro me levanto de la cama y abro la puerta encontrándome a Mónica solo con una bata anudada en su cuerpo.
—¿Qué pasa, no deberías estar dormida?—la dejó pasar y se sienta en la cama observandome con una mirada extraña
—No soy una niña, puedo dormir cuando me de la gana—refunfuña
—Vale, vale. ¿qué sucede?¿Es por lo de tu padre? —cierro la puerta y camino hacia ella
—No, no es eso, es que te...—suspira indecisa
—¿me que?
—Te necesito—se muerde el labio dejándome ver su nerviosismo
—¿de que forma me necesitas?
—ya sabes—hizo pucheros— te necesito a ti y a tu amigo — apunto a mi ingle
—Cariño, lo siento pero mi "amigo" como tu lo llamas, no va a salir en estos momentos de donde está—señalo mi pantalón en los cuales comenzaba a crecer mi virilidad
—¿me lo niegas? —abrió la boca indignada
—Perdón cariño pero no lo voy a hacer con tus padres y Jeff presente a unos cuantos metros de distancia—señalé volteando a mirar la puerta dos segundos.
Cuando regrese la mirada a Mónica, la encontré desanudando su bata y abriéndola un poco dejándome ver una fina línea de piel expuesta que bajaba de entre sus pechos, pasando por su vientre y dejando a la vista su coño desnudo, todo esto acompañado de una mirada inocente haciéndome pensar dos veces si en realidad me importaba que sus padres y Jeff estuvieran cerca
—No Mónica. No lo vamos a hacer— saque fuerzas para negar su petición
Ella negándose a hacerme caso se arrodilla en la cama abriendo sus piernas y termina de quitarse la bata arrojándola al piso para después tomar sus pechos; cada uno en una mano y ofrecérmelos.
—¿No? No seas cobarde. ¿Solo la puntita? — dice con una sonrisa traviesa
—Cariño para, esto no me está haciendo bien — vuelvo a tomar la bata y trato de ponérsela pero ella se retuerce contra mí para impedir mi propósito.
Aprovechándose de la situación, en un movimiento ágil que no me da tiempo ni a pensar, la tengo sobre mí pegando su cuerpo desnudo contra el mío y dándome pequeños besos en el cuello mientras sus manos acarician mi pecho igual de desnudo. En un momento no reacciono y extrañamente me siento violado pero al siguiente segundo mando todo a la mierda y la tomo por los muslos incitándola a enrollar sus piernas en mi cintura.
Ella sigue besando mi cuello mientras que yo aún con ella sobre mí y mis manos en su culo, la llevo hasta la cama y la tiro sobre está haciendo que rebote sobre el colchón.
Me cierno encima suyo con cada una de mis manos al lado de su cabeza y miro sus ojos los cuales demuestras necesidad, ansias, tristeza y a la ves fortaleza.
—Joder... me haces hacer cosas que no debería. — susurro
Bajo mi rostro hasta su cuello y aspiro su aroma, ese que tanto la caracteriza. Es dulce al igual que ella. Tiene tonos de vainilla o quizás coco, realmente es un aroma que no sabría definir pero que la describe totalmente.
Paso mi lengua del centro de su cuello hasta el lóbulo de su oreja haciéndola soltar un gemido el cual trata de amortiguar sellando sus labios. Levanto mi rostro y llego a sus labios los cuales sin dejar pasar un minuto más los beso perdiéndome en ellos, sintiendo la humedad y suavidad de estos contra los míos.
Siento las manos de Mónica en mi espalda aruñando todo a su paso, excitándome aún más de lo que puedo estar en estos momentos haciendome morder su labio inferior y tirar de este hasta quedar satisfecho pero sin llegar a lastimarla.
Bajo mis manos de al lado de su cabeza hacia sus pechos los cuales masajeo sintiendo así como sus pezones se van poniendo cada vez más duros hasta casi llegar a ser casi piedras, pero no cualquieras piedras de esas que encuentras en la calle, si no piedras preciosas de joyería.
Bajo mis labios por su cuello repartiendo pequeños besos hasta llegar a sus pezones los cuales con mucho gusto atiendo. Tomo su pecho derecho y lo masajeo con una mano, especialmente con mis dedos mientras que al izquierdo le doy la atención necesaria pero esta vez con mi boca: besando, lamiendo, chupando y mordiendo; cuando me siento satisfecho por mis trabajos en el pezón izquierdo paso al derecho y realizo los mismos movimientos escuchando la satisfacción salir de los labios de Mónica junto a sus movimientos necesitados al intentar alzar sus caderas para unirlas a las mías
—Maaass— jadea
Queriendo cumplir su petición bajo mis labios por su vientre para intentar llegar a su coño pero otra vez con agilidad y sin esperármelo me hace caer a mi sobre la cama quedando ella sentada sobre mi vientre esparciéndo toda su humedad sobre mi.
—Hoy estas muy exigente—digo
—Estabas demorando demasiado cariño
Después de decir esto se separa de mi y me jala los pantalones de chándal hacia abajo y para facilitarle el trabajo levanto mis caderas. Cuando el pantalón baja lo suficiente, mi polla salta libre y necesitada de atención con la cabeza de un tono rojizo y el tallo rodeado de venas a punto de explotar.
Mónica baja la cabeza y cuando pienso que me hará el mejor oral de mi vida, solo deja un pequeño y humedo beso sobre la cabeza de mi polla y pregunta:
—¿condón?
—En la billetera— le señalo la billetera que esta sobre una peinadora frente a la cama
Mónica se levanta mostrándome todo su cuerpo desnudo con plena confianza haciéndome inconscientemente tocar mi polla con una mano masajeándola de arriba para abajo ejerciendo la presión necesaria. Ella rebusca en mi billetera hasta encontrar el paquetito plateado y camina de vuelta hacia mi intentando abrirlo. Cuando lo logra, quito la mano de mi polla y veo como ella sopla el condón para saber por cual lado ponerlo y luego pellizcando la punta de este, lo rueda por mi pene cubriéndolo por completo.
Hola otra ves.
No sabia que había pasado tanto desde la última actualización pero aquí tiene nuevo capítulo
Recuerdes seguir el instagram de la novela si quieren estar mas informados sobre esta. Ahí estaré subiendo imágenes, adelantos y mas.
gracias por su apoyo
LOOOSS AAAMUUUU❤❤
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Mi Vaquero
Любовные романыLa familia perfecta. Mónica de 17 años la tenía, una madre amorosa y dedicada junto a un padre respetable e incondicional, siempre fue así y siempre lo será. Ella quería ese amor que siempre vio entre sus padres, ¿Lógico no? Así que Mónica conoció a...