Después de tres orgasmos patrocinados por Thomas estoy acostada sobre el lado izquierdo de su pecho escuchando el latido de su corazón y abrazada a su abdomen. El en cambio tiene su brazo izquierdo rodeándome y tiene su mano sobre mi cadera a la cual le da pequeñas caricias de arriba hacia abajo.
—Thomas— me siento sobre su regazo aún desnuda
—Dime cariño— pone sus manos en mis caderas
—¿Qué te dijo mi padre?
—Cosas de chicos
—¿Qué tipo de cosas de chicos?
—ya sabes —suspira— que no te haga daño, que te ame, te proteja
—¿Y que le dijiste?
—Que nunca haría algo que te hiriera o te molestara, que te protegeré sobre todo incluso cuando el no este, que yo te amo. Justo cuando le dije que te amaba lo vi dudar. Me pregunto que como comenzó lo nuestro y como era posible que yo te amara en tan poco tiempo; le conté todo, el cómo, porque, cuándo y dónde me enamoraste. Él lo sabe todo.
—Yo también te amo— le digo mientras me inclino un poco para darle un pequeño beso en los labios
—Hay algo más cielo, no está confirmado pero él me lo comento y quiero que lo sepas — dice cambiando su expresión a una seria.
El se sienta sobre la cama y yo al ver la seriedad del asunto me salgo de su regazo y también me siento en la cama pero sobre mis talones.
—Tu padre me dijo que cuando el muera quiere que su legado continúe, que su finca siga siendo la que es hoy en día y el sabe que tu eres muy capaz de eso, confía en ti ciegamente. Sabes que yo solo estaría aquí por un tiempo y regresaría con mi padre
—Ve al grano Thomas— aunque su padre no vive lejos me entra un sentimiento nada agradable cuando menciona el irse de aquí.
—Carlos quiere que me quede... para siempre —toma mis manos entre las suyas— el quiere que unamos el trabajo de nuestras fincas y las dirijamos juntos como una sola. Según él es la única forma en la que puede asegurarse que me quedare contigo y que te amo. Si se acepta la unión no podremos separarnos nunca, si uno de los dos quiere separarse del otro, esa persona perdería para siempre su derecho sobre su parte de la finca.
—y con eso quieres decir que...— murmuro tratando de poner en orden mis ideas
—En conclusión tu padre quiere que nos asociemos y trabajemos juntos. Pero si uno de los dos se va, lo pierde todo. Según el es eso o que me aleje de ti.
—No... no entiendo porque hace esto.
—El solo lo hace por tu bien, no quiere dejarte en manos de alguien en quien no confía cien porciento. Para serte sincero la idea no me parece tan descabellada. Piénsalo. Uniríamos nuestras fincas y podremos reducir algunos gastos, los ingresos serían mayores, tendríamos el doble de terreno que tenemos actualmente. En mi opinión nos haría más bien que mal, pero tu tienes la última palabra.
—¿Estas consiente que prácticamente te estas esposando a mi? Podrías llegar a perderlo todo por aceptar esto. Es que no lo comprendes.
—Ese es el problema, que si lo comprendo y no me importa. Mira cariño te diré algo, es extraño lo se creeme que lo sé, pasamos de nada a todo en tan poco tiempo. Pero creeme cuando te digo que antes de ti no era nada y que llegaste en el momento junto. Te amo. Si en el futuro llega a ocurrir algo lo arreglaremos y seguiremos adelante a pesar de todo. Lo sé.
—¿Siempre juntos? — digo con mi voz rota por culpa de las lágrimas contenidas en mis ojos.
—Siempre juntos amor— me lleva a su regazo y pega nuestras frentes— siempre— susurra sobre mis labios antes de besarme.
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Mi Vaquero
Roman d'amourLa familia perfecta. Mónica de 17 años la tenía, una madre amorosa y dedicada junto a un padre respetable e incondicional, siempre fue así y siempre lo será. Ella quería ese amor que siempre vio entre sus padres, ¿Lógico no? Así que Mónica conoció a...