Y así eres tú, tímida e indecisa
con la cama sin hacer
con las prisas por los aires porque te quedas mirando media hora el dibujo que hiciste anoche
con el café frío.
Siempre pareciendo que estás ausente pero siempre cuidarás el más mínimo detalle cuando se trata de los demás.
No esperas recibir lo que das. Das y punto.
Te balanceas a cada paso que quieres dar pero una vez está dado y seguro no quieres volver a pisar.
Busca en ti. Sumérgete en pensamientos que jamas dirás en voz alta.
Porque así eres tú aunque siempre intentes mejorar.