Capítulo n°3:

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Pov. Lucy

Me desperté con pesadez y abrí los ojos con lentitud y me encontré con la cara de Laxus a centímetros de la mía. Abrí los ojos sorprendida y me alejé de golpe pero terminé en el suelo. Me quejé levemente de dolor y escuché movimiento, sentí un escalofrío pasando por mi cuerpo cuando escuché una risa grave y conocida para mí.

Laxus: La cama es más cómoda para dormir ¿lo sabías? –sentí mis mejillas arder, haciéndome desviar la mirada y escuché como volvió a reírse

Yo: Idiota –susurré aún avergonzada mientras me levantaba del suelo y cogía su abrigo

Laxus: ¡Ah! No, eso sí que no –me quitó el abrigo con una sonrisa burlona mientras se paraba y se plantaba frente a mí

Yo: ¿Qué pasa? –le pregunté con una ceja levantada y ví como sonrió con malicia, haciéndome hacer una mueca disgustada

Laxus: Primero se dice buenos días y después podrás coger mi abrigo –lo miré con una ceja levantada, para después reír levemente mientras negaba con la cabeza divertida.

Laxus no era así con nadie, salvo conmigo. Era y es mi mejor amigo, desde aquella temporada que estuve en Fairy Tail se había vuelto alguien importante para mí. Nos conocíamos a la perfección, aunque a veces tuviésemos nuestros roces y pequeñas discusiones sin mayor importancia.

Sonreí con malicia y me acerqué un poco más a él con lentitud y delicadeza, puse una mano en su hombro y otra en su nuca mientras lo atraía a mí.

Yo: Prefiero no hacerlo –susurré a milímetros de su cara antes de quitarle el abrigo y salir de la habitación corriendo

Laxus: Maldita bruja, vuelve aquí –reí sin poder evitarlo y me teletransporté a la cocina–Te tengo –comentó en cuanto me abrazó "evitando una nueva escapada" haciéndome sonreír divertida

Yo: Oh buenos días –le dije con diversión, fingiendo sorpresa mientras me teletransportaba varios pasos lejos de él, para después acomodarme el abrigo en mis hombros

Laxus: Está bien, tú ganas, pero solo por esta vez –suspiró levemente, haciéndome reír con suavidad– Deberíamos desayunar, para poder ir al gremio –asentí levemente y ví como me miraba con sus profundos ojos azules

Yo: Ve a cambiarte que yo lo preparo todo —le dije con diversión y ví como sonrió, para después besar mi frente a irse de la cocina.

¿Qué acaba de pasar? Sentí nuevamente mi cara arder, debía parar esto antes de que alguien más se diera cuenta de todo esto. Miré mis manos y los recuerdos de ayer me golpearon con brusquedad. Llevé una mano a mi cuello y sentí aquel collar rodeando mi cuello.

Yo: Sting –susurré con dolor mientras perdía él equilibrio, puse rápidamente mis manos sobre la encimera para no caerme.

Cerré los ojos con fuerza y sentí como estos cambiaban, los abrí junto a un jadeo y comencé a preparar el desayuno con desgano.

Seguía sin creerme que mi hermano mayor haya decidido irse a una misión peligrosa, un día después de que llego al gremio. No entendía si era por mi presencia o por los recuerdos que le traía el estar conmigo. Negué levemente con la cabeza y terminé de preparar el desayuno.

Elemental Slayer | LaLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora