Capitulo I

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Asesinato en la calle Pentan.

Un joven ha sido hallado muerto con unas extrañas marcas alrededor de su cuerpo que parecen escrituras de otro mundo, nadie sabe quién o qué le ha asesinado, lo único que se ha podido encontrar ha sido un agujero de tamaño grande en medio de su pecho.

-No sabemos quién ha sido pero sospechamos de los mutan-...

Saeko apagó la televisión, lanzó el mando hacia el sofa mientras murmuraba palabras con enfado.

No lo aguanto más, esta por todas partes.

Cogió la mochila y salió no sin antes despedirse de su tía. Era una mañana seca, la gente parecía asustada por el acontecimiento de las noticias.

Normal...

Nunca ha habido un crimen en Clear ya que se trataba de una ciudad tranquila con buenos ciudadanos. El 40% de la población eran 'clerinos mutantes', es decir, estos tenían poderes, que obtenían de familia. Y el 60%, 'clerinos', los normales, los que adora la gente.
Siempre ha habido un enfrentamiento entre estos dos bandos por eso la gente vive asustada en especial, los mutantes.

Al llegar al instituto entró por la puerta principal y se dirigió a su clase. Miraba a cada uno de los adolescentes que estaban murmurando o riéndose en el pasillo. No miraba por donde iba entonces se chocó con una figura conocida pero peligrosa.

Genial...

-¡Mira por dónde vas, Saeko!- dijo dándose la vuelta.

-No tengo tiempo para tus gilipolleces ahora, Kozuno...- dijo Saeko - ¿Por qué no te mataron a ti? - susurró con odio.

Desgraciadamente Kozuno estaba lo suficientemente cerca como para oírlo.

-Maldita zorra, me las vas a pagar...- levantó su puño preparándolo para golpearla.

-¡Kozuno, vete a joder a otra parte!
Dijo una joven, sus ojos rojos resaltaban entre la multitud.

El timbre sonó e hizo callar a Kozuno y a toda la multitud que se encontraba allí esperando impacientes una pelea.
Kozuno gruño ante el sonido.

-Malditos mutantes...
Murmuró.

Las personas que se encontraban allí entraron a sus clases menos Saeko y la chica de ojos de fuego, Akai.
-¿Estás bien?

Saeko asintió.
-Estoy harta de ese cabrón...

-Todos...
Ambas rieron.

Se conocían desde pequeñas, las dos eran mutantes o eso cree Saeko.
Ella todavía no ha conseguido controlar su poder, y eso era vergonzoso para una adolescente como ella: Saeko Mizugi es delgada, de estatura mediana, sus ojos de un color azul cielo. Su cabello es de un color negro azabache que resalta con su piel morena.

-Hay que entrar ya a clase o llegaremos tarde
.
.
.

Matemáticas...

Pensó Saeko, esa era una de las clases que más le aburrían, después está Física. La peli negra empezó a mirar a sus compañeros hasta que su vista se encontró con la de una chica, ella rápidamente apartó la mirada.

Sonó el timbre una vez más, pero esta vez los alumnos salieron felices, era la hora del recreo. En esta hora los 'mutantes' y los 'normales' comían en diferentes salas para evitar peleas que acabaran en desastre.
Saeko y Akai comían juntas una al lado de la otra.

- ¿Te acuerdas de la pelea del año pasado?- preguntó Saeko mientras enrollaba sus fideos con unos palitos chinos.

-Pues claro, en este instituto no pasa nada interesante excepto aquella pelea que causó Hiro contra Yuko.

-¿Yuko?

-La chica marginada con el parche...- dijo Akai apuntando hacia la persona

-En clase de mates la miré y apartó la mirada, parecía que estaba asustada.

Akai se río
-Normal, tu mirada caga a cualquiera.

-No exageres...- Saeko rodó los ojos- ¿Crees que deberíamos hablarle?

-¿Y qué nos vuele por los aires? Ni de coña

-Una cosa es que le quitemos el parche y otra es saludarla- Saeko se levantó de la silla- Y voy a hacerlo...

Akai sonrió.
- Te voy a seguir solo para cubrirte las espaldas...

Las adolescentes se acercaron hacia la pelirosa, Yuko, que se encontraba comiendo sola en una esquina de la sala. Saeko se acercó a ella, entonces la chica le miró confusa.

-Hola, soy Saeko y ella de ahí es Akai, me preguntaba si querías comer con nosotras en la mesa de allá- sonrió Saeko mientras esperaba una respuesta.

-Cla...-
Alguien interrumpió a Yuko.

-¡Oye Saeko, por qué no me presentas a tu amiguita!- se burló Haru, un chico que se la pasaba molestando a Saeko cada vez que la veía, un auténtico petardo.

-¿Qué haces aquí, Haru? Ni siquiera eres un mutante.

-¿Y eso qué más da?- Haru se acercó a la chica invadiendo su espacio personal.

-¡Apartate, idiota!- gritó ella llamando la atención de los que estaban allí.

-Haru, será mejor que te quites...- dijo Akai que había hecho un chasquido para llamar la atención del adolescente.

-¿Y qué vas a hacerme tú?- dijo Haru apuntandola con su dedo índice.

Akai sonrió de forma victoriosa al haber lanzado una llama de fuego al chico que se había agachado asustado.

-¡Estás loca!- gritó el. -¡Casi me matas!

-Oh, que pena..- dijo Saeko sarcástica.

Haru se dirigió hacia Akai amenazante pero antes de que hiciera algo, empezó a flotar de forma inexplicable, miró hacia a bajo y se encontró con una especie de remolino de viento que estaba controlando Yuko.

-¡Es hora de que te vayas Haru!- gritó Yuko sonriente.

-¡Bajame de aquí, marginada!

Una bola de nieve se dirigió rápidamente hacia Yuko haciendo que esta se cayera y perdiera el control de su poder provocando la caída de Haru.

-¡Pelea de mutantes!- eso era lo único que se pudo escuchar antes de que todos empezaran a atacarse entre ellos, las risas y carcajadas invadieron toda la sala.







Mutantes DESCONTINUADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora