???? : ¡Leo! ¡Leo, despierta! -una mujer de cabello rubio, liso, que le llegaba a la mitad de la espalda está sacudiendo a un chico rubio que dormía plácidamente en su cama, se le podía ver un hilillo de baba que salía de su boca y su cabello despeinado.-
Leo: Mmmm- el chico se queja en sueños y se mueve para que la mujer deje de molestarle y pueda seguir durmiendo.-
???? : ¡Leonhart Yukimura, o te levantas o te tiro de la cama ahora mismo como que me llamo Victoria! – la mujer grita poniendo las manos en sus caderas y mirando al chico que seguía durmiendo.-
Leo: Vale vale, ya voy... -el chico se levanta mientras se queja y mira a su madre, luego al reloj que tiene sobre la mesa y ve que son las cinco de la mañana- ¡Pero que son las cinco de la mañana mamaaaaa! –el chico se tumba en la cama enfadado mirando a su madre.-
Victoria: Ya lo sé, pero ha ocurrido algo esta noche y nos tenemos que ir de casa, nadie puede quedarse en el centro de la ciudad, he hablado con Sara y Antonio, nos podemos quedar en su casa hasta que nos dejen volver-la mujer agarra al chico y lo levanta con algo de esfuerzo- vamos Leo, haz las maletas, desayunamos y nos vamos- la mujer mira con sus ojos azules a su hijo y en ellos no hay atisbo de que sea una broma-
-El chico a ver la seriedad de su madre, se levanta y va a su armario a recoger ropa y cosas que no quiere dejar en casa, entre las cosas que mete en la maleta hay un cuchillo de caza que le regaló su padre y una pequeña daga que parecía antigua, también regalo de su padre desaparecido ya hace años-
Leo: ¿Y qué ha pasado para que nos tengamos que ir?-el chico mira a su madre, al hacerlo se da cuenta de la cantidad de luz que entra por la ventana de su pequeña habitación, se levanta y antes de que su madre pueda responder a la pregunta, el chico aparta la cortina de la ventana y ve un inmenso pilar de luz que llega hasta el cielo, se podían ver a policías sacando a gente de sus casas y ayudándoles a moverse por las calles del centro de la ciudad e intentando que no cunda el pánico- ¿Qué es eso mamá?- el chico da unos pasos hacia atrás asustado y mirando a su madre-
Victoria: No lo sé hijo, nadie sabe qué es eso, apareció por la noche y nadie sabe porque apareció o para que- la madre mira a su hijo y luego le abraza- vamos cielo, terminemos de recoger las cosas y vayamos con Sara y Antonio para ver qué hacer.
-El chico asiente y termina de recoger las cosas, entre ellas también está su teléfono y el cargador, luego se viste con una camiseta gris de manga corta y se pone una sudadera, pantalones y zapatillas de camuflaje, si no fuera porque tiene 18 años recién cumplidos, la gente pensaría que es militar, el chico es alto, mide 186 cm, cuerpo atlético y con músculos marcados, además tiene el cabello rubio cortado al estilo militar y sus ojos grises le dan un toque serio siempre-
Leo: Mamá, ya terminé la maleta, desayunemos y vayamos a ver a Sara y Antonio, además, quiero ver ya a Andrea- el chico llega a la cocina con la maleta y se sienta en la mesa esperando a que su madre acabe de preparar el desayuno-
Victoria: Es verdad, me olvidaba que su hija era tu mejor amiga- la mujer sonríe y se gira para poner el desayuno en la mesa, era un desayuno bastante ligero, solo una taza de café y unas tostadas-
-El chico y la madre comen en silencio y al acabar recogen las maletas y salen de la casa cerrándola con llave, al subir al ascensor, presionan el botón del garaje para coger el coche, la casa de sus amigos estaba algo alejada del centro de la ciudad y así era más rápido, luego de arrancar el coche salen del garaje en dirección a la casa donde se van a quedar por ahora, el recorrido en coche es corto pero con tanta gente moviéndose, al final tardaron casi una hora en llegar dando así casi las siete, al llegar a la casa de tres pisos, les esperan en la puerta tres personas, una mujer de pelo castaño y rizado algo largo, con unos ojos oscuros y una gran sonrisa, no era muy alta pero tampoco muy baja y parecía amable, esa era Sara, a su lado, un hombre un poco más alto que la mujer y con poco pelo ya algo gris por la edad, y unos ojos azules como el cielo, ese es Antonio y por último, una chica de pelo rizado y castaño, de la misma altura que su madre y la misma sonrisa y ojos oscuros esa era Andrea-
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Juego de dioses: el comienzo
DobrodružnéSiete héroes, seis mundos que visitar, un destino al que enfrentar y mil posibilidades de hacerlo. Adentraros en una historia de otros mundos, intriga, drama, acción, magia y por supuesto, romance. Es mi primera historia, por favor sed amables y s...