You're Sixteen ♫

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(Vegeplay♡)

Aquel fue el verano más caluroso en los diecisiete años que había vivido, el sol brillaba tanto que nadie podía andar descalzo por la arena, como acostumbraban a hacer los niños al ir a la playa.

En esta época Samuel prefería salir por las noches, cuando las calles se iluminaban por los brillantes letreros de bares y restaurantes.

Podía caminar por donde quisiera sin la necesidad de traer un abrigo encima, es más, ni siquiera salía con una camisa puesta, él iba completamente libre por las calles con el pecho descubierto, pasando de local a local y conociendo personas.

Era divertido convivir con gente de diferentes lugares, podía hablar con quien sea sobre cualquier tema y jamás aburrirse, hablando frenéticamente y sin parar sobre temas de interés propio y cosas que le atraían.

Recientemente habían abierto una heladería con temática infantil por el centro, esa noche parecía ser perfecta para conocer el nuevo puesto de la zona, así que con paso decidido se encaminó hacia allá.

Al abrir la puerta sonó un cascabel indicando que un nuevo cliente había entrado, haciendo que la chica rubia del mostrador se exaltara y lo viera fijamente.

La torpe chica se había quedado embobada con el chico azabache, y cuando él se acerco al mostrador, la mujer rápidamente entró en pánico.

-Que se le ofrece señor?- preguntó, para después darse cuenta de lo que había dicho- Digo, joven, lo siento.

Samuel soltó una risilla, ella se veía cansada, y no era de extrañarse, pues a altas horas de la noche ya no hay ni clientes ni ganas de seguir trabajando, la bonita heladería estaba casi vacía, solo estaban ellos dos-

-Buenas noches, me das uno de limón?- tan pronto lo dijo, la chica acató la orden- En cono, por favor-

El tintineo de la campana volvió a rezonar en aquel lugar, captando la atención de ambos presentes, en la puerta yacía un desorientado castaño.

Mientras la chica dejó de prestarle atención, Samuel se quedó impactado, todo se empezó a mover en cámara lenta, y pudo apreciar bien las dulces facciones del que recién llegó, tenía una mirada confundida y asustada.

-Disculpa, me puedes decir donde queda el hotel soleado? Creo que estoy perdido- Como si no fuera obvio, pensó el peli negro.

-Cerca de la playa, por el centro, te puedo llevar yo si gustas- las mejillas del contrario se tiñeron levemente de un color rosa- Queda a unas calles de mi casa-

-Oh! Muchísimas gracias- dijo acercándose con lentitud y tomando su mano, el azabache sintió que su pulso se aceleraba- Y ya que estoy aquí comprare un helado también, de cereza por favor-

El bonito chico se posó a su lado y le vio con una enorme sonrisa, frente a ellos, la chica entregó la nieve de limón y murmuró cuanto tenía que pagar, algo desganada al notar la atmósfera que esos dos traían.

-Y uno de cereza para ti, vaso o cono?- preguntó la joven.

-Lo mismo que él- respondió, recibiendo una mirada desagradable de la chica, parecía que lo hacía intencionalmente.

-Cuál es tu nombre?- cuestionó el más alto, con una ligera sonrisa- Yo soy Samuel de Luque, un gusto-

-Raúl Genes, el gusto es mío- alzó su mano en forma de saludo.

La mujer le tendió su golosina, pero antes de que pudiese pagarle, el azabache sacó su billetera y dejó la cantidad necesaria en la barra.

-Gracias- mencionó el ojivioleta.

-Que tengan linda noche- dijo la rubia mientras veía a la pareja salir por la puerta.

Ambos caminaban por la acera, el castaño con sus dos manos sosteniendo su helado y el mayor completamente nervioso pensando en cómo iniciar una conversación.

-Gracias por el helado- el contrario solo pudo asentir, completamente concentrado en los labios del menor, se veían como el vino de fresa que vendían en el bar de Luzu.

En respuesta susurro un "no es nada" aún admirando la belleza de su acompañante, traía puesto un suéter blanco demasiado grande para él, no entendía por que demonios traía un suéter, si el clima era tan sofocante.

Pudo percibir que el menor se volvía a sonrojar, quizá por algún pensamiento que cruzo por su mente, este se acerco mucho más, casi pegado a su costado.

-Tengo un poco de miedo, las calles están muy solas- dijo terminando lo último que le quedaba de su postre, para después enrollar sus manos por su cuerpo.

Samuel tomó esas palabras como una invitación a abrazarlo, si el chico de ojos oscuros quería estar protegido él lo haría sentirse así, con sus manos ya libres atrajo un poco más al castaño y pasó uno de sus brazos por los hombros de este.

-Estamos cerca de tu hotel, pero su quieres podemos ir a caminar a la playa- propuso el alto, sabía que por el día no sería un lugar agradable.

Espero la aprobación del menor, la cual fue un pequeño asentimiento, cambiaron su rumbo hasta dicho lugar.

Cuando Raúl sintió en viento frío golpear su rostro le dieron escalofríos, ¿qué estaba haciendo? Antes de siquiera rozar sus zapatos con la blanca arena se detuvo, alertando al azabache.

-Estás bien, cariño?- preguntó preocupado, tal vez el pequeño le tenía miedo a las olas o a llenarse los zapatos con arena- Te puedo llevar cargando si quieres-

La propuesta era tentadora, pronto el castaño ya se encontraba aferrado a la espalda del mayor, luchando por no caerse.

-Sabes que? Mejor no, sueltame, me voy a caer- dijo exaltado mientras clavaba sus uñas en la blanca piel del contrario.

-No, no lo haré dulzura, confía en mi- Sujetó con más fuerza las piernas del menor, que estaban rodeando su cintura- No voy a dejar que te hagas daño-

Cuando se estabilizaron, el mayor se agacho cuidadosamente para sentarse en la arena, sin dejar que un solo granito tocase la piel de su ángel, no lo solitaria definitivamente hasta que esté se sintiera seguro.

A modo de petición el castaño se removió en sus brazos buscando ser soltado, causándole una risa al más alto, cuando ya estuvo libre se sentó con delicadeza en la suave arena, para después, recostar su cabeza en el hombro del contrario.

-Que linda noche- dijo el mayor- Es como estar en un sueño-

-Si es así por favor no quiero despertar- rió el castaño.

Ambos juntos se quedaron un largo rato observando el brillante mar, escuchando en canto de grillos y el sonido de las olas, querían quedarse allí más tiempo, pero era tarde, irían a dormir cada quien en sus respectivas habitaciones, físicamente lejos, pero teniéndose cada uno en los sueños del otro.

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Lo siento si esta feo, lo escribí a las dos de la madrugada 😔👌

Principales canciones que en las que me base:

➟ Ringo Starr - You're Sixteen (You're Beautiful)

➟ The Beatles - Oh darling

sᴏɴɢғɪᴄ's ❁ ᴀᴜʀᴏɴ x ᴛᴏᴅᴏs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora