Rumores

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Cinco años después...

Llevaba cinco años  feliz mente casada. Su vida era casi perfecta. Pero avía algo que podría mejorar ese hermoso sueño. Ella desde hace unos cuantos meses  avía estado pensando en la posibilidad de ampliar su familia, darle la oportunidad a un bebe para que trajera mas amor a ese matrimonio, solo tenia que hablar con su esposo.


Dos mujeres platicaban en el mercado de la aldea de Konoha. Poniéndose al día sobre las nuevas noticias  de la aldea. 

- Tengo un chisme que te ara caer de cabeza! prepárate perra!  - Las dos chicas platicaban mientras tomaban el te.- Lo dudo, zorra - mientras tomaba un poco de  el te caliente - Ah, si? pues que dirías si te dijera que vi a Sasuke Uchiha, caminando muy pegado a una mujer, hacia un motel. Al parecer el adonis de la aldea no se conforma con lo que tiene. Pero quien lo culpa, su esposa es tan simple y sosa, la chica no tiene gracia- se encogió de hombros al pensar en esa mujer, el liquido caliente  callo en su cara mojando su vestido - Oye que te pasa perra! acaso no sabes tragar? eso no es lo que me dijo Baiki la otra noche.

 - Es enserio?! quien era la mujer? - puso sus manos sobre la mesa -Como si lo supiera - bufo desinteresada - Si lo supiera, yo misma le hubiera dado un premio a esa mujer, es hombre es realmente difícil de persuadir, créeme ya lo he intentado - inflo sus mejilla, al recordar que fue rechazada - Entonces el le fue infiel a su esposa? por fin algo interesante en esta aldea. Me pregunto que ara la dulce Hinata cuando descubra que su amado marido le fue infiel - sonrió al imaginar a una chica destrozada por la noticia - Seria fantástico que alguien le dijera, ya es hora de baje de las nubes, de una vez por todas - sus carcajadas se dejaron escuchar en todo el restaurante. 


Tenia que hacer las compras para la cena, que darían hoy en la noche. Le vendría bien estar con sus amigos, como en los viejos tiempos. Últimamente ya no tenia mucho tiempo para estar con sus amigos o con su esposo. El trabajo en el hospital era muy pesado y consumía gran parte de su tiempo al igual las misiones de Sasuke eran mas seguidas que de costumbre.

Solo podía verlo unos cuantos días, antes de que el partiera a otra misión, y así avía sido por cuatro meses. Comprendía a su marido, por que el era un ninja ocupado, y necesitaban de sus servicios. En cierto modo estaba orgullosa de el, no sabia como hacia para repartir su tiempo entre tantas cosas y todavía darse tiempo para estar con ella. Eso era una de las muchas cosas que ella amaba de el.

Ella caminaba sumergida en sus pensamientos, sin dar atención a los susurros a su  alrededor, las miradas y las indicaciones a su persona. Sin duda eran descarados, no disimulaban en señalar o murmurar a sus espaldas, esas personas que pensaba que era sus amigos, ahora solo dejaban de lado eso y juzgaban sus saber. Ella pasaba tratando de ignorar los susurros, no debía de darle importancia. Pero se preguntaba, ahora que avía echo?


 - Lo dudo, zorra - mientras tomaba un poco de el te caliente - Ah, si? pues que dirías si te dijera que vi a Sasuke Uchiha, caminando muy pegado a una mujer. Al parecer el adonis de la aldea no se conforma con lo que tiene, pero quien lo culpa, su esposa es tan simple y sosa, la chica no tiene gracia - "que esta escuchando? el Uchiha... ese maldito" la ojiperla estaba escuchando atenta a las dos mujeres, esperando escuchar mas detalles.

" A caso... el Uchiha engaño a su hermana? " Si era así que dios se apiade de el alma de ese hombre, por que hanabi hyuga, se va encargar de pagara de hacer sufrir a ese uchiha. " A mi padre no le gustara esto. Y quien es esa mujer? "

La castaña pensaba analizando lo que podría hacer - Hanaba-chan - la pequeña figura de la mujer se acerco a donde esta su hermana - Vendrás a cenar? sasuke-kun volverá de su misión y todos estarán ahí - El nombre del mencionado hizo arder la sangre de la ojiperla menor " Como es que puede engañar a su hermana, y estar como si nada, cuanto tiempo lleva haciendo esto?" -Oneesan! - La mayor le sonrió - Que es lo que pasa? Hanabi-san?

Unas risitas se escucharon en el pequeño local, las dos chicas recibieron una mirada matadora de parte de Hanabi y una sonrisa amable de parte la mayor.

 - Oneesan, siéntate - nerviosa - tengo algo que decirte...-



Felices para siempre, que mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora