Carta a tí niño tonto (parte 2)

19 2 1
                                    

9 de abril de 2020

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

9 de abril de 2020

Carta a tí niño tonto (parte 2):


Esta carta la escribo porque quiero que sanes de mí. No se si mereces ser feliz, o cual sea la historia que te tenga el destino. Por mi parte deseo que seas muy feliz y tengas una vida llena de cosas bonitas. Para eso necesitas sanar de todo lo que vivimos juntos, debes dejarlo atrás de una vez y para siempre. Se que te duele mucho recordar, recordarme te hace demasiado daño.

Se que deseas que vuelva a ti, te confieso que solía desearlo también, pero entendí que ese no es nuestro destino. Te lo dije una vez, tal vez esto que estamos viviendo durara solo un momento y no todo lo que deseamos. Al menos en esta vida no está escrito que vuelva corriendo a tus brazos, lo sé, te parece muy injusto que haya acabado todo justo cuando te diste cuenta de que me querías para siempre a tu lado.

También se que recuerdas cada momento que vivimos, cada uno mejor que el anterior. Te sientes tan idiota al saber que perdiste lo mejor que te pasó en la vida, la única persona que fue capaz de sanarte. El día que me fui sentiste que el vacío volvía apoderarse de ti, esta vez tocarías fondo sin mi a tu lado. Eso estuvo bien para ti, te lanzaste sin precaución todo había perdido sentido, se fue esa luz que iluminaba tu oscuridad.

Tu corazón se rompió en tantos pedazos que era imposible recogerlos, las lagrimas eran cada vez mas gruesas y pesadas. Los recuerdos te atormentaban sobre cada vez que me hiciste daño, con una palabra, cada vez que no me defendiste de los comentarios de alguien más. Cada ocasión que me trataste mal, cada vez que te enojabas y descargabas toda tu furia en mí, cada escena de celos, cada momento que quitabas el brillo de mis ojos, cada vez que te comportaste como un imbécil.

Te odias por ello, odias del hecho de dañar todo lo que tocas y lastimar lo que más amas. Fui la única persona que no deseabas que se fuera de tu vida, no querías lastimarme, pero ese miedo a no perderme te hizo lastimarme sin control, solo querías regalarme el mundo. Muy tarde comprendiste que solo necesitaba un baile y una flor, solo quería que estuvieras para mi apoyándome.

Recuerdo cuando ibas a presentarme a tu familia me dijiste: “Ellos verán lo perfecta que eres y se darán cuenta que no te merezco” esa era solo tu inseguridad. Esa inseguridad creció cada día más, y te hacia decir cosas muy hirientes, mientras yo intentaba hacerte sentir seguro tu me alejabas con tus acciones. Algo de lo que te diste cuenta tarde.

Te torturas preguntándote ¿Por qué no pude verlo antes?

No prestaste atención a ninguna de mis señales, a cada uno de mis silencios y a mi mirada perdida. Estaba tan cerca de ti y tan lejos, pero solo lo supiste cuando estando a tu lado no podías abrazarme y morías por hacerlo. Justo en ese momento recordaste algo que te dije una vez, un pequeño recuerdo “un abrazo lo arregla todo” y respondiste enojado “no siempre un abrazo lo arregla todo”.

Memorias de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora