Un amigo como él

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9 de junio de 2020

Para: Un amigo como él

Creo que todos deberían tener un amigo como él. Él es especial para mí, siendo honesta no sabía si escribir esta carta porque no quiero contar sobre cómo me sentí. Se que él va a saber que esta carta es sobre él, y se sentirá asustado de lo que vaya a escribir. Aun así creo que es necesario que escriba sobre él, quiero que conozcan a el chico que venía de pasada, pero se quedó el resto del viaje conmigo.

A él lo conocí en la secundaria, no recuerdo los detalles específicos, pero si recuerdo que no nos llevábamos bien. El al igual que yo, no se sentía muy especial, así que sentía que yo era una amenaza para la amistad que tenía con su mejor amigo. Y yo estaba enojada con él, porque a pesar de no conocerlo, podía ver a través de sus ojos que su corazón era muy bonito pero frágil.

Si hay algo que me enoja muchísimo son las personas con el corazón frágil, que son frecuentemente lastimados y ellos no hacen nada por evitarlo. Las personas que siempre dan a quienes no merecen, que están ahí siendo ignorados por el resto. Él es así, da todo por su mejor amigo, pero nunca es el primer lugar. Siempre van a estar personas por encima de él, y eso me molestaba mucho, la manera en que se dejaba tratar por él, y por todos los demás.

Siempre lo buscaban para que los ayudara a hacer los trabajos, o en los casos mayores que hiciera los trabajos por ellos. Hacían bromas de las que él no se defendía, y siempre salía lastimado. así que no soportaba verlo, porque era toda la debilidad que detesto. Sin embargo, a pesar de que lo quería lo más lejos posible siempre estaba cerca.

Un día dijo que le gustaba, no entiendo en qué momento dejé de caerle mal y gustarle, pero así pasó. No lo tomé enserio, pero el comenzó a escribirme, a decirme cosas que nadie me había dicho antes. A tocar la fibra más sensible en mí, a decirme cosas que no sabía que quería oír, empezó a acercarse a mí de a poco.

Entonces me quedaba pensando en lo que hablábamos y lo que podría pasar si tomaba una decisión, algo me decía si, y algo no. Una parte estaba conmovida y quería intentarlo, pero otra parte me decía que ese no era el camino que íbamos a recorrer juntos, que había otra vía para nosotros.

Los días pasaban y cada vez tenía más confianza en él, cada día me sentía menos expuesta y más comprendida. Tenia miedo de decirle que solo quería una amistad con él, porque pensaba que se alejaría de mí. Pensaba que iba a romper su corazón.

Un día él me dijo que no le gustaba, que lo había fingido y estaba muy arrepentido por haberme mentido. Ese día sentí que volvía apagarme, me había mentido aun sabiendo que lo más que aborrezco son las mentiras. Me sentía muy traicionada y enojada conmigo por permitir que el me engañara.

Me sentía muy usada, y de repente sentí como si todo fuera una mentira, él no me comprendía, no le importaba en lo absoluto. Solo me utilizó como ventaja para cubrir algo personal, solo fui una fachada para él, me sentí tan tonta, porque pensé que alguien podía entenderme por primera vez. Pero todo lo que le había contado no tenía importancia para él, todo lo que él me había dicho no era real, él no era mi amigo, solo quería cubrir un secreto.

Así que si, algo en mi se rompió y volví apagarme. En esta vida no podía confiar en nadie, eso lo había aprendido muy bien. Dejamos de hablar, le dije como me sentía por chat, y el respondió que estaba haciendo un drama. Minimizó como me sentía, así que simplemente olvidé que el existía, no le hablé por mucho tiempo, ignoraba completamente su presencia.

Tampoco puedo recordar cuándo o porqué volvimos hablar, pero lo hicimos. Esta vez empezamos de cero y la vida no me dió acertijos, simplemente entendí que me hacía falta un amigo, así que la vida me lo regaló, y me enseñó que no todas las personas que te lastiman se irán de tu vida para siempre.

Que no todas las personas que te hacen daño lo hacen a propósito. Que, si duele, es porque esa persona es importante, que la amistad no es sencilla. Que hay muchas risas, como lágrimas, que todos nos vamos a equivocar, y que los momentos malos nos acercan más. Hacen la amistad más fuerte, que para el poder ser parte de mi vida tenía que lastimarme, y mentirme como los demás, para que pudiera entender que no porque haya hecho mal, no le haya dolido también a él.

Que, así como yo me sentí herida, el tenía mucho miedo, que no siempre la solución es alejarse. Así que desde ese momento hemos sido amigos, cómplices y compañeros, todo el tiempo. Estoy muy agradecida de que el haya aparecido en mi vida, pues le ha puesto colores a momentos muy oscuros. Él ha estado apoyándome en momentos muy difíciles.

Es alguien que me ha sacado risas cuando tengo el corazón roto. Me ha sacado de mi zona de comodidad y me hace golpearme con lo que no me gusta. Me hace enfrentarme con lo que se me hace difícil lidiar. También es un puente, me conecta con personas que quiero olvidar, pero el me recuerda que no es posible olvidar, y que si dolió tanto es porque fue real.

Él es de esas personas que te hacen mucho bien, que no entienden los chistes, y se ríen al final. Es de esas personas que nunca se van a ir por una simple discusión, o un malentendido.

Es de esa clase de personas que no quiero que se vaya de mi vida, no se lo digo, pero tenerlo a él me hace muy bien. He perdido a todas mis amistades, pero el sigue ahí, me he sentido muy sola pero él siempre me hace compañía.

Me he sentido muy triste y el me saca una sonrisa, sin saberlo siempre viene cuando estoy mal. Aunque a veces me enoje con él, no es posible imaginar una vida sin que este a mi lado, pues quiero que se quede siempre. Quiero que me acompañe a tomar un café, mientras me cuenta de su día, y yo lo escucho dándole consejos que él no seguirá.

Quiero que nos sentemos en la playa para hablar de todo, de lo más profundo de nuestro ser y lo más loco que nos haya pasado. Quiero que se quede una vida a mi lado, que sea mi amigo por una eternidad. Y él no sabe nada de esto, y aún no me abro completamente, cuando estamos hablando siempre hago un alto y levanto mis barreras. Porque tengo mucho miedo, miedo de contarle todo, y él se vaya, no quiero perderlo y quedarme sola de nuevo. Así que lo alejo, no lo dejo saber demasiado o ser como a él le gustaría ser conmigo porque lo aparto.

A pesar de eso, de mi mal carácter, y que a veces me descargo con el. A pesar de que no soy fácil de manejar, y tengo una personalidad explosiva, el sigue ahí. A pesar de que hago que se sienta frustrado, y siempre tengo algo que decir el sigue ahí. Por eso el es especial, porque nunca se va después de una pelea, porque elige con cuidado cada palabra.

Porque entiende mi sarcasmo, y cada una de mis expresiones, sabe cuando quedarse callado y cuando algo realmente está mal. El es especial porque elige cada día ser mi amigo, elige cada día seguir a mi lado. El es especial, y no se lo digo todo lo que debería, no lo trato como se merece, no le doy todos los abrazos que prefiere.

El es el mejor amigo para mí, sin embargo, no soy la mejor amiga para él, y es que aún se me hace complicado por las experiencias pasadas. Deseo de todo corazón que en un futuro cuando esté sanada pueda ser la mejor amiga para él.

Con cariño,
Una simple amiga agradecida.

Memorias de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora