UA Centro de Ayuda Psicológica [Cancelada]

Sufrir

~¡Muerete!~

~¡Perdon Izuku!~

~Shine~

~Busca algo mejor~

~Pedazo de mierda~

~Matate~

Esos eran los únicos pensamientos que se escuchaban en la cabeza de Izuku. La habitación estaba llena de tristeza y desesperación, los antiguos pósters de All Might estaban desgarrados y algunas de sus partes estaban en el suelo o en la basurera, las figuras sacadas de sus empaques también extendidas en el suelo, algunas sin los miembros o también decapitadas, Izuku estaba aún de rodillas en el centro de la habitación jadeando de dolor mientras las lágrimas recorrían sus mejillas para después caer al piso para mancharlo ligeramente.

-...Ah... ¡Auch! Ah...-

La cuchilla iba de izquierda a derecha cortando ligeramente la muñeca del pecoso, las gotas carmesí caían con libertad al suelo escapando en grandes cantidades del cuerpo del peliverde, el color negro oscuro de su uniforme estaba manchado con el líquido rojo que salía sin parar de su muñeca, no es que le gustara lo que está haciendo, para nada, si su pasado yo estuviera ahí le estaría reclamando de él por qué se había rendido, pero en ese momento no le importaba nada, quería salir del infierno que es su vida, ser maltratado todos los días por todos los que te rodean a diario, compañeros de clase e incluso de otros cursos, ser la prácticamente la plaga del lugar, el degenerado, la oveja negra, el bueno para nada, el Quirkless inútil... Estaba arto de todo eso, estaba arto de los golpes, los puños, las explosiones, las burlas y las humillaciones que tenía que recibir, los moretones, quemaduras y rapones que adornaban su cuerpo provocándole dolores en cada momento de su existencia... Estaba arto... Estaba frustrado... Todo le dolía... Pero... Hubo un momento especial, su vista se había vuelto borrosa y se sentía mareado, dejó caer el bisturí lleno de sangre para después difícilmente abrazarse así mismo, mantenía una mirada tranquila con los ojos entrecerrados ya con las pupilas dilatadas y nubladas junto a una sonrisa... Amigable... Inocente... Feliz.

"¿Por fin...? Me iré de este lugar... De este infierno en el que siempre sufría... Por fin... Felicidad..."

Su cuerpo cayó en el piso, la flor marchita del jardín por fin se había ido...

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La luz blanca le había cegado con tan solo abrir los ojos, no tardó mucho para que su visión se adaptara dándose cuenta de las cuatro blancas paredes que le encerraban en esa habitación, dirigió su mirada a su derecha logrando ver una máquina con unas líneas que se movían constantemente

"¿Qué... Es eso?"

La puerta de su habitación se abrió dejando ver una enfermera con un ramo de flores en sus manos, inmediatamente el pecoso se dio cuenta de la enfermera voltéandose a mirarla y esta simplemente le dio una expresión de sorpresa para después darle una cálida sonrisa.

-Que bien que despertaste ¿Quieres que le avise a tu madre?-

Descargó las flores en un florero que se encontraba en una mesita a su derecha junto con muchas más flores

-Si quieres te puedo dar un momento para que te adaptes, después de ese accidente debes estar muy mareado, te traeré tu comida pero le tendré que avisar a tu doctor ¿Entendido?-