Gotas

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El cielo estaba nublado, las gotas de agua caían en grandes cantidades llenando los paraguas de todos los que venían caminando por la ciudad de Musutafu, entre la multitud se podía ver un adolecente de cabello verdoso y grandes zapatos rojos caminando hacia la escuela, las calles estaban casi solitarias ya que al parecer toda persona que iba a salir tenía un automóvil para no mojarse con las gotas de la lluvia; aunque por el lado del peliverde, le encantaría cerrar el paraguas que lo protegía para dejarse mojar por el agua y dejar que esta lo limpiara, quitara los problemas que tenía, pero desafortunadamente contagiaría un resfriado. El camino no era tan largo, pero con la lluvia se le hacía casi una eternidad, como el día anterior no pudo darle el dibujo a Katsuki quería llegar temprano para dejarlo en su pupitre, pero al parecer la propia vida lo odia; llegó a la escuela con los zapatos casi empapados, dejó su paraguas en una pequeña caneca donde habían más paraguas ahí apretados unos con otros goteando dejando un charco de agua, siguió su camino hacia su salón mientras los demás estudiantes que se encontraban en los pasillos lo veían como un bicho raro de color verde invadiendo su territorio, era un terreno hostil para muchos pero basta con decir que el peliverde estaba más que tranquilo ignorando a todos como ellos lo habían hecho con él; finalmente llegó a su salón sintiendo como todos sus compañeros lo miraban con intriga combinada con temor, ¿Y él? Feliz como una lombriz, nunca había recibido tanta atención de parte de sus compañeros de escuela, aunque fuera mala fama lo disfrutaba, rápidamente camino a su pupitre como de costumbre fijándose en el pupitre vacío de otra persona.

"Kacchan no ha llegado~"

Con emoción sacó de su mochila una hoja de papel un poco arrugada y doblada, empezó a desdoblarla para ver lo que contenía escrito otra vez antes de dárselo al cenizo, lo abrió cuidadosamente viendo otra vez ese tétrico dibujo un poco manchado con la sangre del día anterior en uno de los bordes, paso su mano lentamente para después volverlo a doblar cuidadosamente convirtiéndolo en un pequeño cuadrito de papel otra vez, se levantó y se dirigió al pupitre vacío del cenizo, para después dejar el papel doblado en la pequeña cabina que poseía el pupitre.

"Ya quiero ver su cara..."

Pensó dibujando en sus labios una sonrisa pícara, después de hacer su cometido volvió tranquilo a su puesto para esperar al profesor que tanto se tardaba en llegar a clases. Pasaron los minutos y el profesor no llegaba así que el peliverde decidió dibujar un rato en su libreta, con calma empezó a sacarla de la mochila junto con su cartuchera, sacó un lápiz y con cuidado abrió la libreta dejando ver las hojas limpias listas para ser manchadas con su lápiz.

-Casi que no llegas Bakugo, el profesor está por llegar-

-Ajá, mira cuanto me importa-

Esa conversación detuvo a Izuku de empezar a marcar las hojas de papel de su cuaderno, rápidamente fijo su mirada y en la entrada del salón estaban Katsuki y sus amigos, al parecer él también tuvo problemas con la lluvia, de inmediato cerró su libreta y se paró de su pupitre para ir a saludar al rubio.

-¡Hola Kacchan!-

Llamó la atención del cenizo haciéndolo voltear recibiendo un abrazo de parte del peliverde, Katsuki se estremeció al recibir tal contacto con Izuku y lo aparto rápidamente mirándolo enojado como era diariamente.

-Vete de aquí Deku-

-¿Por qué Kacchan?-

-Simplemente vete...- Dijo eso con cierto pesar en sus palabras y como un volador salió en camino a su pupitre dejando a sus amigos y al peliverde pasmados en la puerta del salón, como se quedó sin forma de tener a su rubio se fue a su puesto también a esperar al profesor que venía con retraso a la clase del día, continuó lo que había dejado por haber ido a ver al cenizo, agarró el lápiz otra vez y con suavidad lo asentó en la hoja de papel para después empezar trazar líneas en esta, dibujaba una línea tras otra, el cenizo por curiosidad se fijó vagamente en el puesto del peliverde viéndolo con extrañeza como el dibujaba serenamente sin prestarle atención a su alrededor, a su forma de ver, eran solo Izuku y el papel, lo demás del exterior no importaba y lo había leído perfectamente, Midoriya estaba ensimismado dibujado, nada más le importaba, hasta que sintió una mirada que lo observaba constantemente, apartó su mirada del cuaderno para ver quien le miraba tan persistentemente, la levanto rápidamente se encontró con la mirada color carmín intenso de Katsuki, y casi por instinto al ver esos ojos color sangre le sonrió pícaramente y Bakugo de inmediato lo captó, trató de apartar su vista hacia otro lado pero después de unos segundos escuchó un leve silbido y quiso ver de dónde venía, obviamente se encontró con esas esmeraldas muertas que le hacían erizar la piel, solo que trataba de no demostrarlo, justo cuando pensó que esto no podía ser peor, el peliverde le hizo con la mano una señal para que viniera pero esta vez con esa mirada amigable que le había dado el día anterior, sin ganas se paró de su puesto para ir al del pecoso mientras que este le tenía la mirada tan pegada como una sanguijuela a su víctima, tal vez eso era lo que era él, solo una sanguijuela pegada de Katsuki. Unos momentos después el cenizo ya estaba en el pupitre de Izuku esperando que las palabras llenas de veneno salieran de su boca, y así fue.

-¿Pensaste en lo de ayer Kacchan?-

-Eso no te incumbe...- Dijo cortante

-Claro que me incumbe- Dijo alegre para después sentarse bien mirando a Katsuki -Al final y al cabo no me dejaste terminar-

El rubio se quedó callado y tan solo pudo bajar la mirada mirando y asqueroso suelo, Izuku suspiró.

-Solo quería decirte que había pasado en el tiempo que me fui, pero creo que es mejor que te tomes un tiempo para que te calmes...-

El peliverde bajo la mirada mostrando su cara como si estuviera apenado de lo que había dicho, sonrojado y con una pequeña sonrisa que apenas hacia a sus cachetes se levantasen, pero Katsuki sabía que no era así, más veneno salía cada vez que el pecoso abría la boca e iba directo a él, no podía decirle que le dijera en su posición, jodidamente no podía hacer nada más que escuchar, su mirada se desvió del suelo fijándose en las manos del peliverde y por consecuente sus muñecas que estaban recubiertas por brazaletes bastante simples, su vista se siguió moviendo hasta llegar al cuaderno de dibujos, fijándose detenidamente en el dibujo que estaba a la vista.

"¿Qué... Mierda es eso...?" Pensó Katsuki

Agarró el cuaderno sin importarle lo que le dijera el peliverde pudiendo apreciar el dibujo más fácilmente.

Eran un montón de garabatos que formaban una figura humana del torso para arriba, sin brazos y un dibujo un poco tétrico en frente a la mirada del rubio mientras que la mirada fulminante de Izuku se paró.

-¿Qué opinas Kacchan?- Dijo con una sonrisa mientras inclinaba la cabeza a un lado

-Yo...-

-¡¿Te gusto verdad!?-

El cenizo solo pudo asentir con la cabeza baja tratando de ser "sincero con él", obviamente Izuku notó la mentira, pero quería seguir jugando con él, para ser sinceros le encantaba estar con el rubio; trató de alargar la conversación hablando de cosas triviales, nada importante en realidad, de la nada la puerta del salón sonó avisando la llegada del profesor.

-Disculpen por la tardanza, tuve algunos percances para venir, por favor todos siéntense en sus asientos-

Katsuki rápidamente se fue a su pupitre para alejarse de una vez, el peliverde le agarro el brazo y le dijo susurrando:

-Revisa bien tu puesto...-

El cenizo se libró del agarre para irse de una vez a su puesto, realmente no entendía que es lo que quería el peliverde, estaba actuando muy extraño después de esa semana de inactividad, tal vez solo se cansó de sus molestias, pero eso era mucho más, recordó lo que dijo el pecoso, paso su mano por la cabina del pupitre hasta sentir un pedazo de papel metido en el fondo, lo agarro y era efectivamente eso, un papel doblado varias veces al que se le notaba que estaba desgastado a simple vista.

"¿Sera que...?"

Empezó a abrirlo lentamente para ver lo que contenía adentro, abrió la primera pestaña y un olor pútrido entró rápidamente en sus fosas nasales casi ahogándolo, instintivamente se tapó la nariz tratando de evitar que el moribundo olor entrara por sus fosas sin éxito alguno.

-Bakugo Katsuki- Dijo el profesor mirándolo fijamente un poco enojado por interrumpir su clase -¿Tiene algo para enseñarnos o que es lo que le pasa?-

-Nada...-

-Bien, por favor no interrumpa mi clase otra vez-

-Si señor...-

Bajó la mirada al piso y dejo el papel otra vez dentro de su pupitre, realmente poco le importaba al rubio que acaba de ser regañado por el profesor, después de todo lo que más se preguntaba era sobre el pecoso, ese papel ¿Él sabía sobre ese papel? ¿Él lo dejó ahí? Tal vez por eso le había dicho que revisara su puesto, por curiosidad se volvió a fijar en el peliverde quien lo miraba de manera golosa.

"¿Qué mierda quiere?"

El timbre sonó y todos los estudiantes salieron despavoridos al patio a comer.

~UA Centro de Ayuda Psicológica~

UA Centro de Ayuda Psicológica [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora