Capítulo 2

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Te encontrabas recostada en tu catre, dormias plácidamente, cuando un sonido en la puerta de tu tienda de despertó, un poco alterada saltaste de tu catre y te pusiste alerta, era aproximadamente media noche y estabas en medio de la nada, así que podría ser cualquier alimaña o animal salvaje rondando por ahí, de repente recordaste que podias usar el servicio de emergencias que se encontraba en el smartphone o "Nookofono" que te había entregado Tom hace algunas horas, intentaste llamar pero no tenías cobertura y los servicios no llegaban a tu casa, así que tomaste una pequeña rama que habías recolectado por ahí y con mucho miedo caminaste fuera de tu tienda, apenas saliste el corazón te dio un vuelco al ver lo que tenías enfrente, era el capitán Rodri, estaba apoyado sobre su espalda en el árbol, no traía camisa, y podías ver un bulto en sus pantalones. Tragaste saliva ante tal vista, el recién mencionado giró su vista hacia ti, te observó de pies a cabeza y sonrió de manera lascivia,
Tu cara se tornó de un color carmín, y sentiste un calor que nunca o pocas veces habías sentido, el chico se acercó y te acorraló contra tu tienda, te fijaste en lo cerca que se encontraban sus gruesos brazos y sus grandes manos se colocaban por encima de tu cabeza, era bastante alto, bajaste la mirada avergonzada, pero el resultado fue peor, ante ti se encontraba su marcado abdomen, un tanto lampiño, bajaste un poco más la mirada y notaste unos vellos sobresaliendo de su abdomen y subiendo hasta su ombligo, seguiste ese pequeño camino y te topaste con un bulto más grande de lo que habías visto de lejos.
-Te descubrí mirándome en el aeródromo, y no te voy a mentir, eres bastante linda- susurró con voz ronca.
Te quedaste sin palabras, estabas más roja que un tomate.
- Que pasa muñeca ¿a caso no esperabas que esto pasara después de la manera en la que me mirabas?
-No te miraba a ti- alcanzaste a balbucear, eviantado su mirada.
-Oye, mírame- dijo el joven tomando tu mentón y haciéndote mirar sus hermosos orbes azules que usualmente escondía tras unas gafas polarizadas.
-Estoy de esta manera solo por ti- Inquirió con lujuria, mientras guiaba tu mano a su erección, cuando sentiste el bulto recorrió por tu piel una pequeña descarga, era bastante duro lo que tenía ahí.
-¿Te gusta? Solo espera a que llegue a mi límite. Susurró esta última frase a tu oído, una descarga mayor recorrió tu cuerpo, estabas paralizada ante esas frases y ante aquel cuerpo tan fornido, te limitaste a mirar al suelo.
-El que calla otorga- río burlón mientras hundía su cara en tu cuello, sentiste un ardor leve, había mordido tu hombro, pasó una de sus manos por tu cintura mientras con la otra levantaba tu camisa y acariciaba tu espalda desnuda, tu mente estaba en blanco, y tus piernas comenzaron a flaquear, era demasiado, se sentía muy bien a pesar de no estar segura de lo que sucedía, perdída en tus pensamientos y en una ola de placer, regresaste en ti al escuchar un pequeño chasquido, la mano del chico ya no estaba en tu espalda, si no en su hebilla, lentamente estaba desabrochando su pantalón y retirando su cinturón, soltaste un pequeño gemido ante tan erótica escena, el joven te miró y sonrió mientras se relamia los labios, dió un tirón a sus pantalones y antes que pudieras ver lo que escondia de bajo de estos, abriste los ojos de manera abrupta, estabas acostada en tu catre, sola, no había nadie ¿había sido un sueño? Al parecer sí, rodaste de lado muy avergonzada ¿cómo lo mirarías mañana después de soñar algo tan sucio? Escondiste tu cara en tu almohada y ahogaste un grito, no podías dormir después de eso, aún así el sol estaba saliendo en el horizonte, alguien llamó a tu puerta, te paraste alarmada y comenzaste a enrojecer ¿y si no fue un sueño y solo te desmayaste de placer? La sola idea te puso aún más nerviosa, abriste la puerta desconfiada, y te encontraste de frente con Tom Nook.
-Ah, hola ____ buenos días, oh ¿qué pasa? Estas muy roja, tienes fiebre?- preguntó angustiado el Moreno.
-¡Ah! No, solamente... tenía calor- respondiste avergonzada.
- Bueno, en ese caso tengo preparada una ducha para ti así podrás comenzar tu dia de manera energética- sonrió el hombre- Cambiate y desayuna bien, el día de hoy hay mucho por hacer- sonrió de nuevo muy energéticamente, dicho eso se marchó.
El día pasó sin novedad, recolectando leña, construyendo una que otra cosa, cazando insectos y pescando, cuando mirabas hacia el aeródromo te fijabas en el capitán y tus mejillas ardían al recordar tu sueño. Esa noche regresaste a tu tienda alrededor de las 10, y miraste hacia el aeródromo esperando verlo, lo encontraste, pero sostenía una radio en la mano y hablaba con alguien detrás de la línea, se veía muy animado ¿estará hablando con una chica? Te dijiste para ti misma, la sola idea te puso algo enojada, aunque, no tenias razón para hacerlo, ustedes si al caso eran amigos, entraste a tu tienda algo enojada, y te recostaste en tu catre a mirar el techo, el era muy guapo, seguro tenía cientos de chicas tras el, bueno, para lo que te importaba, no es como que quisieras algo con el ¿o si? Esa pregunta no te dejó dormir esa noche, la cual, fue bastante larga y pesada para ti.

Nota de la autora: Hola! Soy Pacerenji, si te está gustando la historia por favor házmelo saber por medio de un comentario o un voto, muchas gracias por leer, nos vemos en el siguiente capítulo.

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